El aut¨¦ntico indignado
El realizador franco-argelino Tony Gatliff pasa revista con 'Indignado' a la revoluci¨®n contraponiendo las desventuras de una inmigrante ilegal al crecimiento de la militancia
En una paradoja digna de estudio cuando en Espa?a no hay ya ni rastro del movimiento 15-M que anta?o llenara plazas y prometiera democracia real, se presenta en Berl¨ªn la pel¨ªculas con trazos de documental, Indignados, donde el realizador franco-argelino Tony Gatliff pasa revista a la revoluci¨®n contraponiendo las desventuras de una inmigrante ilegal al crecimiento de la militancia que m¨¢s tarde desbordar¨ªa las calles de muchos pa¨ªses de todo el mundo.
Lo mejor del documental, que como el propio Gatlif es todo coraz¨®n, ha venido a posteriori y ha servido para escenificar las contradicciones de un movimiento que no supo encontrar la tecla para convertirse en la alternativa sociopol¨ªtica que muchos deseaban. Atend¨ªan la conferencia Isabel Vendrell, que interpreta a Betty en el filme; St¨¦phane Hessel, el escritor que con su manifiesto contra la inmovilidad, ?Ind¨ªgnaos! inspir¨® al realizador (seg¨²n confesaba ¨¦ste); y el propio Tony Gatlif.
La catalana Vendrell, luciendo un perfecto franc¨¦s se lanz¨® a un apasionado discurso sobre las bondades de la revoluci¨®n y de c¨®mo esta cambiar¨¢ el mundo. Fue uno de esos momentos (que se agradecen) en los que alguien demuestra pasi¨®n por una causa, creer en ella con fe desmedida. Un discurso sentido que hac¨ªa sonre¨ªr a Gatlif. Despu¨¦s de Vendrell se pudo escuchar a Hessel, 93 a?os, hablar de lo importante que era comprar su pr¨®ximo libro, que como los dos anteriores (vendidos por centenares de miles) habla de que hay que revelarse contra el sistema, y de que esperaba que todos procedieran a hacerlo (a comprarlo, se entiende). Quiz¨¢s el escritor trataba de lanzar un mensaje m¨¢s profundo, m¨¢s impactante, pero para los asistentes aquello recordaba mucho al ¡°aqu¨ª hemos venido a hablar de mi libro¡±. Francamente raro. Menos mal que Gatlif, un tipo fiero como un gallo de pelea, demostr¨® que a¨²n existe vida (y mucha) en las tripas de algunos. Si hay alguien que puede simbolizar la indignaci¨®n con solidez ese es el franco-argelino, un se?or que lleva a?os dando el callo y clamando a voz en grito, a muchos/as les vendr¨ªa bien escucharle: quiz¨¢s aprender¨ªan algo.
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