Aitana S¨¢nchez-Gij¨®n: ¡°De los cuarenta directores con los que he trabajado en el cine, solo cuatro han sido mujeres¡±
La actriz repasa su carrera en v¨ªsperas de recoger el Goya de Honor en la gala del pr¨®ximo s¨¢bado en Granada
Un paseo por la carrera de Aitana S¨¢nchez-Gij¨®n es como un repaso a la propia vida. Compartimos su adolescencia en 1986 cuando se meti¨® en las casas espa?olas con la serie Segunda ense?anza, que fue como Al salir de clase para su generaci¨®n. Disfrutamos su juventud en los noventa con su d¨¦cada dorada en el cine: Bajarse al moro, El p¨¢jaro de la felicidad, Un paseo por las nubes, Boca a boca, La camarera del Titanic, Celos, Volav¨¦runt. Lleg¨® a estrenar hasta cuatro t¨ªtulos en un a?o. Pero a partir de los 35 a?os ¡ªcomo tantas otras actrices¡ª las ofertas empezaron a escasear y se centr¨® en el teatro. Hasta que en 2021 rod¨® Madres paralelas con Pedro Almod¨®var y logr¨® su primera nominaci¨®n al Goya¡ ?despu¨¦s de m¨¢s de cuarenta pel¨ªculas! No lo gan¨® entonces, pero ahora le ha llegado una recompensa mayor: el Goya de Honor 2025, que recoger¨¢ en la gala del pr¨®ximo s¨¢bado en Granada.
La vor¨¢gine previa a tama?o acontecimiento se ha sumado a la promoci¨®n de su nueva pel¨ªcula, Tierra baja, de Miguel Santesmases, estrenada este viernes en cines. Pero el estr¨¦s no le hace mella. Se presenta impecable a la cita con EL PA?S, posa para las fotos con paciencia y derrocha un poco de esa elegancia que siempre la ha distinguido. Amable, buena conversadora y por qu¨¦ no decirlo: tan guapa al natural como en la pantalla que pasma a sus 56 a?os.
Pregunta. Cuando en octubre la Academia de Cine anunci¨® que le conced¨ªa el Goya de Honor, mucha gente pens¨®: ?pero Aitana no ten¨ªa ninguno? ?Siente que el premio viene a compensar todos los que no gan¨®?
Respuesta. En absoluto. Nadie est¨¢ en falta conmigo. Ni la Academia ni la profesi¨®n. ?De qu¨¦ tengo yo que quejarme? Soy de las poqu¨ªsimas actrices que han podido vivir de esto toda la vida.
P. Alguna vez lo esperar¨ªa, ?no?
R. Solo me extra?¨® en el a?o 2000 por Volav¨¦runt y Celos. Pero no porque pensara que me lo mereciera m¨¢s que otras actrices, sino porque hab¨ªa ganado la Concha de Plata en San Sebasti¨¢n y eso te lleva a suponer ciertas cosas. Quiz¨¢ como hab¨ªa dos candidaturas posibles se anularon mutuamente. Pero tampoco me enfad¨¦ con nadie, solo me sorprendi¨®.
P. Aquella fue su etapa m¨¢s pr¨®spera en el cine, pero luego tuvo un par¨®n. Se siente identificada con actrices como Demi Moore, Winona Ryder o Cameron D¨ªaz que tambi¨¦n vivieron ese bache cuando dejaron de ser j¨®venes y han resurgido en su madurez.
R. Bueno, lo m¨ªo ha sido un bache relativo. El teatro me ha dado en los ¨²ltimos a?os todo lo que no me ha dado el cine. Si no, tal vez habr¨ªa pensado que solo val¨ªa como actriz cuando era una chica joven y mona, que cuadraba como objeto de deseo en una industria que siempre quiere carne fresca. Pero en los escenarios he hecho personajes femeninos muy poderosos: Medea, H¨¦cuba, La Chunga de Vargas Llosa, Las criadas, La gata sobre el tejado de zinc, La madre. O sea, siento que mi carrera teatral es lo que me ha asentado como actriz e incluso me ha dado m¨¢s herramientas frente a la c¨¢mara.
P. Pero ahora est¨¢ viviendo una especie de segunda vida en la gran pantalla.
R. No tanto. Est¨¢n ocurriendo m¨¢s cosas, pero no me ha llegado todav¨ªa un personaje potente de mujer madura. Quiz¨¢ pueda venir de alguna de esas directoras maravillosas que salen ahora por todas partes. No digo que los hombres no puedan escribir y dirigir pel¨ªculas con personajes femeninos estupendos. Yo acabo de hacer un papel fant¨¢stico con Miguel Santesmases y en el pasado tambi¨¦n los he tenido. Pero he echado de menos siempre esa otra mirada. Como espectadora y como actriz. Ahora que he tenido que hacer repaso al preparar mi discurso para recibir el Goya de Honor he hecho la cuenta y me sale que de los cuarenta directores m¨¢s o menos con los que he trabajado, solo cuatro han sido mujeres: Pilar Mir¨®, Pilar T¨¢vora, Mar¨ªa Novaro y Patricia Ferreira.
