De la pasarela al West End

Desde las pasarelas internacionales, la portada del Vogue o los ateliers de los grandes dise?adores hasta las tablas de un peque?o teatro del West End. Agyness Deyn acaba de protagonizar ese salto sorprendente, aparcando por el momento el mundillo de la moda que ha propulsado su palmito ¨Cy su cotizaci¨®n- en el ¨²ltimo lustro. O quiz¨¢ de forma definitiva, porque la supermodelo brit¨¢nica se ha declarado dispuesta a dedicarse de pleno a la interpretaci¨®n. Viene a confirmarlo con su debut, esta semana y en el coraz¨®n teatral de Londres, de la mano de la obra The leisure society (La sociedad del ocio), una elecci¨®n inteligente al tratarse de una comedia que siempre suele contentar al p¨²blico y que arropa su actuaci¨®n con un elenco de actores tan j¨®venes como a la vez experimentados en la escena londinense.

Dotada de un f¨ªsico andr¨®gino y un punto ani?ado, la otrora percha de Armani, Vivianne Westwood o Paul Smith asume el papel de una joven de 21 a?os (en la realidad tiene ocho m¨¢s) en una pieza hilarante, aunque al tiempo de oscuro trasfondo, que firma el canadiense Fran?ois Archambault. La obra se desarrolla a lo largo de una cena compartida por dos parejas radicalmente opuestas, un matrimonio aparentemente perfecto de profesionales urbanos, triunfadores y muy pagados de s¨ª mismos, que recibe en su casa a dos invitados, la encarnaci¨®n de los amantes postmodernos (se autodefinen como ¡°amigos especiales¡±). El personaje de Deyn integra la mitad de este ¨²ltimo d¨²o, un esp¨ªritu libre, sexualmente explosivo y a la postre detonante en una velada que acabar¨¢ degenerando en excesos et¨ªlicos, confesiones de secretos oscuros y de frustraciones por parte de los anfitriones.

El reducido aforo (98 plazas) de la sala 2 del Trafalgar Studios, un teatro que combina en sus dos escenarios las propuestas comerciales y el riesgo, es desde el pasado martes el foco de proyecci¨®n de la nueva faceta de la modelo. Junto al gancho de la fama de Deyn, por motivos ajenos a la profesi¨®n actoral, destaca en el reparto a cuatro bandas el ilustre apellido de Ed Stoppard. El muy atractivo hijo del dramaturgo Tom Stoppard es un personaje popular entre las audiencias gracias a la serie Arriba, Abajo, que la televisi¨®n brit¨¢nica emite esta temporada, a la par que un int¨¦rprete respetado en el gremio por sus constantes incursiones teatrales (desde Hamlet o El Zoo de Cristal hasta la obra de su padre Arcadia).

Completan el elenco, y con mucha solvencia, los actores Melanie Gray y John Schwab, pero todos los ojos medi¨¢ticos est¨¢n puestos en Deyn y su reci¨¦n descubierta vocaci¨®n. ¡°Meryl Streep es mi reina¡±, declaraba la supermodelo en v¨ªsperas de su estreno teatral y por supuesto consciente de los a?os luz que le separan de la estrella estadounidense, reciente receptora de su tercer premio Oscar. La experiencia de Deyn en el mundo de la interpretaci¨®n se resume en peque?os papeles en largometrajes como Furia de Titanes, donde encarnaba a la diosa Afrodita, o Pusher, experiencia que le convenci¨® para dar un giro a su carrera: ¡°Esto es a lo que tengo que dedicarme¡±, dijo entonces.

Reteniendo su alias profesional de Agyness Deyn, la mujer que en realidad se llama Laura Hollins luce hoy con orgullo esos 29 a?os que en su d¨ªa false¨® para labrarse un hueco en el universo de la moda (seg¨²n la propia admisi¨®n, se quit¨® cinco a?os). Ha hecho sus pinitos con la m¨²sica, participando en dos bandas inglesas (Five O¡¯Clok Heroes y Lucky Knitwear) y cantando en un v¨ªdeo musical de Rihanna. Pero esas incursiones lejos de los desfiles de modistos se le antojaron insuficientes y, en 2009, contrataba a un agente para indagar sus posibilidades en el mundo de las pel¨ªculas y la escena. Con su participaci¨®n en The leisure society acaba de poner una pica en Flandes.