Cuando ellas sacan los colores
Comienza en Madrid el I Festival Miradas de Mujeres Setenta exposiciones simult¨¢neas en Madrid muestran la obra de 300 artistas
Basta de victimismos. Si no se te otorga hay que propiciarlo. Setenta exposiciones simult¨¢neas en Madrid, con obra de 300 artistas mujeres, son una demostraci¨®n de fuerza, de trabajo serio. Y en el caso de la propuesta enmarcada dentro del I Festival Miradas de Mujeres (FMM), de un alto nivel de calidad. Uno de los t¨®picos que siempre han reca¨ªdo sobre la visibilidad de las artistas es el de su escasez ante una mayor¨ªa de hombres. Quiz¨¢ un panorama como este contribuya a romperlo. Y no porque sea una muestra sexista, es decir, ¡°de mujeres¡±, sino porque los criterios de selecci¨®n reclaman un lugar competitivo y sin concesiones paternalistas.
Figuras muy reconocidas como Soledad Sevilla, Eva Lootz, Liliana Porter, Isabel Mu?oz u otras ya establecidas como Marta Mar¨ªa P¨¦rez Bravo, Esther Pizarro, Concha Garc¨ªa, todas ellas con muestras individuales, se han sumado a este festival en el que dominan exposiciones colectivas en instituciones y galer¨ªas de toda la regi¨®n. Algunas, como Ellas. Creadoras del siglo XX y XXI incluyen obras de artistas como Marina Abramovic, Cindy Sherman, Gis¨¨le Freund, Frida Kahlo, Paloma Navares, Marina N¨²?ez, Esther Ferrer o Ouka Leele. Tambi¨¦n hay alguna que trata los contrastes de g¨¦nero, como Diferencia y acuerdo, que re¨²ne trabajos de Sarah Lucas o Catherine Opie, enfrent¨¢ndolos con los de Manu Arregui y Yasumasa Morimura. Tambi¨¦n tienen presencia creadoras de distintas culturas, como las tres que unen sus trabajos bajo el t¨ªtulo de Cuerpos: una marroqu¨ª, una tunecina y una franco-argelina. El programa incluye tambi¨¦n proyecciones de v¨ªdeos, debates, performances y otras actividades.
El hecho de formar parte de esta manifestaci¨®n de fuerza que es el FMM, con tantas artistas exponiendo a la vez en Madrid, ha sido una interesante sorpresa para Marina N¨²?ez (Palencia, 1966). ¡°Da una imagen poderosa, importante e interesante de lo que hacen las artistas hoy. Pero tambi¨¦n me ha hecho pensar que no se trata de una situaci¨®n de igualdad ya normalizada. Todav¨ªa tenemos poca visibilidad y lo m¨¢s curioso es que ha habido avances, pero se han estancado desde hace algunos a?os. No s¨¦ por qu¨¦. Desde el punto de vista pol¨ªtico sigue habiendo discriminaci¨®n¡±, dice.
Ella siempre se ha interesado por ciertos discursos feministas en relaci¨®n con el arte. ¡°Creo que la mirada de g¨¦nero es epistemol¨®gicamente distinta entre hombres y mujeres. La sintaxis en las obras femeninas es diferente de las que copan el mercado. Ver tantas artistas interesantes a la vez demuestra que el nivel es bastante alto y que los prejuicios persisten. Las que hemos tenido mayor presencia en la escena art¨ªstica cubrimos unas cuotas que son las que estabilizan las injusticias del sistema. Cuando se cre¨® la asociaci¨®n de Mujeres en las Artes Visuales (MAV) nos sorprendi¨® lo r¨¢pidamente que creci¨® el n¨²mero de afiliadas. Eso quiere decir que hay una sensaci¨®n de injusticia mayor de la que se pensaba. Hay muchas artistas disgustadas con las oportunidades que se les presentan y que no quieren ser v¨ªctimas de ellas. El MAV les ha proporcionado una plataforma de lucha¡±.
Buena parte de la obra de Marina N¨²?ez se centra en el cuerpo de la mujer. Son inquietantes fantas¨ªas futuristas nada gratuitas, que plantean preguntas cercanas a lo psicol¨®gico o filos¨®fico. ¡°Me interesaba deconstruir los estereotipos femeninos y proponer otros. Luego continu¨¦ representando el cuerpo de la mujer quiz¨¢ por cuesti¨®n de cercan¨ªa, porque conozco mejor el m¨ªo y me sale como algo natural utilizarlo. Es dif¨ªcil hablar desde la posici¨®n del otro¡±, afirma.
En treinta ediciones, de 1980 a 2010, solo seis mujeres han conseguido ganar el Premio nacional de Artes Pl¨¢sticas
Entre las distintas derivas del feminismo, ¡°el de las esencias femeninas y el de la construcci¨®n cultural de lo femenino¡±, ella eligi¨® la segunda. ¡°Lo continu¨¦ a trav¨¦s del ciberfeminismo y la teor¨ªa queer¡±.
