Dos Ligas
Los almendros han florecido. Esta es la mejor noticia que han recibido los espa?oles en las ¨²ltimas semanas. Mientras se esperan las aguas de marzo, los madrile?os tuvieron ayer un d¨ªa de refer¨¦ndum, alternativo y silenciado, sobre la privatizaci¨®n de su canal de suministro de agua. Es bien curioso que en tiempo de crisis, cuando el Estado aumenta los impuestos directos y los gobiernos locales multiplican las tasas y la presi¨®n fiscal sobre los ciudadanos, se genera el clima propicio para vender los recursos primarios, entre ellos el agua, adem¨¢s de poner a recaudo de empresas privadas los derechos m¨¢s imprescindibles como la salud y la educaci¨®n. Es un desguace de los pilares b¨¢sicos de la sociedad del bienestar representado tan a las claras que produce rubor y verg¨¹enza, similar al que las v¨ªctimas de un timo sufren en silencio.
Los socialistas en la oposici¨®n tuvieron el d¨ªa anterior la oportunidad de escenificar otro cap¨ªtulo en su eterna pugna interna. Si las encuestas no se equivocan, pronto Andaluc¨ªa y Pa¨ªs Vasco se les habr¨¢n esfumado de las manos. Una reflexi¨®n maliciosa confirmar¨ªa que las primarias son un invento maravilloso para que los candidatos socialistas ganen alguna elecci¨®n. As¨ª, Tom¨¢s G¨®mez se alza como un pol¨ªtico triunfador, que vence con autoridad las elecciones dentro de su partido, aunque pierde todas las del mundo real. Pasa algo similar en el f¨²tbol, donde hay dos Ligas, la que dirimen Madrid y Bar?a, y la otra, donde el tercero por la cabeza y el tercero por la cola est¨¢n separados por solo diez puntos.
Los populares aprovechan su tiempo de mando. Aparentan menos complejos y son capaces de reabrir un rato las investigaciones sobre los trenes de Atocha, por aquello del qu¨¦ dir¨ªan si no, o de ascender a salpicados por el caso Gescartera a los organismos de control de corrupci¨®n que nunca debieron haber abandonado en el mundo ideal de la impunidad. Pero no renuncian a la profesionalidad, como la de Natalio Grueso, que levant¨® el centro Niemeyer, fichado para prolongar la estupenda tarea de Alicia Moreno en las Artes municipales. O Boadella en el teatro del Canal, que podr¨ªa ser el ¨²ltimo s¨ªmbolo de que el agua perteneci¨®, un d¨ªa, a los ciudadanos.
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