Hogar, intelectual hogar
Exposiciones y libros resucitan el mito de la caba?a de Thoreau y su anhelo de alcanzar la vida aut¨¦ntica a trav¨¦s del aislamiento
La exposici¨®n itinerante Caba?as para pensar (en el Centro Jos¨¦ Guerrero, Granada) y el libro del mismo t¨ªtulo en Maia Ediciones, analiza una serie de ejemplos de ¡°arquitecturas ¨ªntimas¡±. A trav¨¦s de ensayos y fotograf¨ªas se revisitan las caba?as donde pensaron Ludwig Wittgenstein, Martin Heidegger, Gustav Mahler, T. E. Lawrence o Dylan Thomas. Y se recuerda, obviamente, el paroxismo representado por la historia del Walden, obra cumbre de la literatura universal, en la que Henry David Thoreau (1817-1862) se aleja del mundanal ruido para "vivir deliberadamente" en los bosques de Concord (Massachussets). Son lugares donde lo superfluo no tiene cabida.
¡°Uno admira la decisi¨®n ¡ªreversible, como se encarga de avisar continuamente el escritor¡ª, de Thoreau de pasar al acto. Creo que es esto, justamente, lo que nos interesaba del tema de las caba?as¡±, explica el doctor en filosof¨ªa Alberto Ru¨ªz de Samaniego (A Coru?a, 1966), uno de los tres art¨ªfices de este proyecto, junto al dise?ador Alfredo Olmedo y el artista Eduardo Outeiro. ¡°No somos hippies, ni siquiera ecologistas, m¨¢s bien nos intrigaba y nos resultaba tremendamente aleccionador ese corte radical con la comunidad y el medio, con la inmediaci¨®n t¨ªpica y el gremialismo, el corporativismo y todos los seguidismos de nuestra ¨¦poca¡±.
La reconstrucci¨®n a escala 1:1 de la caba?a por antonomasia, sirve para crear un hilo fin¨ªsimo y hermoso que une el Walden como texto y libro, con el Walden como morada virtual de una vida ?aut¨¦ntica?. Con ella, se recuperan las ideas de Henry David Thoreau precisamente ahora, cuando las circunstancias han hecho cobrar fuerza sus sugerencias de hace 150 a?os: ¡°Fui a los bosques porque quer¨ªa vivir deliberadamente, enfrentarme solo a los hechos esenciales de la vida y ver si pod¨ªa aprender lo que la vida ten¨ªa que ense?ar, y para no descubrir, cuando tuviera que morir, que no hab¨ªa vivido¡±. Muchos asocian esta frase a la pel¨ªcula generacional dirigida por Peter Weir en 1989, El club de los poetas muertos. En este intenso melodrama, unos estudiantes de un elitista colegio de Nueva Inglaterra (la patria de Thoreau) descubren el significado de la vida a trav¨¦s de un club de poes¨ªa. Las sesiones de sus ¡ªsecretas y crepusculares¡ª reuniones tienen lugar tras la lectura de ese p¨¢rrafo.
¡°M¨¢s que valiente por tomar la decisi¨®n de alejarme de todo, fui algo loco", Ramiro Pinilla.
Hoy, de repente, la vuelta a la sencillez, al consumir menos y pensar m¨¢s, propuestas del economista y pensador E. F. Schumacher, cobran un nuevo sentido: se reviste de realidad y pierde el aura ut¨®pico. El Informe sobre problemas relacionados con la adicci¨®n al consumo, h¨¢bitos personales de compra y sobreendeudamiento, coordinado por la Comisi¨®n Europea, revela que uno de cada tres europeos compra m¨¢s de lo que necesita. El consumo, base de nuestro sistema econ¨®mico, no encuentra ahora un campo favorable en el que seguir creciendo. Y es ah¨ª donde radica el origen de nuevas filosof¨ªas sociales o de la actualizaci¨®n de algunas otras. Porque la renuncia forzosa a muchas cosas materiales est¨¢ propiciando que la gente reflexione sobre lo prescindible y el derroche.¡°Es un hecho, desde luego. Aparece una reivindicaci¨®n de ¡®la austeridad bien entendida¡¯, es decir, prescindir de lo superfluo en el comportamiento econ¨®mico personal e incluso empresarial y p¨²blico¡±, dice Emilio Ontiveros (Ciudad Real, 1958), Presidente de Analistas Financieros Internacionales.