Lo cierto es que hay muchas ideas preconcebidas respecto a la mujer en las artes a lo largo de la historia y quiz¨¢ prejuicios tan asimilados en toda la sociedad que ni siquiera se trata de una campa?a machista orquestada para minimizarlas. Simplemente es la perpetuaci¨®n de una actitud miope y desinformada. Algunos datos sirven para aclarar la situaci¨®n.
Uno de los argumentos para su reducida presencia en los libros de historia y museos era su escaso n¨²mero. En el siglo XIX hab¨ªa cerca de mil artistas pl¨¢sticas en Espa?a, y hasta la tercera d¨¦cada del XX, justo hasta el inicio de la Guerra Civil, el 18% de las obras que se exhib¨ªan en las exposiciones nacionales eran de mujeres, seg¨²n el ilustrativo art¨ªculo de Roc¨ªo de la Villa en el volumen Mujeres y Cultura. Pol¨ªticas de Igualdad, recientemente editado por el Ministerio de Cultura. A pesar de ello los reconocimientos oficiales a la labor de estas artistas son m¨ªnimos. De las treinta ediciones de los premios nacionales de Artes Pl¨¢sticas entre 1980 y 2010, solo se le ha otorgado a seis mujeres. El Premio Vel¨¢zquez nunca ha reca¨ªdo en ninguna espa?ola y tampoco los premios Pr¨ªncipe de Asturias de las Artes han reconocido la trayectoria de espa?olas o extranjeras. Desde 1969 solamente nueve han recibido la Medalla de Oro al m¨¦rito en Bellas Artes. Solo una artista ha ingresado en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando.
Por eso la mayor parte de las creadoras que han conseguido mayor proyecci¨®n han tenido que ser reconocidas en el extranjero para lograr en Espa?a un estatus m¨¢s destacado. Cristina Iglesias, Dora Garc¨ªa, Alicia Framis o Lara Almarcegui son algunas de ellas. A Paloma Navares (Burgos, 1947) le cost¨® mucho despegar definitivamente. ¡°Pese a los 17 a?os de apoyo total de mi galerista Evelyn Botella no pasaba nada con mi carrera. Solo se asent¨® cuando me expusieron en Francia, Alemania o Austria¡±, afirma. ¡°He trabajado mucho en mi obra sobre temas relacionados con la mujer y debo decir que los trabajos considerados m¨¢s feministas estaban mal vistos. Lo que yo quer¨ªa era solo contar mis historias, reivindicar un lugar¡±. Cierta prevenci¨®n ante estos temas proven¨ªa de un medio que todav¨ªa manejaba c¨®digos machistas. ¡°Recuerdo una cr¨ªtica supuestamente favorable sobre mi obra que dec¨ªa que estaba tan bien que parec¨ªa hecha por un hombre. Y eso era un halago. Ahora las cosas no son as¨ª, aunque no s¨¦ si han cambiado del todo. Es muy dif¨ªcil vivir de tu arte. Creo que solo el 3% de las artistas en Europa pueden hacerlo. De los hombres es el 8%¡±.
Carmen Calvo (Valencia, 1950) tampoco lo tuvo f¨¢cil. Ella recuerda que su decisi¨®n de pintar no cre¨® mayores recelos en su entorno. ¡°Antes ser artista entraba en la idea de lo femenino, en el mal sentido de la palabra¡±, afirma. ¡°Se consideraba un entretenimiento inofensivo pintar flores o cosas decorativas. No se pensaba que ibas a continuar y menos a dedicarte profesionalmente al arte. En los a?os setenta, cuando yo empec¨¦, todo eran impedimentos¡±.
¡°Figuras llamativas como hab¨ªan sido unas d¨¦cadas antes Maruja Mallo o Mar¨ªa Girona, hab¨ªan desaparecido. Las artistas de mi generaci¨®n tuvimos que afrontar otro tipo de conflictos. Yo me he dedicado en exclusiva a la pintura, pero muchas otras terminaron dej¨¢ndolo al tener que cuidar de una familia. En el franquismo cualquiera que se dedicara al arte estaba mal visto, y si era mujer peor¡±, se?ala.
Demostrar que se pretende construir una carrera en el arte ha sido una prueba m¨¢s exigente para las mujeres. Ciertamente la formaci¨®n de una familia ha apartado temporal ¡ªo definitivamente¡ª a algunas. Pero muchas han persistido pese a las dificultades. La presencia de las artistas espa?olas en colecciones de museos es quiz¨¢ por eso, y otras razones, limitada. Est¨¢ entre el 10% y el 25%. Y solo el 10% de las exposiciones individuales programadas en instituciones son de mujeres.
