Londres canta bajo la lluvia

Gene Kelly canta y baila bajo la lluvia en una de las im¨¢genes irrepetibles que nos ha legado la historia del cine. No ha habido ni probablemente habr¨¢ nunca otro como ¨¦l, y sin embargo una nueva producci¨®n del West End londinense consigue ahora proyectar parte de la magia de aquel n¨²mero que protagoniz¨® en la famos¨ªsisma pel¨ªcula de 1952. Sobre las tablas de un teatro, el musical Cantando sobre la lluvia se torna en gran espect¨¢culo a cargo de un elenco impecable de artistas, con estupendas coreograf¨ªas que recrean sin apenas modificar el original, tambi¨¦n con humor, alegr¨ªa y sobre todo agua, mucho agua¡­

En el momento m¨¢s esperado de la funci¨®n, el ¨¦mulo de Kelly arranca en chapoteos y acaba salpicando a las primeras filas de la platea, para gozo de un p¨²blico que por entonces ya est¨¢ rendido. Ser¨¢ en realidad la ¨²nica sorpresa, porque el grueso de la audiencia ya conoce el argumento sobre la transici¨®n de Hollywood desde el cine mudo al sonoro, inspirador a su vez del gran ¨¦xito cinematogr¨¢fico de la temporada, la multipremiada cinta El Artista. Aunque no se trata de la primera reposici¨®n del musical en Londres ¨Csus antecesora recab¨® una acogida discreta- esta reedici¨®n de Cantando sobre la lluvia viene avalada por el ¨¦xito de su estreno en el Festival de Teatro de Chichester, el pasado verano, como lograda combinaci¨®n entre la calidad y el m¨¢s puro entretenimiento. Si bien ajena a grandes innovaciones, la cr¨ªtica se rindi¨® ya entonces al puro gozo.

Adam Cooper, antiguo miembro del Royal Ballet, interpreta con encanto y mucha t¨¦cnica al personaje principal (Don Lockwood), un actor de la era del cine mudo que debe adaptarse al fen¨®meno de las pel¨ªculas sonoras. Lo tendr¨¢ m¨¢s f¨¢cil que su coprotagonista (Lina Lamont), una estrella con voz de pito e imborrable acento de Brookling, que interpreta la vis c¨®mica de la actriz Catherine Kingsley. Al igual que en el filme original, su traslaci¨®n teatral incorpora v¨ªdeos en blanco y negro para relatar al espectador los primeros y desastrosos intentos de la pareja de actuar con palabras. Todo ello sazonado con n¨²meros inolvidables como Make ¡®Em Laugh, que en la gran pantalla interpretaba Donald O¡¯Connor y aqu¨ª replica con Gracia Daniel Crossley en el personaje de Cosmo.

No desmerece tampoco, en el papel que hace m¨¢s de medio siglo consagr¨® a Debbie Reynolds, la cantante y bailarina Scarlett Strallen, estupenda al entonar otra de las melod¨ªas m¨¢s recordadas, You were ment for me, o en las coreograf¨ªas dise?adas por Andrew Wright. Su Kathy enamora al protagonista y acaba desencadenando esa eclosi¨®n de baile y agua que es Cantando Bajo la Lluvia, el punto estelar de la velada. Cooper, por supuesto, no es Gene Kelly, pero al p¨²blico que abarrota el Palace Theatre desde hace una semana no parece importarle. Si el g¨¦nero del musical suele ser un buen ant¨ªdoto para los ¨¢nimos m¨¢s bajos, especialmente en tiempos de crisis, esta producci¨®n lo arropa con el mejor hacer de los artistas brit¨¢nicos y un ba?o de nostalgia que se perfila como uno de los hot tickets (las entradas m¨¢s buscadas) de la temporada.