Paula Rego: ¡°No consigo la obra que quiero¡±
La pintora portuguesa afincada en Londres vive un momento de m¨¢xima intensidad art¨ªstica
Como en los cuentos infantiles, en los cuadros de Paula Rego (Lisboa, 1935) los animales tienen cualidades humanas. Forman parte esencial del relato porque encarnan, a menudo, a personas clave en la biograf¨ªa de la artista o, incluso, a ella misma. En su obra Coneja embarazada cont¨¢ndoselo a sus padres, de 1982, Rego recrea un episodio muy anterior, el momento en el que la artista anunci¨® a su padre su propio embarazo, resultado de una relaci¨®n con un hombre casado, el artista brit¨¢nico Victor Willing, con el que contraer¨ªa finalmente matrimonio en 1959. Willing falleci¨® en 1988, tras luchar casi dos d¨¦cadas contra los estragos progresivos de la esclerosis m¨²ltiple. Cuidarle, alimentarle, darle las medicinas, era un proceso duro que la artista plasmar¨ªa en una serie de cuadros, Ni?a y perro, en los que Willing est¨¢ representado como un perro y ella, como una ni?a empe?ada en rasurarle, o en abrirle las mand¨ªbulas para hacerle tragar una medicina.
Tambi¨¦n hay animales en la obra gr¨¢fica que expone ahora en la galer¨ªa Marlborough de Madrid, pero les ganan en importancia los temas de denuncia. Criaturas, t¨ªtulo de la muestra, re¨²ne una docena de piezas gr¨¢ficas, la mayor¨ªa de los a?os 2008 y 2009, dedicadas a denunciar la ablaci¨®n, aunque tambi¨¦n se recogen algunas piezas de series anteriores, como Ladybird, de 1989; Straw Burning, de 1996, o el Autorretrato con nietos, de 2002. Rego denuncia con ferocidad la mutilaci¨®n de los genitales femeninos llevada a cabo, a veces, con la colaboraci¨®n de las propias madres de las v¨ªctimas.
¡°Es un hecho que las mujeres somos, a veces, crueles con las mujeres. ?Por qu¨¦? Quiz¨¢ por miedo a ser crueles con los hombres. No s¨¦. Todos somos crueles, los hombres, los ni?os, los animales. Todos somos crueles en alg¨²n momento¡±. La voz de Paula Rego suena, al otro lado del tel¨¦fono, con una cadencia algo triste, de quien ha luchado mucho y encuentra agridulce, quiz¨¢, el sabor del ¨¦xito. La artista habla desde su estudio, un lugar repleto de mu?ecos truculentos, ropas antiguas, muebles, situado en el norte de Londres, su ciudad, en la que lleva viviendo d¨¦cadas.
La pintora lamenta no haber podido venir a Madrid para asistir a la inauguraci¨®n de Criaturas, el pasado 2 de febrero, como hizo, en cambio, en el oto?o de 2007, cuando el Museo Reina Sof¨ªa le dedic¨® una espectacular retrospectiva, con cerca de un centenar de cuadros suyos.
¡°Tengo recuerdos maravillosos de aquella exposici¨®n. Me encanta Madrid. Estuve en 1957 con mi marido, y luego he pasado varias veces por ah¨ª, camino de Par¨ªs. Me encanta El Prado, es mi museo preferido. Siempre voy a verlo cuando paso por Madrid¡±.
