'Mixtapes', la ley de la calle
Cada vez m¨¢s artistas, en la estela del 'hip hop', distribuyen sus trabajos gratis en Internet The Weeknd, Frank Ocean o A$AP Rocky estuvieron entre lo mejor de 2011 regalando sus discos
House of balloons, de The Weeknd, nostalgia, Ultra, de Frank Ocean, LIVELOVEA$AP, de A$AP Rocky, o Instrumentals, de Clams Casino, presentan universos sonoros diferenciados y maneras distintas de reivindicar la m¨²sica urbana del presente, pero comparten dos atributos importantes para situarles en nuestro momento: el primero, que todos ellos alcanzaron puestos altos en las listas de lo mejor de 2011 de la inmensa mayor¨ªa de publicaciones musicales especializadas de todo el mundo y sus autores se han convertido en los artistas revelaci¨®n de la temporada; el segundo, que todos estos lanzamientos son mixtapes, una palabra cada vez m¨¢s integrada en el vocabulario del mel¨®mano espa?ol y que alude a discos distribuidos de forma gratuita en Internet por los propios creadores.
Son un mercado tan relevante y decisivo como el de los discos comerciales, pero disponen de mucha m¨¢s inmediatez y libertad?
Estos ¨¢lbumes de calle, que los grupos o raperos cuelgan en sus propias webs o env¨ªan directamente a los blogs m¨¢s visitados de la Red para su inmediata difusi¨®n, constituyen, hoy por hoy, un mercado tan relevante y decisivo como el de los discos comerciales, pero disponen de mucha m¨¢s inmediatez y libertad de movimientos que si estuvieran bajo protecci¨®n de la industria oficial, todav¨ªa en fase de reciclaje y adaptaci¨®n torpe a los tiempos que corren. Y de hecho, es esta misma industria discogr¨¢fica la principal responsable de la definitiva eclosi¨®n popular y medi¨¢tica de las mixtapes. Por diversos motivos.
En primer lugar, su lentitud. Dadas las particularidades expresivas del hip hop, cuya f¨®rmula musical basada en el sampleo de canciones ajenas est¨¢ a expensas de laboriosos y costosos procesos legales para conseguir las licencias y permisos oportunos, la gran mayor¨ªa de lanzamientos multinacionales sufren permanentes retrasos en sus fechas de salida que entorpecen la progresi¨®n ascendente de cualquier nueva estrella con ganas de aprovechar su momento. No hay tiempo que perder, y la mixtape es una v¨ªa barata, r¨¢pida y f¨¢cil para mantenerse vivo y presente en la escena musical mientras esperas que caiga un contrato o que la compa?¨ªa discogr¨¢fica d¨¦ luz verde a los proyectos.
El ¨¦xito de referentes como Fabolous, Drake, Wiz Khalifa o, el m¨¢s reciente, A$AP Rocky, entre muchos otros, ha dejado en evidencia a los anquilosados mecanismos de marketing de la industria y ha servido de gu¨ªa para las nuevas generaciones, que ya no contemplan el hecho de regalar su m¨²sica como un peaje de nuestros d¨ªas sino como una inversi¨®n. De esto tomaron buena nota los valencianos Cookin¡¯ Soul, un tr¨ªo de DJs y productores que se ha forjado una s¨®lida y admirable reputaci¨®n fuera de nuestras fronteras, especialmente en Estados Unidos, gracias a su incansable facturaci¨®n de mixtapes. ¡°Es el primer paso para los nuevos artistas, ya no existe aquello de ¡®hago una maqueta en mi casa y me espero en la puerta del sello o en los conciertos para d¨¢rsela a la persona que corresponda¡¯. Ahora se hace una mixtape, se sube a Internet y se manda el link por email o Twitter¡±.
Cookin¡¯ Soul, un tr¨ªo de DJs y productores valencianos? se ha forjado una s¨®lida reputaci¨®n internacional gracias a las 'mixtapes'
Como declaraba el productor y MC de Mississippi Big K.R.I.T en el portal The Couch Sessions el a?o pasado, ¡°prefiero regalar mil CDs que vender cien¡±. Esa es la filosof¨ªa: que el p¨²blico te escuche, te conozca, te promocione, acuda a tus conciertos y, como ultimo escal¨®n, quiz¨¢s el menos importante ya, que compre tu disco cuando se publique. Y esto es lo que ha impulsado internacionalmente a Cookin¡¯ Soul, pioneros en nuestro pa¨ªs: ¡°Gracias a las mixtapes nos hemos dado a conocer en todo el mundo. Los primeros artistas con los que empezamos a trabajar tanto aqu¨ª como fuera nos contactaron ellos mismos porque les hab¨ªa gustado un tema nuestro de alguna mixtape¡±.