Visionario y moderno
En pleno siglo XXI y lejos de la ficci¨®n del cine, parece que son muchos los que est¨¢n siendo iluminados por Thoreau, quien durante dos a?os se traslad¨® a vivir en la caba?a que ¨¦l mismo hab¨ªa construido, en busca de una independencia intelectual, para ganarse la vida con la honradez de su trabajo. ¡°El objetivo principal de nuestro sistema industrial no es que la humanidad est¨¦ bien y honestamente vestida, sino indudablemente, que las corporaciones se enriquezcan (¡). Hay mayor preocupaci¨®n por vestir ropa de temporada, al menos limpia y sin remendar, que por tener la conciencia tranquila¡±.
La modernidad de un ensayo del siglo XIX no ha dejado de inspirar a muchos a lo largo de las d¨¦cadas. En Getxo vive el escritor Ramiro Pinilla (Bilbao, 1923), en una casona aislada desde 1958, lejos del mapa literario que dibujan los premios y las presentaciones, y tras abandonar el piso alquilado que ten¨ªa en Bilbao: ¡°M¨¢s que valiente por tomar la decisi¨®n de alejarme de todo, fui algo loco. Tiene sentido tratar ahora de convertir a Thoreau en nuestro Norte, de tenerlo siempre a la vista, y en vez de entregar a la sociedad de consumo un cien o un cincuenta por cien de nosotros, entregarle un diez¡±, confiesa el Premio Nacional de narrativa 2006. ¡°La primera vez que le¨ª Walden, supe que hab¨ªa otro desplazado como yo y que lo contaba muy bien. Fortaleci¨® mis ideas¡±. Por supuesto, a esa casa ¡°entre manzanos e higueras¡± hab¨ªa que bautizarla Walden.
En el otro lado del mundo, el director de cine Hal Hartley (Nueva York, 1959) se expresa en t¨¦rminos parecidos. ¡°De Walden me sorprendi¨® su vigencia, las dudas sobre una civilizaci¨®n s¨®lo impulsada por los mercados, expresaba muy bien mis preocupaciones acerca de la vida contempor¨¢nea¡±, declara. ¡°Supe reconocer a un amigo con el que hablar¡±. No en vano, en una especie de esquizofrenia art¨ªstica, todos los filmes de Hartley respiran un saludable escepticismo sobre el capitalismo y los medios de comunicaci¨®n, especialmente en la pel¨ªcula ¡ªno estrenada en Espa?a¡ª Girl from Monday (2005), un trabajo de ciencia-no ficci¨®n donde Walden, en semejanza con las lecturas perseguidas de Ray Bradbury, aparece de forma expl¨ªcita como s¨ªmbolo de libertad y rebeld¨ªa. ¡°El sistema inventa necesidades y, a continuaci¨®n, nos convence de que tenemos esas necesidades y luego nos venden las diversas cosas in¨²tiles que necesitamos para satisfacer estas necesidades. Creo que con Girl From Monday quer¨ªa que la audiencia percibiera como yo esta contradicci¨®n¡±, resume este icono del Cine Independiente Americano de los 90, quien asegura trabajar siempre sobre ¡°la tristeza por la p¨¦rdida de algo hermoso y emocionante en la humanidad". "La asocio con avaricia, la vanidad y el utilitarismo, lo que en los ¨²ltimos a?os tiendo a llamar consumismo¡±.
'Hacia lo salvaje' no habla de lo salvaje exclusivamente como naturaleza, sino de alejarse de la civilizaci¨®n para volverse m¨¢s humano",? Eva Amaral.?
La fascinaci¨®n por la experiencia Walden no ha dejado de crecer. Cuando el d¨²o de pop espa?ol Amaral titularon en septiembre su ¨²ltimo disco Hacia lo salvaje, no hicieron sino incorporarse a un movimiento, a¨²n peque?o y disgregado, pero s¨®lido y cabal que busca recuperar una vida aut¨¦ntica porque ¡°gastar la mejor parte de la vida en ganar dinero para disfrutar de una dudosa libertad durante la parte menos valiosa¡± (otra vez Thoreau y su insultante lucidez centenaria) parece un sinsentido.
