Mientes
¡°Todo el mundo miente¡±. Cualquiera lo dir¨ªa en un pa¨ªs donde los j¨®venes se quitan el doctorado del curr¨ªculo para optar a camareros y alg¨²n secretario de Estado se a?ade una licenciatura durante 11 a?os por un despiste. Quien lo sentencia es el hura?o, arrogante, infeliz y genial doctor House, el personaje m¨¢s magn¨¦tico de las series en antena, que avanza en su octava y ¨²ltima temporada (en Fox y Cuatro). Nos dejar¨¢ su filosof¨ªa, m¨¢s Hobbes que Rousseau, propia para los tiempos que corren, necesitados de sano cinismo.
¡°Si quiere saber la verdad sobre una persona, esa es la ¨²ltima persona a la que debe preguntar¡±, sostiene el m¨¦dico gru?¨®n. Dijo Reuters que el Gobierno minti¨® sobre el d¨¦ficit, pero al final era mentira. Nuestra clase pol¨ªtica en bloque cree que Contador no minti¨® sobre lo del solomillo en Ir¨²n, luego minti¨® el TAS y miente el gui?ol franc¨¦s, a la hoguera con ¨¦l. Justificaron que quitaban Educaci¨®n para la Ciudadan¨ªa dando un ejemplo falso, qu¨¦ poco instructivo. Hasta era mentira el temario de las oposiciones docentes que ya se estudiaban.
¡°La mentira es como un hijo: da mucho trabajo pero lo haces porque el futuro depende de ellos¡±. Preguntaron a Camps y Costa si conoc¨ªan al tal Bigotes, y dijeron que apenas de vista, sin inmutarse cuando sonaron las cintas en las que le dec¨ªan ¡°amiguito¡±, ¡°te quiero mucho¡± o ¡°qu¨¦ hay de lo m¨ªo¡±. No culpables, dijo un tribunal al que creen m¨¢s que al TAS. Alguno dedujo de la ca¨ªda de Garz¨®n que todo G¨¹rtel era mentira, lo que es mucho deducir. S¨ª era mentira el caso fabricado para remover la teor¨ªa de la conspiraci¨®n del 11-M, y le han dado carpetazo. Un director general andaluz, el de los ERE falsos, subvencionaba a su ch¨®fer y se lo fund¨ªan en coca¨ªna y copas. Nos tememos que no sea mentira. Blanco niega lo de la cita en la gasolinera con el constructor, y uno de los dos miente.
¡°?Qu¨¦ prefiere: un m¨¦dico que le coja de la mano mientras muere o uno que le ignore mientras mejora?¡±. Los resultados mandan y justifican cualquier groser¨ªa, un poco a lo Mourinho. ¡°La amabilidad est¨¢ sobrevalorada¡±, dice House. Ser¨¢ por eso que la poblaci¨®n acepta que el nuevo Gobierno haga lo que dec¨ªa que no iba a hacer, porque tanto sus votantes como los otros ya intu¨ªan que se dispon¨ªan a hacer lo que nunca dir¨ªan que har¨ªan.
¡°?Te acuerdas del tema ¨¦tico que me da igual?¡±. Palabra del esc¨¦ptico doctor Gregory House
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