Agua

A ning¨²n espectador con los ojos endurecidos por la experiencia de ver tele le sorprender¨ªa demasiado que el noticiario del domingo pasado en Antena 3 dedicara sus primeros 15 minutos a analizar los entrenamientos del nuevo Ferrari de Fernando Alonso y a repetir con la sutil persuasi¨®n de un martillazo que ya solo faltaban dos semanas para el comienzo del Campeonato Mundial. Sabemos desde hace mucho tiempo que los medios de comunicaci¨®n convierten su negocio en noticia con enorme facilidad. Transforman sus ganas de comer en nuestro hambre. O mejor dicho, convierten en prioridad colectiva lo que es su prioridad particular. Todo esto no ser¨ªa tan inaceptable si, al mismo tiempo, no incurrieran en el proceso contrario: oscurecer todo aquello que no les interesa que se sepa o que no les resulta rentable.

Los informativos de Antena 3 se han reforzado y bien, sumando a las presencias de Lourdes Maldonado o Mat¨ªas Prats, la de Vicente Vall¨¦s junto a M¨®nica Carrillo. Apostar por los servicios informativos tal y como est¨¢ el mundo es un riesgo para la empresa televisiva. Muchos consumidores dicen huir de las noticias porque les deprimen. Pero la gente que huye equivoca la ignorancia con la protecci¨®n y los pocos que quieren saber comprenden que un poco de luz te evita sorpresas desagradables. As¨ª que cualquier cadena que prima lo informativo y pelea por traer a escena algo m¨¢s que sucesos sangrientos que reivindiquen pol¨ªticas reaccionarias merece no solo el elogio, sino tambi¨¦n la fortuna.

El fichaje de Antonio Lobato, que cuenta las carreras de f¨®rmula 1 desde la irrupci¨®n de Alonso, suceso que nacionaliz¨® nuestro inter¨¦s intermitente anterior, presagiaba el peso que la retransmisi¨®n va a tener en la parrilla de la cadena privada. La adquisici¨®n de los derechos en la puja, tras el desinfle de La Sexta, no deber¨ªa justificar excesos tan abrumadores como el del domingo. De seguir esa l¨ªnea, cuando Alonso gane la primera carrera tendremos que consagrarle la programaci¨®n completa y a lo mejor hasta obligar a Lobato a reproducir el beso de Sara Carbonero. Nos tememos hasta d¨®nde puede llegar la euforia. La tele es un negocio, s¨ª, pero tambi¨¦n el presidente de la Coca-Cola a veces a sus hijos les da un vaso de agua.