Corre, Tykwer, corre
La secuencia de arranque de Three nos hace recordar que hubo un tiempo en el que Tom Tykwer era un director con estilo, con una gran capacidad para aglutinar la met¨¢fora visual, el texto trascendente y la efervescencia tem¨¢tica. Un plano en movimiento nos muestra los hilos telef¨®nicos junto a la carretera, en paralelo, una l¨ªnea continua. Mientras, una voz en off reflexiona acerca de la pareja. ¡°T¨², arriba. Yo, abajo. Armon¨ªa. Ficci¨®n. Simetr¨ªa. Pa-ra-le-lis-mo. Relajaci¨®n¡ Aburrimiento. Escape. Regreso a casa¡ Traici¨®n. Remordimientos¡¡±. El fondo musical, casi un dise?o sonoro, aporta atm¨®sfera. Frases certeras. Cortas. Como una metralleta. Ese era el Tom Tykwer de So?adores (1997), Corre, Lola, corre (1998) y La princesa y el guerrero (2000). Potencia. Colorido. Azar. Amor. ?Ha vuelto Tykwer? S¨ª, pero no. No, pero s¨ª.
THREE
Direcci¨®n: Tom Tykwer.
Int¨¦rpretes: Sophie Rois, Sebastian Schipper, Devid Striesow, Annedore Kleist.
G¨¦nero: drama. Alemania, 2010.
Duraci¨®n: 119 minutos.
El tres, como el t¨ªtulo de la pel¨ªcula, es un n¨²mero provocador en s¨ª mismo, se sale de la norma cuando hablamos de parejas. Con el tres entran las dobles vidas, las dobles morales y, as¨ª, los n¨²meros impares. A eso juega Tykwer con su inconfundible estilo formal. Canciones de impacto (Space oddity, de David Bowie), insertos en el continuo secuencial, divisi¨®n de la gran pantalla con peque?as minipantallas que multiplican las acciones, juegos con fotograf¨ªas y planos congelados¡ Y, como siempre en Tykwer, sus reflexiones acerca del azar, de los encuentros casuales.
Eso s¨ª, el hombre que tuvo el atrevimiento en La princesa y el guerrero de encender la chispa del amor en una pareja justo debajo un cami¨®n despu¨¦s de un accidente automovil¨ªstico parece empezar a exagerar con el tema de las casualidades. Sobre todo porque estas necesitan un tono determinado, casi de f¨¢bula, algo que aqu¨ª no ocurre. A lo que se podr¨ªa sumar que a veces no se sabe si el relato tiene una estructura compleja y atrevida o es que se est¨¢ mintiendo con una especial¨ªsima y tramposa concepci¨®n del paso de los d¨ªas.
Y, sin embargo, Tykwer sigue estando all¨ª. En cada frase (¡°La especulaci¨®n solo produce malestar¡±), en cada gui?o cultural (de Gilbert & George a Herman Hesse; de Jeff Koons a Erich Fromm). El perfume y The International no estaban mal, pero las pod¨ªa haber dirigido cualquiera. Three, con sus deficiencias, solo puede ser una pel¨ªcula suya. ?Ha vuelto Tom Tykwer? Est¨¢ llegando.
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