"No habla de lo salvaje exclusivamente como naturaleza", explicaba Eva Amaral (Zaragoza, 1972), ¡°sino de alejarse de la civilizaci¨®n para volverse m¨¢s humano. Bajarse del tren, porque si este es el camino por el que vamos, yo me bajo en marcha". Thoreau denominaba ¡°lo salvaje¡± a ese ideal asc¨¦tico que trasciende la naturaleza y se acerca a lo espiritual, a la filosof¨ªa, a la creaci¨®n art¨ªstica. ¡°Me interesa much¨ªsimo Walden y la tradici¨®n de las caba?as para el retiro y el ascetismo¡±, dice el director de cine Jos¨¦ Luis Guerin (Barcelona, 1960), quien para uno de sus m¨¢s recientes proyectos, Correspondencias f¨ªlmicas, un cruce de caminos visual y colectivo en el que ¨¦l intercambiaba cartas con Jonas Mekas, eligi¨® la laguna Walden como escenario de rodaje de una de sus correspondencias f¨ªlmicas. ?El motivo por el ideario de vida sencilla en la naturaleza de Thoreau, ese desaparecer que dice el reciente Premio Nobel de literatura, Thomas Trastr?mer en uno de sus versos: ¡°Cre¨ªdo por nadie va el que vio un g¨¦iser,/huido de aljibe cegado, como Thoreau, y sabe/ desaparecer en lo profundo de su verde interior,/astuto y esperanzado¡±.
Unabomber contra Thoreau
Si seguimos el discurso l¨®gico de an¨¢lisis de Walden, Guerin da en otra de las claves: la caba?a como un espacio vital, refugio integrado en la compa?¨ªa ¡°dulce y beneficiosa¡± de la naturaleza. Un lugar estable, inm¨®vil, intangible, punto de partida, principio como los que anhelaba Georges Perec. En estos tiempos de crisis econ¨®mica y cultural, ?tienen m¨¢s sentido que nunca las ense?anzas de Thoreau, quien nos empuja a ¡°integrarnos en la ¨²nica compa?¨ªa, dulce y beneficiosa, de la naturaleza para poder vivir una vida aut¨¦ntica?". "Thoreau fue un te¨®rico. Decidi¨® ir a una caba?a a los bosques para demostrar que sus teor¨ªas podr¨ªan ser verdaderas, pero no estaba escribiendo una especie de manifiesto del Partido Comunista. Sus ideas son lo suficientemente generales como para ser aplicados a situaciones diferentes¡±, dice Hartley. ¡°Es una bella frase, aunque imposible de llevarla hoy al extremo. Ni siquiera en tiempos de Thoreau, recordemos que su experiencia en la ¡®¨²nica compa?¨ªa¡¯ s¨®lo dur¨® dos a?os¡±, enfatiza Pinilla. Algunas experiencias suceden por no poder entrar en la caba?a, como el revelador sue?o que tiene Hans Castorp en La monta?a m¨¢gica, quien perdido y agotado en medio de una nevada duerme junto al refugio donde no consigue entrar. ¡°Actualmente, gastamos la mayor parte de nuestras vidas consumiendo, y para poder cambiar esta perspectiva hay que tomar soluciones radicales¡±, cuenta Miles Seaton, compositor del grupo de folk neoyorquino Akron/Family, quienes escribieron su ¨²ltimo disco aislados en una caba?a cerca de un volc¨¢n ¨Cactivo¡ª japon¨¦s: ¡°Fue muy inspirador vivir un tiempo aislado, me ayud¨® a escuchar mejor lo que estaba pasando dentro de m¨ª. El arte espera en lo profundo para ser expresado verdaderamente. Thoreau tuvo una visi¨®n rom¨¢ntica de las cosas pero tambi¨¦n muy veraz¡±, reflexiona este m¨²sico treinta?ero cuyos discos invitan a entrar en comuni¨®n directa con el ecosistema.
Cu¨¢ntos lugares quedar¨¢n verdaderamente salvajes ahora en Am¨¦rica?", Miles Seaton, de Akron/Family.
