La cultura espa?ola pierde la versatilidad de Francisco Valladares

?Hace unos a?os, cuando le preguntaron a Francisco Valladares qu¨¦ le quedaba por hacer encima de un escenario, el actor contest¨®: ¡°Nada. Afortunadamente, he hecho teatro cl¨¢sico, de vanguardia, moderno, revista y comedia musical. Todo lo que hac¨ªa falta ya lo he hecho. Cada d¨ªa, sin embargo, sigo descubriendo y aprendiendo cosas¡±. Ese era Paco Valladares, uno de los actores m¨¢s populares, completos y vers¨¢tiles de la escena espa?ola, nacido en Pilas (Sevilla) en 1935, y fallecido anoche en el Hospital Gregorio Mara?¨®n, de Madrid, donde estaba ingresado a causa de una neumon¨ªa. Como todos sus seguidores sab¨ªan, Valladares padec¨ªa una leucemia desde 2008 y hace pocas semanas recibi¨® un ¨²ltimo tratamiento, lo que seguramente le debilit¨® y precipit¨® la gravedad de la neumon¨ªa. Hoy ser¨¢ despedido en el Crematorio de la Almudena de Madrid a las 20.00.

Su ¨²ltimo trabajo encima de un escenario fue como El t¨ªo Cayetano en Las de Ca¨ªn, la comedia musical de Soroz¨¢bal, basada en la obra de los ?lvarez Quintero, que dirigi¨® no hace mucho, en el Teatro Espa?ol, ?ngel Fern¨¢ndez Montesinos, con quien Valladares manten¨ªa una larga amistad y una importante relaci¨®n profesional, ya que trabaj¨® mucho con ¨¦l, y tambi¨¦n en uno de sus ¨²ltimos trabajos, Trampa mortal, una comedia policiaca de Ira Levin. Aunque de no haber tenido una reca¨ªda en la leucemia que padec¨ªa hace unos a?os, su ¨²ltimo trabajo hubiera sido en Orquesta de se?oritas, de Jean Anouilh, con puesta en escena de Juan Carlos P¨¦rez de la Fuente, quien pens¨® siempre en Valladares para uno de los papeles del montaje. A¨²n no hace ni una semana, cuando una neumon¨ªa se cruz¨® en su delicada salud, tuvo su ¨²ltimo aplauso del p¨²blico en vida, solicitado por su amigo Andr¨¦s Pel¨¢ez, director del Museo Nacional del Teatro y coordinador de unas jornada sobre el musical que desde hace tres lunes se celebran en Teatro Espa?ol de Madrid; all¨ª ten¨ªa que asistir Valladares a la charla Broadway esquina Gran V¨ªa, con Pepe Sacrist¨¢n y Paloma San Basilio, quien record¨®, sin intuir lo que iba a pasar, lo buen compa?ero y amigo, adem¨¢s de excepcional artista, que era Valladares.

Sus ¨²ltimas citas con el p¨²blico definen muy bien quien era esta gran actor, con unos grandes conocimientos musicales, una voz educada con la que era capaz de transitar por espect¨¢culos l¨ªricos o musicales de todo tipo; una importante versatilidad como actor que pod¨ªa abordar desde cl¨¢sicos en verso, a los m¨¢s modernos textos de vanguardia y un hombre con una vasta cultura, que demostraba en conferencias, mesas redondas, recitales po¨¦ticos o con una simple conversaci¨®n con ¨¦l en la que siempre quedaban patentes sus conocimientos, a pesar de jam¨¢s exhibirlos y su delicado y fino humor.

Aunque sevillano de nacimiento, se le consideraban madrile?o ya que a esa ciudad se traslad¨® con siete a?os y en Madrid desarroll¨® su trayectoria profesional. Antes, a los catorce a?os, form¨® parte de una c¨¦lebre compa?¨ªa de teatro infantil en el desaparecido Teatro Fontalba de Madrid, pero su trayectoria m¨¢s consolidada la inici¨® en el Teatro Espa?ol Universitario (TEU), y en el cuadro de actores de Radio Nacional de Espa?a. Actor, actor de doblaje (ha sido la voz de Jeffrey Hunter, Alain Delon o Clint Eastwood¡­), cantante, locutor¡­ Paco Valladares ha trabajado en todas las disciplinas posibles, desde la radio, a la televisi¨®n, pasando por el cine, los recitales, y ha grabado varios discos de m¨²sica y poes¨ªa.

Era muy vers¨¢til, pose¨ªa unos grandes conocimientos musicales y una vasta cultura

El actor estuvo hasta la noche anterior gastando bromas y dando ¨¢nimos a los de su entorno, como confirm¨® Agust¨ªn Frond¨¢n, quien junto a la actriz Concha Velasco eran sus dos grandes amigos desde hace muchos a?os. ¡°Desde 1956¡±, comentaba absolutamente rota y desolada la actriz Concha Velasco, que acudi¨® inmediatamente al hospital y engros¨® la lista de familiares que esperaban a que al actor se le trasladara al Tanatorio de la M-30 de Madrid. All¨ª la capilla ardiente ha sido instalada desde las ocho de la ma?ana. Permanecer¨¢ abierta hasta las 20.00 horas.

