Borrando a Sander
Una exposici¨®n muestra las fotos del alem¨¢n reinterpretadas por Michael Somoroff Permanecer¨¢ en la sala de exposiciones de la Francesas, en Valladolid hasta el 13 de mayo
Ahora est¨¢, ahora no est¨¢. Como en un juego de magia, los seres retratados por el fot¨®grafo alem¨¢n August Sander (1876-1974) desaparecen en la reinterpretaci¨®n de esas im¨¢genes obra de Michael Somoroff (Nueva York, 1957) y cuyo resultado, titulado Ausencia de sujeto, puede verse en la sala municipal de exposiciones de la iglesia de las Francesas, en Valladolid. Ah¨ª est¨¢ la peque?a hija del agricultor, el soldado, el cocinero... todos formaron parte del libro Rostro de nuestro tiempo, de 1929, que pretend¨ªa ser el primer volumen de un gran proyecto llamado Gente del siglo XX en el que Sander mostrar¨ªa la Alemania de la Rep¨²blica de Weimar, con todos sus oficios y gentes.?Julian Sander, bisnieto del fot¨®grafo y uno de los dos comisarios de la exposici¨®n, dice que su bisabuelo "siempre resalt¨® que era un fot¨®grafo, no un artista. En su tiempo, el arte mostraba a las personas como quer¨ªa que se vieran, ¨¦l las mostraba como eran. ?l afrontaba el mundo".
Sin embargo, la barbarie nazi se encarg¨® de cortar las alas al monumental sue?o del fot¨®grafo y prohibi¨® su libro en 1934. Aquella fotograf¨ªa documental realista no era de su gusto. Julian Sander se?ala que cuando los nazis impidieron la distribuci¨®n de Rostro de nuestro tiempo, el retratista inculc¨® a su hijo "el mismo mensaje que transmiten sus fotograf¨ªas: todos los hombres valen lo mismo. ?l nunca lo dud¨®. Estaba seguro de que aunque su mensaje cayera en aquel momento en o¨ªdos sordos, se entender¨ªa a?os despu¨¦s". Sander tuvo que dedicarse a la fotograf¨ªa de paisaje.
Sander quer¨ªa que su trabajo se viera "como una pieza de historia contempor¨¢nea"
En 1951, el propio Sander defin¨ªa su trabajo en una carta: "Es como un mosaico que se convierte en una s¨ªntesis solo cuando es presentado en conjunto". Quer¨ªa que sus retratos se vieran como una serie, "como una pieza de historia contempor¨¢nea, sin deseo de realizar una cr¨ªtica o descripci¨®n".
De aquellas fotos en blanco y negro, Somoroff ha colocado a su lado la misma pero ha borrado a la persona que miraba a la c¨¢mara y ha dejado solo el fondo, que se convierte en un elemento esencial. ?Qu¨¦ queda de un retrato cuando se quita a la persona? Julian enfatiza que "el retrato tiene dos niveles, por un lado est¨¢ el sujeto y por otro la naturaleza muerta. Lo que permanece cuando se elimina al sujeto es una hermosa fotograf¨ªa de naturaleza muerta. Mi bisabuelo no solo ve¨ªa al retratado dejando escapar el resto". "Somoroff saca a relucir el talento que ten¨ªa mi bisabuelo para retratar naturaleza muerta. Adem¨¢s, al prescindir del sujeto resalta su ausencia, se hace patente el vac¨ªo, hay algo que falta", explica por tel¨¦fono desde Bonn.
Manipulaci¨®n homenaje
?Qu¨¦ cara pondr¨ªa Sander con esta manipulaci¨®n homenaje que Somoroff ha hecho de su obra? "No s¨¦ qu¨¦ hubiera dicho. Mi bisabuelo era un humanista pero no se puede dejar de lado que en los ¨²ltimos a?os el concepto de arte ha cambiado bastante, su lenguaje y aspiraciones se han modificado. Yo creo que entender¨ªa lo que lo que se ha querido hacer con la exposici¨®n y lo aprobar¨ªa, pero estoy especulando".
Somoroff, cuya carrera lanz¨® Cornell Capa -hermano del m¨ªtico fot¨®grafo- ha colaborado con revistas como Vogue, Harper's Bazaar y Life. Ahora ha tra¨ªdo por primera vez a Espa?a Ausencia de sujeto, que fue adquirida por el museo de Bellas Artes de Houston (Tejas). Son medio centenar de copias y 10 v¨ªdeos que permanecer¨¢n en Valladolid hasta el 13 de mayo.
Babelia
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