A su vez, y a diferencia del burocr¨¢tico modus operandi de la industria, la mixtape y su impunidad legal garantizan libertad creativa total, territorio virgen para explorar todo tipo de ideas sonoras, incluido el sampleo despreocupado de cualquier pieza original, o para promover colaboraciones de todo tipo sin atender a cl¨¢usulas restrictivas o contratos de exclusividad, una pr¨¢ctica que solo est¨¢ al alcance de las grandes estrellas con plena disponibilidad econ¨®mica para permitirse este tipo de maniobras creativas. En ese sentido, se hace dif¨ªcil pensar que la trilog¨ªa de mixtapes que el cantante canadiense Abel Tesfaye subi¨® a Internet el a?o pasado bajo su alias The Weeknd, uno de los trabajos m¨¢s aplaudidos y celebrados por la cr¨ªtica en 2011, hubiera sido posible en el entorno de una multinacional, que dif¨ªcilmente hubiera entendido la particular vuelta de tuerca conceptual y sonora del R&B que propon¨ªa este proyecto. Tesfaye prefiri¨® la autogesti¨®n y la distribuci¨®n gratuita de sus canciones a la llamada tentadora de una discogr¨¢fica, y ahora ya recoge los frutos en forma de actuaciones, venta de merchandising, remezclas o colaboraciones.
Su impunidad legal garantiza la libertad creativa total,? incluido para el 'sampleo' despreocupado
El fen¨®meno social y medi¨¢tico de las mixtapes no es nuevo, ni mucho menos, siempre han existido y han estado presentes, pero su primer gran momento de esplendor se vivi¨® a inicios de la d¨¦cada pasada de la mano del rapero neoyorquino 50 Cent, que llen¨® las calles de la Gran Manzana de lanzamientos clandestinos para preparar el terreno de su estreno multinacional. La expectaci¨®n progresiva causada por sus mixtapes consigui¨® que su debut, Get rich or die tryin¡¯, ya fuera un ¨¦xito de ventas sin necesidad de publicidad o promoci¨®n convencional. Algo muy parecido le ha sucedido al cantante y rapero canadiense Drake, que cuando debut¨® oficialmente con Thank me later ya se hab¨ªa convertido en un fen¨®meno de fans.
Lo que ha cambiado en este tiempo es la v¨ªa de distribuci¨®n ¨Chace a?os se vend¨ªan a pie de calle, ahora ya ni tan siquiera se paga por ellas¨C y, sobre todo, el formato en s¨ª: si antes la mayor¨ªa de mixtapes no dejaban de ser un compendio de freestyles sobre bases populares de otros artistas, muchas de ellas mal grabadas y auspiciadas por DJs dados al autobombo, en la actualidad predominan aquellas que tienen aspiraciones de ser discos al uso y est¨¢n hechas con ese objetivo en mente. Para Cookin¡¯ Soul, esto se debe a que ¡°la industria ha muerto y la mixtape ha ocupado el lugar del CD oficial, es l¨®gico que muchas mixtapes suenen como un trabajo editado oficialmente¡°.
Y, en ¨²ltimo lugar, tambi¨¦n ha cambiado la actitud de la industria. En enero de 2007 DJ Drama, uno de los DJs m¨¢s activos en la grabaci¨®n y difusi¨®n de mixtapes, fue detenido por la polic¨ªa de Atlanta en colaboraci¨®n con la Asociaci¨®n de la Industria Discogr¨¢fica Americana en un intento por frenar la masiva proliferaci¨®n de lanzamientos gratuitos. Ante el fracaso de su actividad prohibicionista, las compa?¨ªas han cambiado el chip y han comprendido que este formato puede convertirse en un gran aliado para promocionar y difundir a aquellos nuevos artistas que contratan y que, en realidad, les pueden hacer una parte del trabajo de marketing de forma gratuita. As¨ª es como por fin han aplicado la m¨¢xima de que si no puedes con el enemigo, ¨²nete a ¨¦l. Como afirman Cookin¡¯ Soul, ¡°no creemos que exista la formula del ¨¦xito, pero est¨¢ claro que hoy en d¨ªa la mixtape o el videoclip es el primer paso para lograrlo¡±.
Babelia
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