¡°A lo largo de mi vida he tenido que enfrentarme a muchas situaciones de desventaja, pero he seguido luchando y trabajando d¨ªa a d¨ªa. Donde m¨¢s se nota esta situaci¨®n es en los museos, el n¨²mero de artistas mujeres es muy peque?o. No hay una historia coherente del arte si existe esa exclusi¨®n, ese olvido. En este pa¨ªs no hay memoria¡±, comenta Carmen Calvo.
Y de memoria sabe esta artista que recurre con frecuencia a im¨¢genes y documentos del pasado en sus trabajos. Calvo piensa que s¨ª hay una perspectiva femenina en su obra. ¡°Hay artistas en las que el g¨¦nero es evidente, como en Louise Bourgeois, Cindy Sherman o Ana Mendieta. Ellas muestran sus obsesiones y sus vivencias m¨¢s ¨ªntimas. Y creo que est¨¢ bien que eso sea as¨ª. Yo tambi¨¦n incorporo elementos autobiogr¨¢ficos que remarcan lo que uno es. Hace falta que dejemos tambi¨¦n ese testimonio. No solo el de las vivencias de los hombres debe entrar al museo. La pintura no es femenina ni masculina, tiene que ser simplemente buena. No es cuesti¨®n de sexo sino de seso¡±.
Todav¨ªa tenemos poca visibilidad. Lo curioso es que ha habido avances, pero se han estancado¡± Marina N¨²?ez
En realidad, las dificultades empiezan nada m¨¢s salir de la Facultad. En los ¨²ltimos diez a?os, del 70% de licenciadas que recib¨ªan ayudas, becas y premios se ha llegado al 30%. La profesionalizaci¨®n topa con otras trabas tambi¨¦n en el circuito de galer¨ªas, donde se ha pasado del 15% al 7% actual si se tiene en cuenta su presencia en la feria Arco Madrid, seg¨²n el informe de Roc¨ªo de la Villa, que es profesora de Est¨¦tica y Teor¨ªa del Arte y presidenta de la asociaci¨®n Mujeres en las Artes Visuales (MAV). Hay que a?adir que del lado de las galer¨ªas s¨ª hay una creciente presencia femenina, con un 44% de empresarias titulares en el sector.
No solo ha habido muchas artistas sino tambi¨¦n es significativo el n¨²mero de historiadoras y cr¨ªticas de arte que se formaron en la Universidad, aun a lo largo del periodo franquista. En 1960, el 50% de los licenciados en las Facultades de Bellas Artes eran mujeres y ese porcentaje ha ido aumentando posteriormente. La publicaci¨®n de trabajos de estas estudiosas es notablemente inferior a la de sus pares masculinos. Hay otro aspecto de este desarrollo profesional. El 80% del organigrama de museos y centros de arte est¨¢ cubierto por mujeres que est¨¢n a cargo de todos los aspectos de la gesti¨®n, desde conservadoras ¡ªque acceden por medio de oposiciones¡ª hasta comunicaci¨®n. Los cargos directivos siguen teniendo una mayor¨ªa de varones.
Y por ¨²ltimo est¨¢ el p¨²blico. La mayor¨ªa de visitantes a los museos en Espa?a son mujeres. Seg¨²n la encuesta de h¨¢bitos y pr¨¢cticas culturales realizada por el Ministerio de Cultura en 2010-2011, el perfil del visitante que va a los museos es predominantemente femenino, de edades comprendidas entre los 25 y 46 a?os, que trabaja y tiene estudios superiores.
Las artistas m¨¢s j¨®venes que van situ¨¢ndose en el medio art¨ªstico no ven mayores dificultades. ¡°Creo que ahora hay m¨¢s igualdad de oportunidades¡±, dice Irene de Andr¨¦s (Ibiza, 1986), que expone en Gij¨®n en la galer¨ªa Espacio L¨ªquido. ¡°No he vivido las luchas de generaciones anteriores, pero lo cierto es que han contado m¨¢s los hombres que las mujeres en el mundo del arte. Es importante hacer frente a todo tipo de injusticias en ese sentido, pero no solo en el campo del arte sino en todos¡±.
Paloma Polo (Madrid, 1983) tiene ahora una exposici¨®n individual en el Museo Reina Sof¨ªa. Es la artista m¨¢s joven a la que se le ha dejado un espacio para su obra. Ella vive en ?msterdam desde hace seis a?os. Tambi¨¦n ha tenido que buscar fuera su lugar para poder ser visible en su pa¨ªs de origen. ?Las cosas est¨¢n cambiando o es otro espejismo? Quiz¨¢ demostraciones promovidas por las propias mujeres sean una medida efectiva. En todo caso vale la pena descubrir sus trabajos y la variedad de propuestas agrupadas bajo un solo signo: el del compromiso vital con su profesi¨®n.
I Festival Miradas de Mujeres. Durante el mes de marzo en la Comunidad de Madrid. Informaci¨®n en: www.festivalmiradasdemujeres.com
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.