Elizabeth Connell, brillante soprano sudafricana

Elizabeth Connell fue una gran soprano, en el sentido musical, humano y f¨ªsico. Su corpulencia nunca la acomplej¨®: dec¨ªa que Maria Callas hab¨ªa perdido el control de su voz cuando adelgaz¨® y ella, que disfrutaba comiendo, jam¨¢s perdi¨® el control de sus recursos vocales; de una voz que empez¨® en la tesitura de mezzosoprano y se reinvent¨® a principios de la d¨¦cada de 1980 saltando a la tesitura de soprano; de una voz que, pese al paso de los a?os, nunca perdi¨® su primigenia frescura. Gran especialista en Wagner, as¨ª como en Verdi y Richard Strauss, su repertorio abarc¨® desde t¨ªtulos de Mozart a obras de Britten. Muri¨® el pasado 18 de febrero en Londres a los 65 a?os v¨ªctima de un c¨¢ncer de pulm¨®n.

Elizabeth Connell naci¨® el 22 de octubre de 1946 en la ciudad surafricana de Port Elizabeth. En su familia siempre hubo m¨²sica y ella sinti¨® desde peque?a la necesidad de actuar. Estudi¨® piano, ambicionaba ser concertista, pero el canto se impuso en su camino y a los 19 a?os ya cant¨® en una producci¨®n estudiantil de Dido y Eneas, de Purcell. Despu¨¦s de graduarse en m¨²sica en la Universidad de Witwatersrand, en Johanesburgo, se matricul¨® en la facultad de Geograf¨ªa para calmar la ansiedad de sus padres, que no ve¨ªan en el mundo de la m¨²sica un futuro laboral seguro. Una beca le permiti¨® proseguir en 1970 sus estudios en el London Opera Center, en el Reino Unido, con el checo Otakar Kraus. Y tras ganar en 1972 un concurso pudo debutar oficialmente ese mismo a?o en el Festival de Wexford, Irlanda, interpretando el personaje de Varvara de la ¨®pera de Jan¨¢cek Katia Kabanova.

En 1973 cant¨® en la primera obra que se interpret¨® en la ?pera de Sidney, Guerra y paz, de Prok¨®fiev, y desde entonces mantuvo una estrecha relaci¨®n con el conocido teatro l¨ªrico de las ant¨ªpodas. En 1975 su participaci¨®n en una velada de los Proms de Londres, donde cant¨® la sinfon¨ªa n¨²mero 8 de Mahler bajo la direcci¨®n de Pierre Boulez, catapult¨® su carrera y pas¨® de interpretar peque?os papeles en la English National Opera a debutar en el Covent Garden de Londres en I Lombardi de Verdi. A partir de aqu¨ª su carrera despeg¨® cantando en los principales teatros de ¨®pera de Europa un repertorio centrado en Wagner, Verdi y Richard Strauss, compositores que han cimentado su prestigio internacional. En 1980 debut¨® en el Festival de Bayreuth con el personaje de Ortrud de Lohenngrin y el siguiente a?o el de Bragane de Trist¨¢n e Isolda.

Tras su paso por el santuario wagneriano hizo un alto en su carrera y reapareci¨® en 1983 con la tesitura de soprano cantando el personaje de Fiordiligi de Cos¨¬ fan tutte, de Mozart, en la Scala de Mil¨¢n; Electra en el Festival de Salzburgo; y Norma en la ?pera de Ginebra. Dos a?os despu¨¦s debut¨® en el Metropolitan de Nueva York. En Espa?a cant¨® por primera vez en 1984 en el Teatro del Liceo de Barcelona en una representaci¨®n de la opereta de Johann Strauss El murci¨¦lago. En el Teatro Real de Madrid debut¨® en 2000 con Trist¨¢n e Isolda durante una visita de la compa?¨ªa de la Staatsoper de Berl¨ªn capitaneada por Daniel Barenboim. Tambi¨¦n se la pudo o¨ªr en el Teatro Campoamor de Oviedo como Electra, en 2004, y en la temporada de ¨®pera de Las Palmas, en 2009.

Turandot fue la ¨²ltima ¨®pera que cant¨®, en febrero de 2011 en Praga, y su postrera aparici¨®n en p¨²blico tuvo lugar en Hastings, en Inglaterra, el 27 de noviembre pasado, donde cant¨® algunas de sus arias de ¨®pera favoritas. Deja un amplio legado discogr¨¢fico que incluye grabaciones de Guillermo Tell, Los condenados de Franz Schreker, I due foscari de Verdi, la sinfon¨ªa n¨²mero 2 de Mendelssohn o los Gurrelieder de Sch?nberg.