Diplom¨¢tico y panhisp¨¢nico
El nuevo director del Cervantes se mueve tan bien en los palacios como en las bibliotecas
Si el Instituto Cervantes es la gran embajada del espa?ol en el mundo, nadie mejor que V¨ªctor Garc¨ªa de la Concha para dirigirlo: por fil¨®logo y por diplom¨¢tico. Lo primero lo es de carrera; lo segundo, por talante. Director honorario de la Real Academia Espa?ola desde que dej¨® la direcci¨®n ejecutiva en 2010 -el a?o en que el rey le concedi¨® el Tois¨®n de Oro-, Garc¨ªa de la Concha se mueve tan bien en los palacios como en las bibliotecas. Est¨¦n en la orilla del Atl¨¢ntico que est¨¦n, algo fundamental en un tiempo en el que Am¨¦rica es el motor de explosi¨®n de la lengua espa?ola en el planeta.
Asturiano nacido en Villaviciosa el 2 de enero de 1934, fil¨®logo, te¨®logo y, en sus a?os de sacerdote, ayudante en del cardenal Taranc¨®n, el nuevo responsable del Cervantes fue elegido secretario de la RAE el mismo a?o de su ingreso en la Docta Casa. Seis cursos despu¨¦s ya era director. Con ¨¦l tomaba impulso el a?orado proyecto de su maestro, Fernando L¨¢zaro Carreter, de hacer que la Academia siguiera una pol¨ªtica internacional que terminara con el anacr¨®nico centralismo ling¨¹¨ªstico espa?ol. En 12 a?os de mandato acad¨¦mico Garc¨ªa de la Concha cruz¨® el charco 47 veces para fortalecer la Asociaci¨®n de las 22 academias de la lengua. El resultado fue la entrada del espa?ol en la globalizaci¨®n y el siglo XXI, tanto por su llegada a la Red como por publicaciones como el Diccionario de dudas, la Gram¨¢tica y la Ortograf¨ªa. Todos ya panhisp¨¢nicos.
La negativa de Vargas Llosa a presidir el Instituto Cervantes se hab¨ªa convertido en los ¨²ltimos d¨ªas en una patata caliente para cualquier candidato. Nadie como V¨ªctor Garc¨ªa de la Concha para bajar la temperatura de la posible intriga. A La casa verde, la novela del acad¨¦mico y Nobel peruano, le dedic¨® uno de los cap¨ªtulos de Cinco novelas en clave simb¨®lica, su ¨²ltimo libro. Ahora, de nuevo entre el despacho y el avi¨®n, el antiguo catedr¨¢tico de la universidad de Salamanca y m¨ªtico cr¨ªtico de poes¨ªa, tendr¨¢ que aparcar el proyecto en el que andaba metido: su canon particular de la literatura espa?ola. La editorial Espasa lo hab¨ªa anunciado para la primavera y ¨¦l andaba releyendo, anotando, reescribiendo. Hoy la empresa parece demasiado absorbente y, sobre todo, muy poco diplom¨¢tica.
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