Con 76 a?os cumplidos, Paula Rego es hoy una de las grandes artistas figurativas del panorama internacional, y una de las m¨¢s poderosas voces femeninas de la pintura contempor¨¢nea. Sus cuadros superan el medio mill¨®n de euros en las subastas, y sus litograf¨ªas y aguafuertes se venden como rosquillas. Tras las primeras exposiciones en Portugal y en Londres, su firma se convirti¨® en una de las m¨¢s codiciadas por los coleccionistas de arte a finales de los a?os ochenta, tras incorporarse, en 1987, a la cartera de artistas de la prestigiosa galer¨ªa Marlborough. Una exposici¨®n en la Serpentine Gallery de Londres, al a?o siguiente, le abri¨® las puertas del ¨¦xito. Templos de la pintura como la National Gallery, o la Tate Britain de Londres, atesoran obra suya, y en 2009 las autoridades portuguesas le dedicaron un museo enteramente para ella, Casa das Hist¨®rias. Paula Rego, en Cascais. El museo es como un itinerario documentado de su vida y de su evoluci¨®n art¨ªstica. Primero, el dibujo, las pinturas acr¨ªlicas, los collages de fuerte inspiraci¨®n surrealista y, finalmente, los cuadros al pastel, de grandes dimensiones, como el impresionante La familia.
Uno no tiene que ir por ah¨ª disparando contra nadie. Podemos atacar al sistema a trav¨¦s de la pintura Paula Rego
Historias de la tradici¨®n portuguesa, relatos infantiles, como las ilustraciones de la serie Caperucita Roja y Peter Pan, o novelas inquietantes como La metamorfosis, de Kafka, han encontrado en el dibujo al pastel de Rego una visualizaci¨®n particular, en la que asoma siempre el misterio, el miedo, la brutalidad descarnada. Ennoblecida con el t¨ªtulo de Dama del Imperio Brit¨¢nico en 2010, Rego ha sido igualmente condecorada en Portugal, donde es, adem¨¢s, enormemente famosa.
PREGUNTA. Usted es una artista figurativa. ?Qu¨¦ opina de la obra de Antoni T¨¤pies, que acaba de morir?
RESPUESTA. S¨ª, me enter¨¦ por los peri¨®dicos. Era un artista grand¨ªsimo. Vi una exposici¨®n suya har¨¢ unos tres a?os, en Barcelona, magn¨ªfica. Siento mucho su p¨¦rdida.
P. ?Nunca le ha tentado la pintura abstracta?
R. No, no he hecho arte abstracto. Hace tiempo hice muchos collages que pueden parecer abstractos, pero no lo son, eran collages que contaban historias. Luego lo dej¨¦, y empec¨¦ a hacer grandes cuadros figurativos. Siempre me ha gustado contar historias.
P. Los relatos que escuchaba en su infancia, en Portugal.
R. S¨ª, ten¨ªa una t¨ªa que me contaba historias continuamente. Empezaba por la ma?ana, a mediod¨ªa, y terminaba por la noche. Me ped¨ªa qu¨¦ quer¨ªa escuchar y se pasaba todo el d¨ªa as¨ª, cont¨¢ndome cuentos hasta la hora de la cena. Mis obras son relatos, siempre estoy contando algo.
Rego, hija ¨²nica, naci¨® en una familia acomodada en Lisboa. Su padre, ingeniero electr¨®nico, dej¨® el pa¨ªs para trabajar en el Reino Unido cuando ella ten¨ªa apenas 18 meses. La madre le acompa?¨® y la ni?a qued¨® al cuidado de la abuela hasta que regresaron, cuando hab¨ªa cumplido los tres a?os. Paula estudiar¨ªa en un colegio brit¨¢nico en Portugal y terminar¨ªa sus estudios en Londres, adonde lleg¨® con apenas 16 a?os, cuando todav¨ªa funcionaban las cartillas de racionamiento. All¨ª termin¨® el bachillerato y consigui¨® ser admitida en un prestigioso centro de arte, la Slade School of Art. En la Slade, Rego aprendi¨® a dibujar y a pintar al ¨®leo, un material que us¨® durante un tiempo, pero al que ha renunciado completamente seducida por el pastel.
¡°Creo que fue en 1993 cuando empec¨¦ a usar pastel. Hasta entonces utilic¨¦ ¨®leo y tambi¨¦n acr¨ªlico, pero el pastel es maravilloso porque es casi igual que dibujar, uno ataca el papel o la tela o lo que sea, como con el l¨¢piz, y hace una l¨ªnea y es verdaderamente muy satisfactorio. Es como dibujar, agresivo y tierno al mismo tiempo¡±.