Frond¨¢n tambi¨¦n record¨® que en ning¨²n momento Valladares pens¨® que su vida corr¨ªa peligro: ¡°Estaba muy atendido y la leucemia estaba superada, de hecho la neumon¨ªa pens¨¢bamos que tambi¨¦n la vencer¨ªa, pero se complicaron las cosas¡±

Velasco, que apenas pod¨ªa hablar entre l¨¢grimas, se?al¨® que estaba con su nieto cuando le lleg¨® la noticia: ¡°Ayer estuvimos charlando y nada hac¨ªa presagiar que no lo superar¨ªa, ?qu¨¦ vamos a hacer sin Paquito!¡±, balbuceaba la actriz que siempre se la ve¨ªa acompa?ada por Valladares en estrenos y todo tipo de actos. ¡°Nos hicimos amigos en 1956, cuando le conoc¨ª en los estudios de la Cea, y era tan tan guapo que te dejaba impresionada, me ense?aba a doblar porque dec¨ªa que los actores espa?oles no sab¨ªan hablar, pero ¨¦l me met¨ªa en el plat¨® a que aprendiera a hablar¡­., estoy rota, no s¨¦ c¨®mo podr¨¦ superar su ausencia¡±, concluy¨® la actriz, quien fue aconsejada por su hijo para que no siguiera hablando, dado el esfuerzo que ten¨ªa que hacer en un momento de profunda emoci¨®n. Precisamente en 1956 Valladares hizo su primer trabajo en televisi¨®n como locutor de continuidad y como actor, pocos a?os antes de trabajar en la popular pel¨ªcula La gran familia.

En teatro, atesor¨® una ampl¨ªsima trayectoria con decenas de trabajos en obras donde fue dirigido, entre otros, por Torcuato Luca de Tena, Pedro Olea, Adolfo Marsillach o Jaime Azpilicueta, quien tambi¨¦n le dirigi¨® en uno de sus musicales m¨¢s populares V¨ªctor & Victoria, de Blake Edwards, junto a Paloma San Basilio (2007), g¨¦nero en el que colabor¨® con ?ngel Fern¨¢ndez Montesinos en Por la calle de Alcal¨¢ (con Esperanza Roy) y Mam¨¢ quiero ser artista (con Concha Velasco). Uno de sus trabajos m¨¢s admirables fue en In¨¦s desabrochada, una fantas¨ªa de humor corrosivo de Antonio Gala, donde estuvo acompa?ado por Nati Mistral y Concha Velasco, y bajo la direcci¨®n de Olea. Valladares entonces se?al¨® que era una obra con un lenguaje tan rico y con tanta complejidad que costaba mucho aprenderse el papel.

En la gran pantalla intervino en filmes como Llegar a m¨¢s (1963), Las gatas tienen fr¨ªo (1973), Hay que deshacer la casa (1986), adem¨¢s de estar en Manolito Gafotas (Miguel Albadalejo, 1999) como narrador, tarea que ya hab¨ªa hecho anteriormente en las pel¨ªculas Franco: ese hombre y Un hombre como los dem¨¢s.

Desde Radio Nacional pas¨® a convertirse en locutor de continuidad de TVE, donde ha desarrollado una intensa actividad como actor en Estudio 1, en numerosas series y presentando galas. Posteriormente, ha sido colaborador de Mar¨ªa Teresa Campos en diversos magazines, otra de sus grandes amigas.

Valladares hab¨ªa recibido numerosos premios a lo largo de su vida (Mayte, Ercilla¡­.), pero ning¨²n galard¨®n de los considerados ¡®oficiales¡¯ (Nacional, Medalla de Bellas Artes, Max¡­), aunque lleg¨® a ser finalista de todos en numerosas ocasiones. Esa circunstancia era comentada a menudo por el actor desaparecido, pero siempre lo hac¨ªa con humor (era profundamente divertido), sin rencores y, mucho menos, envidias. Seguramente no lleg¨® a obtener nunca ninguno de esos premios debido a que, a pesar de ser un profesional muy medi¨¢tico, no era ¡®habitual¡¯ de los que se dedicaban a ¡®alta cultura¡±, quiz¨¢ porque la versatilidad de Valladares le llevaba por territorios a los que la cultura m¨¢s elitista da la espalda habitualmente, olvidando, o simplemente ignorando, que este grand¨ªsimo profesional era capaz de anonadar con un Calder¨®n, o convertido en Pr¨ªncipe Serpujovskoi (Equus), o sobrecoger cuando a trav¨¦s de su voz se escuchaba a Miguel Hern¨¢ndez, Garc¨ªa Lorca o Machado. Todo ello sin olvidar como interpret¨® maravillosamente su papel en El gran teatro del mundo, bajo las ¨®rdenes de Jos¨¦ Tamayo y junto a Mar¨ªa Jes¨²s Vald¨¦s, mientras aguantaba el dolor y el malestar que le produc¨ªa el infarto de miocardio que estaba sufriendo (10 de junio de 1998), y ello sin que ni sus compa?eros ni el p¨²blico notaran nada.