Retrospectiva del Freud retratista
Una ambiciosa muestra de sus retratos en la National Portrait Gallery de Londres canoniza al artista brit¨¢nico, fallecido en julio
Lucian Freud, uno de los gigantes del arte contempor¨¢neo brit¨¢nico, segu¨ªa trabajando incansable en su ¨²ltima obra, un retrato, cuando le sobrevino la muerte el pasado julio a los 88 a?os. Retrato del Galgo (2011) es un cuadro in¨¦dito que la National Portrait Gallery de Londres exhibir¨¢ a partir de hoy, en el marco de una complet¨ªsima retrospectiva dedicada al Freud retratista. La faceta por la que es principalmente reconocido y en la que ahond¨® a lo largo de siete d¨¦cadas de singladura para explorar todos los ¨¢ngulos, f¨ªsicos y emocionales, de sus personajes. A la par que los suyos propios.
El modelo del cuadro, su asistente David Dawson, aparece desnudo, porque al artista le gustaba la piel, que pintaba mezclando de nuevo los colores casi en cada brochazo. Para Freud, ¡°un humano despojado de toda ropa es un animal¡±. Junto al hombre del retrato, su perro Eli, ambos presentados como iguales en una de las constantes del autor. Dawson fue el ¨²ltimo sujeto que pos¨® para Freud, en el ep¨ªlogo de una nutrida lista de familiares, amigos, colegas, y famosos como la misma reina de Inglaterra, proyectados en su lienzo.
Pero, ante todo, las personas de su c¨ªrculo m¨¢s ¨ªntimo jalonaron una producci¨®n que el museo londinense expone de forma bastante cronol¨®gica, aunque el objetivo de la exposici¨®n Lucian Freud. Retratos no sea mostrar ¡°una mera retrospectiva biogr¨¢fica, sino una vida representada en las pinturas¡±, seg¨²n su comisaria Sarah Howgate. Desde el retrato m¨¢s formal que un Freud de 18 a?os pint¨® de su tutor acad¨¦mico Cedric Morris (1940) hasta el cuadro a gran escala de las carnes orondas de una empleada p¨²blica (Benefits Supervisor Sleeping, 1995), la muestra propone un recorrido por la evoluci¨®n de un artista singular. Esta ¨²ltima obra, protagonizada por su amiga Big Sue encarna la rendici¨®n del mercado ante Freud; bati¨® hace cuatro a?os el r¨¦cord de cotizaci¨®n en subasta para un autor vivo, gracias a los m¨¢s de 21 millones de euros que pag¨® el magnate ruso Roman Abramovich.
La musa de formas generosas fue una de sus modelos predilectas y, como tal, aparece de forma recurrente en la muestra, al igual que el artista australiano de performances, Leigh Bowery, a quien el pintor despoja de las vestimentas y piercings que conforman su persona p¨²blica. El desnudo del cuerpo humano no fue aceptado por todos cuando Freud retrat¨® de ese modo a su hija Rose (ella misma lo eligi¨® as¨ª) en los a?os 70'. Esa ¨¦poca sella la transformaci¨®n desde un estilo donde impera la obsesi¨®n por la fidelidad en el detalle, hacia una relajaci¨®n en el trazo que sin embargo no resta realismo a sus obras.
Fue el artista Francis Bacon, colaborador de juventud y gran amigo hasta una abrupta ruptura, quien le conmin¨® a dejar de pensar en el dibujo para sumergirse libremente y de lleno en la pintura. El torturado angloirland¨¦s acab¨® posando para Freud (y ¨¦ste a su vez tambi¨¦n ejerci¨® de modelo de Bacon), como lo hicieron David Hockney, Frank Auerbach y otros grandes del arte.
La impronta psicol¨®gica de esos cuadros, fruto de la indagaci¨®n del retratista en todas las dimensiones de sus sujetos, aparece desde sus primeros trabajos, aquellos que testifican su propia e intensa vida personal y amorosa. Los expresivos ojos de Kitty, su primera esposa en los 40'; la cr¨®nica de la descomposici¨®n de su segundo matrimonios, en un doble retrato de Caroline junto al propio Freud en la habitaci¨®n de un hotel parisino (1954); los consiguientes cuadros que tomaron como modelo a su pupila Susy Boyt, luego madre de cinco de sus hijos¡. Hasta la madurez del pintor, expresada en los cuadros de su progenitora, Lucie, en los a?os 80', desde la fuerza del mero rostro hasta la imagen de la anciana leyendo o recostada en la cama.
El nieto del creador del psicoan¨¢lisis, Sigmund Freud, nacido en 1922 en Berl¨ªn y huido del nazismo junto a su familia hacia el Reino Unido, era una personalidad introvertida que s¨®lo se abr¨ªa en su estudio y en compa?¨ªa de sus modelos. Frente a la obligada formalidad que impuso Isabel II (2001), otros personajes fueron ellos mismos ante la brocha de Freud, entre ellos el tenso bar¨®n Thyssen o el tambi¨¦n arist¨®crata Andrew Parker-Bowles, ex marido de Camila.
Las interminables sesiones de posado que todos sufrieron han tenido su equivalente en las prol¨ªficas indagaciones que el artista hizo de su propio yo a lo largo de los a?os. El autorretrato Reflection (1985) es una de las piezas m¨¢s poderosas de la exposici¨®n, en cuya preparaci¨®n colabor¨® entusiasmado hasta su fallecimiento. M¨¢s que como un retratista, Lucian Freud suele ser caracterizado como un ¡°pintor de la gente¡±, de sus formas y aristas, externas e internas. Inquirido sobre esa definici¨®n en su ¨²ltima entrevista , espet¨®: ¡°No s¨¦ que ser¨ªa un pintor de retratos si su obra no versara sobre las personas¡¡±.
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