P. Creo que ahora le interesa sobre todo la ¡°belleza de lo grotesco¡±.
R. S¨ª. No conozco a muchos artistas contempor¨¢neos que recurran a lo grotesco, pero todos los grandes maestros del pasado lo han hecho. F¨ªjese en Goya, siempre hay algo grotesco en su obra, y hay miedo. El miedo es algo muy presente para m¨ª. Pero tiene que tratarse de una historia verdadera, si no es un aburrimiento. Las historias antiguas eran maravillosas. Adem¨¢s, son las historias con las que me he criado.
P. Y sobre ellas se puede trabajar con la imaginaci¨®n.
Ya no es tan f¨¢cil sentir esa espontaneidad inicial. Pero cuando consigo algo es verdaderamente maravilloso Paula Rego
R. Por supuesto. A veces uno no sabe qu¨¦ hacer, y lee un poco de un libro, y de repente surgen las ideas, y uno empieza a ilustrarlo. Y se mezclan con otras ideas, de forma que va cambiando constantemente.
Cambiar una historia, transformar incluso a los personajes, es lo que m¨¢s le gusta a Paula Rego. Desde hace a?os utiliza como modelo a Lila Nunes, la enfermera que cuid¨® a su esposo durante su larga enfermedad. Tambi¨¦n Tony, el actual compa?ero de la artista, le sirve de modelo. Una y otro aparecen bajo apariencia femenina en sus cuadros. Por ejemplo, en el titulado Olga, Tony es el personaje central, una mujer vestida de negro, con melena rubia, que sostiene una especie de guitarra mientras una ni?a est¨¢ inclinada sobre ella, con la cabeza hundida entre sus piernas, en una posici¨®n inequ¨ªvocamente sexual.
Rego se ha reconocido siempre como una artista feminista que da testimonio del mundo femenino. En sus cuadros, las mujeres son omnipresentes. Y no suelen ser fr¨¢giles. M¨¢s bien s¨®lidas damas, musculosas, con rostros que denotan dureza y determinaci¨®n. Es como si quisiera reescribir la historia, cambiar el mundo en sus pasteles, siempre un poco ¨¢cidos. ¡°Cuando era ni?a, en Portugal, las mujeres llevaban una vida tan dif¨ªcil, tan dura, tan dolorosa en aquella etapa del fascismo. El aborto no era legal, pero se produc¨ªan abortos continuamente, y era injusto, y me indignaba mucho. Hice una pintura sobre un ¨¢ngel vengador en la ilustraci¨®n sobre el padre Amaro, [la novela de E?a de Queiroz El crimen del padre Amaro]. El ¨¢ngel final ven¨ªa a vengar a Amelia, a la que el cura deja embarazada y muere. Es algo muy triste. Mucha gente abortaba y mor¨ªa.
P. En sus ¨²ltimos grabados hay una denuncia de la ablaci¨®n tambi¨¦n. Es usted una artista batalladora. ?Cree que el arte puede cambiar el mundo?
R. Claro, es el arma de los artistas. Uno no tiene que ir por ah¨ª disparando contra nadie. Podemos atacar al sistema a trav¨¦s de la pintura. Si se tiene algo que decir, se dice a trav¨¦s de la pintura, aunque no siempre se entiende. Por ejemplo, cuando hice la serie sobre los abortos en Portugal [una serie de cuadros de protesta cuando se retir¨® la ley que permit¨ªa el aborto a las diez semanas de embarazo] nadie se dio cuenta de lo que significaban. Y los cr¨ªticos se limitaron a decir que ten¨ªan colores muy bonitos. Ahora que el aborto est¨¢ legalizado, empiezan a entenderlo.
P. Su esposo era un artista consagrado. ?No era dif¨ªcil convivir con otro pintor?
R. No, porque ¨¦l era much¨ªsimo mejor que yo, era un verdadero artista. Era ocho a?os mayor y un buen pintor, mientras yo cortaba pedacitos de papel, contando historias y jugando. No estaba haciendo arte. Y me gusta mucho hacer arte, pero tambi¨¦n me gusta contar historias.