P. ?Va a hacer un discurso reivindicativo como Demi Moore en los Globos de Oro?
R. ?Qu¨¦ pedazo de discurso! Pero yo no voy a ponerme reivindicativa. Voy a agradecer y a hablar con el coraz¨®n.
P. Sin embargo, usted nunca ha tenido problema en significarse pol¨ªticamente. Particip¨® en las protestas del No a la guerra y se ha movilizado por muchas otras causas.
R. Cuando me preguntan yo siempre respondo. Me parece absolutamente l¨ªcito que la gente aproveche momentos de visibilidad para hablar de cosas que le preocupan. Es verdad que galas como las de los Goyas son una celebraci¨®n del cine, pero me parece muy bien que quien quiera decir algo lo diga en ese momento. Y el que no quiera, tambi¨¦n.
P. Ahora con las redes sociales hay m¨¢s peligro de linchamiento. Mire lo que le ha pasado al guionista Eduard Sola tras su discurso en los premios Gaud¨ª. [La entrevista se realiz¨® antes de que estallase el esc¨¢ndalo por los tuits ofensivos de Karla Sof¨ªa Gasc¨®n]
R. Son ganas de darle la vuelta a un discurso impecable.
P. ?Cree que el cine influye en la sociedad?
R. Por supuesto que s¨ª. El cine tiene el poder de despertar conciencias y tambi¨¦n es sanador. Hace poco Javi Giner me contaba la avalancha de gente que se est¨¢ poniendo en contacto con ¨¦l para decirle que despu¨¦s de ver su serie Yo, adicto se ha metido en un centro de desintoxicaci¨®n. Y fen¨®menos como El 47 crean comunidad, nos invitan a ser buenos ciudadanos. Eso es importante en momentos como este en el que estamos viendo im¨¢genes como las deportaciones de inmigrantes de Trump. Es espeluznante pensar que esas mismas pol¨ªticas las predica la derecha en Espa?a.
P. Tambi¨¦n funciona como espejo. El Me Too empez¨® en el mundo del cine.
R. Evidentemente dentro del cine hay agresiones sexuales, pero como en cualquier sector. Lo que pasa es que es m¨¢s goloso para la prensa publicar este tipo de situaciones cuando se trata de nombres conocidos. Pero las encuentras en todas partes: en el teatro, el f¨²tbol, la medicina, el periodismo, la publicidad. Han ocurrido toda la vida, lo que pasa es que antes las normaliz¨¢bamos y ahora no.
P. ?Usted tambi¨¦n las normalizaba?
R. ?Claro! Al repasar ahora mi carrera me he dado cuenta de la cantidad de estrategias que las mujeres hemos desarrollado para zafarnos de situaciones inc¨®modas. Porque hemos tenido incrustada la idea de que somos desencadenantes del deseo de los hombres y tenemos que atenernos a las consecuencias. Como que no puedes rechazarlos directamente, sino que tienes que buscar la manera de escurrirte para no ofenderlos. Ahora que nos hemos cambiado las gafas, por suerte, tengo claro que tenemos derecho a decirlo: no, no me interesas, no me gustas.
P. De 1998 a 2000 fue presidenta de la Academia. ?Qu¨¦ tal fue aquella experiencia?
R. Fue un honor, pero esos cargos nunca son f¨¢ciles. Es como cuando te toca ser presidenta de tu comunidad de vecinos: tienes que mediar entre muchos intereses. Est¨¢ bien conocer por dentro c¨®mo funcionan las cosas, pero solo un ratito.
P. Hace poco m¨¢s de un a?o confes¨® en una entrevista con este peri¨®dico que estaba atravesando una etapa personal sensible tras su separaci¨®n. Que estaba ¡°mudando de piel¡±. ?C¨®mo va eso?
R. Ya he mudado. Estoy m¨¢s en paz. Aunque esta profesi¨®n siempre te coloca en situaciones de mucha exposici¨®n y ansiedad. Pero aquello ya pas¨® y ahora estoy bastante tranquila. ?Hasta la pr¨®xima ola que me revuelque!
P. ?Lo del Goya de Honor ha sido un buen revolc¨®n!
R. La verdad es que al principio pens¨¦ que me iba a costar la salud porque empec¨¦ a dormir fatal. Me sent¨ªa realmente abrumada. Pensaba que no me lo merec¨ªa, que era muy joven para un premio que se suele dar al final de la carrera, que me quedaban muchas cosas por hacer. Pero he recibido una avalancha de amor tan grande, no solo de la profesi¨®n o de personas cercanas sino tambi¨¦n de gente por la calle, que estoy mucho m¨¢s serena. Sobre todo cuando ya me sent¨¦ a escribir el discurso, justo antes de Navidad, me liber¨¦ much¨ªsimo. Ahora lo vivo con mucha gratitud.
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