Los dibujos secretos de El Bosco
Una investigaci¨®n internacional desvela sorprendentes detalles en 'Las meditaciones de San Juan Bautista' del museo L¨¢zaro Galdiano de Madrid
Las meditaciones de San Juan Bautista, pintada por El Bosco entre 1485 y 1510, es una de las obras m¨¢s conocidas del Museo L¨¢zaro Galdiano. En el cuadro, 60 por 40 cent¨ªmetros, el santo aparece rodeado por extra?as monta?as (espejo de la lujuria y el pecado), animales de granja mezclados con criaturas extra?as y plantas fant¨¢stica propias de una pel¨ªcula de ciencia ficci¨®n. En esa tabla destaca lo que podr¨ªa ser una especie de granada trepadora. En la restauraci¨®n realizada por el museo en 1995, se intu¨ªa la existencia de una figura masculina ocupando la parte central de la fruta. Ahora se puede ver casi cada detalle de la cabeza y el dibujo que realiz¨® el artista antes de pintar y se sabe que, como hizo en otras obras, el rostro corresponde al donante, la persona que encarg¨® la obra. ?Por qu¨¦ lo hizo desaparecer? Las causas pueden ser muchas: no le agrad¨® al pagador. No funcion¨® la composici¨®n a ojos del artista. Se arrepinti¨® sobre la marcha y la imagen del mecenas queda como otros muchos arrepentimientos del artista...
Los descubrimientos que hoy mi¨¦rcoles da a conocer el L¨¢zaro Galdiano sobre una de sus joyas m¨¢s famosas es debido al trabajo de investigaci¨®n que desde hace un a?o realiza el Bosch Research and Conservation Project para revaluar la obra fundamental de El Bosco. Con un presupuesto de dos millones de euros, el equipo estudia alrededor de cincuenta obras maestras que formar¨¢n parte de la exposici¨®n que en 2016 se le dedicar¨¢ en el Noordbrabants Museum de Hertogenbosch (el Museo de Brabante ) a prop¨®sito de los cinco siglos que su muerte. Brabante es la regi¨®n en la que vino al mundo el maestro de Brueghel el Viejo, donde, sin embargo, no poseen ninguna obra del pintor. Todas las piezas que entonces se exhiban ser¨¢n prestadas por museos y coleccionistas privados.
Pero antes de que la exposici¨®n se pueda disfrutar, Matthijs Ilsink explica en los talleres del L¨¢zano Galdiano en qu¨¦ consiste el trabajo del equipo que ¨¦l coordina. Acompa?ado de tres expertos que no despegan la vista del ordenador, Ilsink se?ala la c¨¢mara que a unos cinco cent¨ªmetros de distancia fotograf¨ªa sin parar Las meditaciones de San Juan Bautista. Con luz visible e infrarroja, la c¨¢mara va tomando macrofotograf¨ªas que, divididas en cuadr¨ªculas, dan detalles del cuadro que hasta ahora nunca se hab¨ªan podido ver. Al menos, con tal nitidez.
Ilsink aclara que no se trata de desenmascarar falsas atribuciones (caso de Rembrandt) ni aportar nuevos descubrimientos (aunque s¨ª estudian algunos cuadros de su entorno). ¡°Se trata de conocer la obra de El Bosco hasta el ¨²ltimo detalle. No solo las figuras ocultas que se est¨¢n descubriendo en algunos de sus trabajos, sino de analizar como era su pincelada (fina en unos casos, gruesa en sus comienzos) y que no volcaba la pintura directamente, como otros pintores flamencos, sino que, previamente, dibujaba cada elemento con todo detalle, incluidos los sombreados¡±.
Amparo L¨®pez Redondo, conservadora jefe de la Fundaci¨®n L¨¢zaro Galdiano, pone todo el entusiasmo del mundo para detallar otros asuntos fundamentales que confirman las nuevas pruebas. Como, por ejemplo, que este cuadro presenta tantas similitudes con el San Juan en Patmos que conserva el Staatliche Museo de Berl¨ªn que se puede asegurar que ambos cuadros forman parte de un tr¨ªptico escult¨®rico con dos tablas. Una vez descubierto el hecho de que la planta oculta una figura humana que se intent¨® hacer desaparecer del cuadro, la explicaci¨®n que manejan los expertos es que se cort¨® la parte inferior y se rehizo la pieza manteniendo los elementos primitivos.
Aunque en Espa?a puede haber una docena de obras de El Bosco, el equipo investigador seguir¨¢ su gira en cuanto concluya el trabajo en el L¨¢zaro Galdiano. Ilsink explica que solo se fotograf¨ªan los que pueden aportar novedades para entender la esencia de la obra de El Bosco. El Prado tiene una de las mejores representaciones del mundo, gracias al fervor que Felipe II profesaba por este pintor. En sus salas se encuentra El carro de heno, La Adoraci¨®n de los magos, El jard¨ªn de las delicias, Los siete pecados capitales o Las tentaciones de San Antonio. En el palacio de San Lorenzo de El Escorial se exhibe otra de las grandes obras de El Bosco: Jes¨²s con la cruz a cuestas.
Las meditaciones de San Juan Bautista consta como propiedad del L¨¢zaro Galdiano desde 1913. En 1936, antes de que comenzara la Guerra Civil, el museo Boymans van Beuningen de Rotterdam se hab¨ªa llevado el cuadro para una exposici¨®n. Al estallar la guerra, la pinacoteca holandesa se ofreci¨® a custodiar la obra y el Galdiano acept¨®. Durante la Segunda Guerra Mundial, el cuadro se salva de las llamas que consumieron la ciudad gracias a que junto a otros muchos fue escondido en una gruta. Pasada la guerra, y pese a las numerosas ofertas econ¨®micas recibidas, Jer¨®nimo Seisdedos -entonces conservador del Prado- viaj¨® a Rotterdam para llevar el cuadro a Madrid. Lo entreg¨® el 2 de abril de 1949.
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