Mil¨¢n ense?a los dientes
El anuncio de la salida de Raf Simons de Jil Sander agita el inicio de la semana de la moda italiana
El anuncio de la salida de Raf Simons de Jil Sander sacudi¨® la segunda jornada de la semana de la moda de Mil¨¢n. No solo por las especulaciones sobre cu¨¢l ser¨¢ el destino del belga, sino sobre todo por la extendida creencia de que la dise?adora alemana de 68 a?os volver¨¢ a la compa?¨ªa que lleva su nombre. La compa?¨ªa Jil Sander afirm¨® ayer que anunciar¨¢ ¡°en breve¡± qui¨¦n tomar¨¢ el mando creativo y que el desfile de oto?o/invierno 2012 del s¨¢bado ser¨¢ el ¨²ltimo de Simons.
Las noticias han dado todav¨ªa m¨¢s nervio al inicio de una pasarela que ya se preve¨ªa agitada. La competencia entre las capitales de la moda ha elevado sus ambiciones. Justo despu¨¦s de que Londres entregara una de sus ediciones m¨¢s exitosas, gracias a las incursiones en el calendario de Stella McCartney y Alexander McQueen, Mil¨¢n exhibe m¨²sculo. Desde el mi¨¦rcoles hasta el martes se mostrar¨¢n 137 colecciones para oto?o/invierno 2012 a lo largo de 72 desfiles y casi las mismas presentaciones. N¨²meros que muestran la importancia de la industria ¡ªque calcula que facturar¨¢ m¨¢s 60.000 millones de euros en 2012¡ª en el tejido econ¨®mico y social italiano. Grandes palazzos sirven de decorado para la mayor¨ªa de los eventos, como la presentaci¨®n del d¨²o Aquilano y Rimondi para Fay entre cuadros de Canaletto en el Palacio Crespi, hogar de los pr¨ªncipes del mismo apellido. Unas 2.000 periodistas, de 37 pa¨ªses, informan sobre una temporada que no puede zafarse de la incertidumbre que pesa sobre Europa. El alegre optimismo que permeaba las colecciones de primavera ha dado un vuelco m¨¢s sombr¨ªo y mucho m¨¢s aguerrido. Cada dise?ador lo manifiesta a su manera, aunque el hilo conductor podr¨ªa ser una deriva hacia el lujo discreto y las siluetas preparadas para la batalla.
Gucci, de la mano de Frida Giannini, rompi¨® el fuego el mi¨¦rcoles con una propuesta que la dise?adora define como ¡°de un romanticismo de nuestro tiempo y con glamour oscuro¡±. Una mezcla sutil de influencias del siglo XIX, al estilo dandi, con cortes militares para levitas, capas con drapeados en la espalda y pantalones ecuestres metidos dentro de altas botas. Usa materiales como brocados de seda como si de tapices se trataran. Para la noche, largos vestidos de chifon negro ocultan el pecho con elaborados bordados de cristales y pedrer¨ªa.
Anoche Prada present¨® una colecci¨®n con la que homenaje¨® su propio pasado. La mirada atr¨¢s recupera los estampados ¨®pticos de los a?os sesenta, la elegancia de esta d¨¦cada y casi todos los modelos de bolso que alguna vez le han funcionado. Prada logra una silueta afilada a pesar de las constantes superposiciones, en parte, porque sus variaciones sobre la chaqueta de frac, los pantalones tobillos y las levitas se asientan en s¨®lidos cimientos de sastrer¨ªa. Con motivos de flores realizados con piedras, enormes plataformas de caucho y maquillaje blanco y naranja, las modelos se alejan de la femineidad arquet¨ªpica que presid¨ªa la colecci¨®n anterior.
Incluso Alberta Ferretti opt¨® por una clave menos rom¨¢ntica de lo que acostumbra y la m¨²sica de Instinto b¨¢sico reiter¨® su apuesta por la impecable sastrer¨ªa. Max Mara, una firma con los pies en la tierra, se sum¨® a la tendencia militar imperante. Y en Fendi Karl lagerfeld jug¨® a mezclar varios tipos de piel en complicadas y aguerridas siluetas asim¨¦tricas. El dise?ador alem¨¢n superpone piezas largas sobre medias faldas tipo kilt escoc¨¦s con tablas hacia un lado o grandes chaquetones de colores, ajust¨¢ndolo todo con un gran cintur¨®n de forma ovalada por delante.
Babelia
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