Por qu¨¦ no hay que rendirse nunca

Van pasando los d¨ªas y una constante de BCNegra es su gran afluencia de p¨²blico. La Capella en la calle Hospital que es donde se llevan a cabo la mayor¨ªa de actos no baja de las 100 personas y ha reventado con 300 o 400, perros polic¨ªas aparte. Es gratis, es negro y bastante din¨¢mico. Los autores se sorprenden de eso porque en el fondo nunca acaban de creerse que alguien compre sus libros. Las editoriales hacen lo posible porque no se lo crean. Encontrarse a un tipo con un libro tuyo en la mano siempre tiene algo de ¡®ahora paras t¨²¡¯. Te divisan, te interceptan y cuando se marchan ellos tienen una firma y t¨², la enorme responsabilidad de no decepcionarles jam¨¢s.

A las 19 horas en el Ayuntamiento de Barcelona, en concreto el Sal¨® de Cent, se hace entrega del VII Premio Pepe Carvalho. Petros Markaris es el que lo recibe. Markaris es nacido en Turqu¨ªa, de padre armenio y madre griega. Eso marca a fuego el car¨¢cter. S¨¦ lo que me digo. Mi padre era del Bar?a, mi madre del Madrid y a mi hermana le gustaban los Spandau Ballet. El Sal¨® de Cent est¨¢ lleno sin reventar. Pocos escritores y mucho abrigo no excesivamente caro: cosas de la crisis. Mejor que no haya escritores: cuando acudimos a actos en sitios institucionales nuestra mano tiene nostalgia a antorcha y brea. Parecemos m¨¢s la turba que persegu¨ªa a Frankestein que gente que sepa comportarse.

Paco Camarasa hace un discurso emotivo donde Jaritos y Carvalho coinciden y se tratan. Finalmente le pide a Markaris y a su polic¨ªa que no se rindan nunca. Y uno reconoce ¨Cuna vez m¨¢s- cu¨¢nto necesita creer en el material de la ficci¨®n para devolver a los gigantes su condici¨®n de molinos de viento.

Markaris hizo mirar y decir a su Kostas Jaritos cosas bastante parecidas a las que V¨¢zquez Montalb¨¢n hac¨ªa mirar y decir a su Carvalho. El ecosistema era parecido. P¨²stulas sin cerrar de la Dictadura y un mundo sentimental extingui¨¦ndose. Tanto Jaritos como Carvalho no eran sino zombis entre ruinas. A los escritores nos puede la nostalgia. Y no haber sido nunca ricos ni guapos, claro.

Markaris hace su discurso y destaca las bondades de la novela mediterr¨¢nea y lo importante que es no dejar que nos engulla la globalizaci¨®n. Quiz¨¢s por eso, para despistar, hace el discurso en ingl¨¦s.

* Carlos Zan¨®n. Autor de la novela ¡®No llames a casa¡¯ (RBA)