P. Pero usted tambi¨¦n hac¨ªa arte.
R. No s¨¦¡
Rego, que ha vivido a caballo entre Portugal y Reino Unido, es una artista con doble identidad. ¡°Tengo la nacionalidad brit¨¢nica porque me cas¨¦ con un brit¨¢nico. Me gusta Londres y llevo viviendo aqu¨ª desde hace much¨ªsimo tiempo. Tengo mi estudio. En Portugal, la verdad, no me queda mucho. Londres me gusta, aunque la ciudad que me gusta m¨¢s es Madrid, me gustar¨ªa vivir ah¨ª, pero es dif¨ªcil porque no hablo espa?ol¡±.
P. Portugal es su fuente de inspiraci¨®n, pero ?de qu¨¦ manera ha marcado Reino Unido su trabajo art¨ªstico?
R. Venir a vivir aqu¨ª fue fundamental para m¨ª. En aquellos tiempos, Portugal era un pa¨ªs de mentalidad estrecha, donde imperaba el fascismo, era muy dif¨ªcil vivir all¨ª. Hab¨ªa una atm¨®sfera de miedo y mi padre dec¨ªa que me ten¨ªa que ir, que no era un pa¨ªs para mujeres, y ten¨ªa raz¨®n. Me envi¨® a Londres a terminar mis estudios y luego a la Slade School of Art. Donde aprend¨ª a dibujar.
P. Por tanto, se siente una artista brit¨¢nica.
R. Eso da lo mismo. Lo que soy es una artista que relata, que cuenta historias con sus cuadros, historias que en realidad son m¨¢s portuguesas que brit¨¢nicas. Adem¨¢s me traje aqu¨ª muchas cosas: la ropa de mi madre y de mi abuela, y la utilizo para mis cuadros. En Portugal no puedo pintar. Tengo que alejar de all¨ª todas esas cosas, tra¨¦rmelas, ponerlas aqu¨ª juntas en mi estudio, y la diferencia es enorme. All¨ª no puedo.
Es como si en Portugal la artista sufriera alg¨²n bloqueo. Desde la d¨¦cada de los sesenta, poco despu¨¦s del fallecimiento de su padre y de que a su marido le fuera diagnosticada su enfermedad, Paula Rego sufre episodios depresivos. Algo similar a lo que le ocurr¨ªa a su padre, que guardaba un silencio profundo en las sobremesas, sumido en un dolor incomunicable.
Rego recurri¨® a un analista jungiano y el an¨¢lisis, seg¨²n confesi¨®n propia, ha dado nuevo impulso a su trabajo. ¡°Ha sido muy importante para m¨ª porque libera la imaginaci¨®n, porque no tienes tanta conciencia de ti misma, y te permite perder el miedo y sentirte libre¡±.
P. ?Es cierto que le interesa cada vez m¨¢s la pintura a medida que envejece?
R. S¨ª, es cierto, pero el trabajo es m¨¢s dif¨ªcil cada vez. Ya no es tan f¨¢cil sentir esa espontaneidad inicial. Pero cuando consigo algo es verdaderamente maravilloso. Y me da mucha satisfacci¨®n.
P. Supongo que siente tambi¨¦n la satisfacci¨®n de ser una artista de ¨¦xito.
R. No me siento en absoluto una triunfadora. Quiero decir que me encanta poder exponer mi obra en diferentes pa¨ªses, pero no consigo hacer la obra que quiero hacer. No consigo hacer cosas verdaderamente buenas. Pero sigo intent¨¢ndolo y tal vez, en alg¨²n momento, consiga hacerlo mejor. O
Paula Rego. Criaturas (Obra gr¨¢fica). Galer¨ªa Marlborough. Orfila, 5. Madrid. Hasta el 10 de marzo.
Casa das Hist¨®rias. Paula Rego. Cascais.
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