Las posibilidades de llevar a cabo una experiencia Walden en el 2012 se esfuman por el cambio de escalas en la dial¨¦ctica civilizaci¨®n-naturaleza (¡°?Cu¨¢ntos lugares quedar¨¢n verdaderamente salvajes ahora en Am¨¦rica?", se pregunta el guitarrista de Akron/Family), y porque, como asegura Emilio Ontiveros, ¡°una cosa es verificar el grado de descontento, de desafecci¨®n de la poblaci¨®n respecto de los mercados y otras instituciones en las econom¨ªas avanzadas, en particular tras la gesti¨®n de esta crisis, y otra es creer en que la reacci¨®n de esos segmentos de poblaci¨®n descontenta ser¨¢ replicar la aventura de Thoreau. Creo que es m¨¢s probable que la contestaci¨®n no deje de ser urbana, aun cuando reivindique algunos valores reflejados en Thoreau¡±. ?Exceso de idealismo? ¡°?Por qu¨¦ ha de ser esto idealismo? M¨¢s bien al contrario, no hay una opci¨®n m¨¢s objetiva, m¨¢s concreta, m¨¢s ruda y mostrenca que enfrentarte tu solo y sin ¡ªcasi¡ª mediaciones a la existencia en su grado cero. Uno debe, para empezar, empezar a sobrevivir en el medio, en la soledad, en la compa?¨ªa, fatigosa e irrenunciable, de una concreci¨®n para la que no hay alternativa, comenzando por uno mismo, claro¡±, asegura de nuevo Samaniego. ¡°Es el estado natural, el de la soledad, de los que buscan cosas dentro de s¨ª mismos. Pero no basta. Todos somos animales sociales. La soledad es un privilegio, no un estado continuo. La sociedad nunca se ha quedado sin m¨ª¡±, advierte Pinilla. Algunos, como el catedr¨¢tico Fernando R. de la Flor en su ensayo para el libro Caba?as para pensar sostienen que el ansia por aislarse para crear ¡°ha acabado por disolverse en la atm¨®sfera de una ultramodernidad marcada por la fluencia de cargas informativas (¡) y por la necesidad de conectividad absoluta de los agente¡±, de manera que no es que no se pueda repetir de la experiencia Walden sino que ya las minor¨ªas intelectuales ya no creen en ese alejamiento con respecto a las cosas y las casas. ¡°Cada d¨ªa me siento el deseo de aislarme¡±, confiesa Hal Hartley: ¡°Pero lucho contra ¨¦l. Porque esas ganas de estar aislado es una forma de desesperaci¨®n. El Unabomber (anarquista que enviaba cartas-bomba desde un remota caba?a en Montana a finales de los a?os setenta) era un desesperado, Thoreau no¡±.
El mero hecho de procurar vivir preservando una autonom¨ªa frente a lo colectivo, ser¨¢ una de las m¨¢ximas para muchos pensadores en los pr¨®ximos a?os, y eso que en las revueltas juveniles de 2011 apenas hayan incorporado referencias a la naturaleza, al individuo como unidad de medida. ¡°Vivimos tiempos duros para la l¨ªrica. Lo m¨¢s dif¨ªcil, hoy, es hacer emerger la personalidad individual. Es como si Thoreau, la ecolog¨ªa y valores tan deseables no entraran en propuestas pol¨ªticas, comunitarias. La l¨ªrica la toca uno¡±, resuelve Pinilla.
El folk es una caba?a
Caba?a y soledad son dos conceptos que llevan a?os unidos a la escena de la m¨²sica folk estadounidense: la caba?a est¨¢ hecha de los mismos materiales de la naturaleza; Antolog¨ªa de M¨²sica Folk Americana, definida por Bob Dylan como ¡°la ¨²nica m¨²sica v¨¢lida¡±, data de 1952, es obra de Harry Smith, quien dividi¨® los discos, no por capricho, seg¨²n tres colores, reflejando el agua, el fuego y el aire. El caso reciente m¨¢s popular de esta conexi¨®n es el de Justin Vernon, un joven m¨²sico americano quien decidi¨® aislarse en una caba?a para componer el primer disco del proyecto Bon Iver, que le report¨®, a posteriori, fama mundial. Tres meses en los bosques de Wisconsin para imitar el retiro a una cueva de Johnny Cash. ¡°Cuando est¨¢s all¨ª, en medio de la nada, no tienes ninguna distracci¨®n, no hay gente merodeando, juzg¨¢ndote, influy¨¦ndote de alguna forma. La naturaleza no es restrictiva, es un buen sitio donde estar cuando quieres ser creativo¡±, declar¨® entonces el m¨²sico a la revista Rockdelux. La compositora Eilen Jewell o el grupo Akron/Family han declarado haber compuesto discos aislados en caba?as. Otro caso significativo es el del compositor Ray LaMontagne quien compr¨® un terreno en el medio del bosque donde construy¨® con sus propias manos una caba?a sin electricidad ni agua corriente.
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Exposici¨®n Caba?as para pensar. En el centro Jos¨¦ Guerrero de Granada hasta el 12 de febrero.
El libro Caba?as para pensar, a 19,95 euros en Amazon.
Todas las cartas. Correspondencias f¨ªlmicas, comisariada por Jordi Ball¨®, est¨¢ en CCCB (Barcelona. Hasta el 19 de febrero) y estuvo en La Casa Encendida (Madrid) y en Las Cigarreras Cultura Contempor¨¢nea (Alicante), y en la edici¨®n, por parte del sello Intermedio, del cat¨¢logo Correspondencia(s). Correspondencia(s). 408 p¨¢ginas y 5 DVD. 49,95 euros.
(1817-1862)
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