¡°Si hablas demasiado acabas por no hacer nada y nosotros hacemos¡±
El director de cine brit¨¢nico Steve McQueen estrena hoy en los cines espa?oles 'Shame' Su segunda pel¨ªcula cuenta la historia de un tipo 'envenenado' por el sexo Michael Fassbender obtuvo la Copa Volpi, al mejor actor, en el festival de Venecia de 2011
Steve McQueen (1969, Londres) no est¨¢ contento. El director brit¨¢nico est¨¢ sufriendo las inclemencias de la prensa internacional, personificadas esta vez en una periodista alemana que insiste en saber por qu¨¦ el artista y realizador no ha cambiado su nombre para evitar ser confundido con el otro Steve McQueen. El londinense contesta simplemente "porque no", pero la teutona insiste: "Vale, pero ahora en serio, ?por qu¨¦ no se cambia el nombre?". Cuando le llega el turno a EL PA?S, McQueen est¨¢ en ebullici¨®n. Extiende la mano y cuando averigua de d¨®nde viene el plumilla estalla: "?Espa?a? En tu casa nadie quiso comprar Hunger [la ¨®pera prima del director] porque hab¨ªa desnudos frontales, fue uno de los ¨²nicos pa¨ªses a los que no se vendi¨® la pel¨ªcula". El periodista intenta convencerle de que es imposible, pero McQueen insiste: "Esa es la raz¨®n".
En realidad el ingl¨¦s deber¨ªa estar m¨¢s que satisfecho, porque la reacci¨®n a Shame, su segunda pel¨ªcula, ha sido entusiasta. El filme, que cuenta la historia de un tipo (Michael Fassbender) envenenado por el sexo, que procesa como si fuera una droga dura a la que debe recurrir una y otra vez, ha dado mucho: "Quer¨ªa contar una historia de un modo que resultase familiar, que no fuera como si estuvieses viendo a un marciano, pero es obvio que hablamos de algo extraordinario: un hombre que necesita aliviarse 40 veces al d¨ªa, que puede estar 72 horas seguidas viendo porno. Es alguien que es guapo, tiene dinero y un buen trabajo, y sin embargo se construye su propia prisi¨®n a trav¨¦s de su relaci¨®n con el sexo, una prisi¨®n sin barrotes". McQueen sonr¨ªe por primera vez cuando se le apunta que Hunger [que cuenta la historia del militante del IRA Bobby Sands, al que encarn¨® tambi¨¦n Fassbender] y Shame comparten -cierta- obsesi¨®n formal por el cuerpo humano. "Usamos nuestro cuerpo. Todos lo usamos, porque nuestro cuerpo define claramente qui¨¦nes somos en realidad. La gente habla, habla y habla, la mayor¨ªa del tiempo para soltar chorradas que nadie escucha, ni siquiera nuestros colegas. Hablar es algo que se hace para llenar espacios, para matar el aburrimiento. Shame, por ejemplo, no trata de llenar nada, y s¨ª, hay una relaci¨®n entre ella y Hunger: si Brandon [el personaje de Michael Fassbender en Shame] vive atrapado en su propio cuerpo, Bobby Sands consigue construir su propio espacio en prisi¨®n gracias a su cuerpo, al hecho de utilizarlo como arma con algo tan sencillo como dejar de comer".
McQueen ha encontrado en Michael Fassbender a una musa capaz de llevar sus postulados al l¨ªmite. El actor y el director se han convertido en u?a y carne y en unos meses rodar¨¢n su tercera pel¨ªcula juntos: "Michael es alguien muy directo, simplemente me pregunta y yo le contesto, pero no hablamos demasiado. Si hablas demasiado acabas por no hacer nada, as¨ª que nosotros hacemos en lugar de hablar de ello".
Cuando antes de acabar la entrevista el periodista le recuerda al director que Fassbender le defin¨ªa como "un salvaje", McQueen se carcajea, se levanta las gafas para secarse el sudor y confiesa: "?Sabes? En la segunda prueba para Hunger Michael y yo nos fuimos por ah¨ª a emborracharnos¡ Ese d¨ªa vi claro que era mi hombre".
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