Distancia
"Sorprende la reacci¨®n de los profesionales de la televisi¨®n tras el desplome del futbolista Muamba..."
Ha sorprendido la reacci¨®n de los profesionales de la televisi¨®n en los instantes posteriores al desplome del jugador de f¨²tbol Fabrice Muamba durante el partido que enfrentaba a su equipo, el Bolton, contra el Tottenham en White Heart Lane. La decisi¨®n de abrir el plano y mostrar panor¨¢micas generales, optando por el respeto a la tragedia personal choca contra una sensibilidad ya inoculada entre nosotros, donde lo habitual es hurgar en el drama ajeno como si fuera un derecho que los espectadores se han ganado por la autoridad de asistir en directo al espect¨¢culo. Por otro lado, esa actitud viene heredada de un periodismo triunfante que se considera al margen de cualquier norma, las mismas que exige de manera contundente a los dem¨¢s actores p¨²blicos, en un ejercicio esmerado de incoherencia. Uno de los males mayores del periodismo proviene de considerarse una autoridad superior sobre la conducta social, algo as¨ª como jueces y tutores de las costumbres de toda persona en su radio de observaci¨®n, pero jam¨¢s aplicar ese rigor a su acci¨®n profesional.
Por eso, que a ¨®rdenes del realizador los c¨¢maras de la ESPN se distanciaran de lo que en ese momento estaba pasando, a algunos les sonar¨ªa m¨¢s a autocensura que a respeto profesional. He ah¨ª un buen examen personal para los espectadores. Los que sintieron que les escamoteaban un derecho, los que exig¨ªan, all¨ª y en ese momento, presenciar la lucha por la supervivencia del deportista congole?o, atend¨ªan a un instinto. Los potentes teleobjetivos se apropiar¨ªan de los detalles m¨¢s angustiosos para que pudieran repetirse una vez y otra en los noticiarios, en portales de Internet y en las redes sociales. Pasado un tiempo, desdramatizada la tragedia por la distancia, la agon¨ªa se podr¨ªa utilizar en v¨ªdeos sacados de contexto y llenos de risas, como sucede siempre. Pero la cabeza del realizador funcion¨® a gran velocidad, con una consigna m¨¢s constructiva. Mantener una mirada respetuosa e informativa, pero no carro?era. Parece f¨¢cil, pero est¨¦n seguros de que por la mente de los responsables de transmitir ese momento tambi¨¦n cruzaron las tentaciones, el morbo y la obtusa idea del ¨¦xito popular. Si la actitud llam¨® la atenci¨®n es porque desde hace tiempo nuestros ojos est¨¢n en otras manos.
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