La m¨²sica y sus emociones literarias
'El hijo de Brian Jones' es la nueva novela de Jes¨²s Ferrero El autor espa?ol recrea parte de la vida del guitarrista y uno de los fundadores de Rolling Stones Un nuevo libro en el cat¨¢logo de iconos de la m¨²sica llevados a la ficci¨®n
Para todo lo relativo a los asuntos de la vida, como cuando defin¨ªa a una de sus exnovias, ¡°tan maja que nunca me dej¨® meterle mano por debajo del sujetador, ni tampoco por encima¡±, Rob Fleming, c¨¦lebre dependiente de la tienda de discos de la novela Alta fidelidad, recurr¨ªa a la m¨²sica. Y gracias a las neuras de tintes pop de este y otros de sus c¨¦lebres personajes, Nick Hornby se ha erigido en todo un maestro del recurso a la clase de sensaciones universales que provoca una buena canci¨®n para hallar inspiraci¨®n literaria. No fue el primero, pero s¨ª uno de los que m¨¢s ¨¦xito ha cosechado al cruzar los caminos de la novela y la m¨²sica, el pen¨²ltimo de ellos es Jes¨²s Ferrero que con El hijo de Brian Jones (Alianza), XIII Premio Fernando Qui?ones.
Ferrero basa su novela en la figura de Brian Jones, guitarrista y uno de los fundadores de los Rolling Stones, quien apareci¨® muerto en la piscina de su casa en 1969, para narrar el encuentro de Alexis, uno de sus hijos ileg¨ªtimos, y Juli¨¢n, hijo del jardinero del guitarrista de la banda brit¨¢nica. Un encuentro que, con sus pasajes hacia los excesivos y gloriosos a?os sesenta cuando Jones era ¡°un arist¨®crata del pop en Londres¡±, permite al escritor espa?ol trazar dos mundos paralelos, el del padre y el del hijo, el de los sesenta en Londres, conocido como Swingning London, ¡°cuando las bellezas de faldas cort¨ªsimas y sonrisas ang¨¦licas persegu¨ªan a los m¨²sicos¡±, y el de los noventa en Nueva York, donde reside el hijo con Juli¨¢n y sus amigos y todas sus dudas existenciales. ¡°El rock¡¯n¡¯roll, incluidos los Rolling Stones y Brian Jones, iba a ser un tel¨®n de fondo¡±, afirma con gesto pausado Ferrero en una conversaci¨®n en un c¨¦ntrico hotel de Madrid. ¡°Aunque quer¨ªa entrar en el alma de Brian Jones, lo iba a ver desde fuera¡±.
Y as¨ª recorre cuatro d¨¦cadas. Pero ni Ferrero (autor de obras como B¨¦lver Yin, El efecto Doppler y Las trece rosas) ser¨¢ el ¨²ltimo en recrear a trav¨¦s de la ficci¨®n la m¨²sica y sus iconos, ni Hornby fue el primero. Aunque el autor brit¨¢nico s¨ª fue uno de los que m¨¢s ¨¦xito cosech¨® y el que seguramente m¨¢s atributos dio para que la m¨²sica popular y la ficci¨®n cruzasen sus caminos en la literatura, abriendo nuevas posibilidades creativas y sentando una especie de modus operandi en el que el escritor, a trav¨¦s de la imaginer¨ªa musical, cuenta una historia al tiempo que plasma sensaciones. Pero antes que ¨¦l conviene citar otros autores como Julio Cort¨¢zar, tal vez el pionero, quien se inspir¨® en 1959 en la figura del irrepetible saxofonista Charlie Parker para su cuento El perseguidor (RBA), donde el protagonista, Johnny, es un ser m¨¢gico cuando tiene un saxo en las manos pero su vida diaria est¨¢ repleta de momentos tr¨¢gicos. Y, despu¨¦s del boom Hornby, se dan otros t¨ªtulos muy notables como El blues de los sue?os rotos (Anagrama), escrito en 1996 por Walter Mosley, quien narr¨® la historia de un bluesman que hab¨ªa tocado de ni?o con el legendario Robert Johnson, cuyo fantasma se halla de forma constante en un texto que propone la supervivencia como motor humano.
La m¨²sica y sus iconos
La pasi¨®n por la m¨²sica popular ha llevado a varios autores a recurrir a sus ¨ªdolos en la ficci¨®n literaria. En Espa?a, un pa¨ªs donde el rock y el jazz calaron bastante entre los literatos, el cr¨ªtico musical Jordi Sierra i Fabra escribi¨® en 1988 El joven John Lennon (SM). Desde una perspectiva juvenil, Sierra i Fabra narraba la adolescencia de Lennon en el Liverpool de finales de los cincuenta. La historia de un joven que so?aba con hacerse m¨²sico. Recientemente, el tambi¨¦n cr¨ªtico musical Javier M¨¢rquez ha publicado Letal como un solo de Charlie Parker (Salto de p¨¢gina), una novela negra ambientada en los a?os cincuenta en Las Vegas con Frank Sinatra y Dean Martin como magn¨ªfico decorado musical.
Pero m¨¢s all¨¢ de la idolatr¨ªa musical, estas referencias suelen guardar significados m¨¢s profundos, como en el caso de Walter Mosley que se sirvi¨® del icono y el esp¨ªritu de Robert Johnson, el m¨²sico que vendi¨® su alma al diablo, para hablar de la soledad, la miseria y la redenci¨®n. El icono que utiliza Ferrero en El hijo de Brian Jones es el canto roto de los Stones y lo hace porque esconde la fotograf¨ªa de una generaci¨®n, la suya, que se evad¨ªa a ritmo de rock¡¯n¡¯roll trepidante, m¨²sica del diablo, muchas drogas, sexo y nada de normas. Puro hedonismo. ¡°Hay un terror al envejecimiento en la ¨¦poca de Brian Jones, ya que todos quer¨ªan ser adolescentes eternos¡±, reflexiona Ferrero. En Brian Jones, por tanto, se ilustra la consagraci¨®n de la adolescencia, como en Charlie Parker Cort¨¢zar capta la fatalidad. ¡°En los a?os de Jones, la juventud empieza a ser casi una clase social, que crea sus propios estilos, y no hab¨ªa ocurrido antes. Hubo un indicio de eso en los a?os veinte pero lo borr¨® la II Guerra Mundial y la crisis econ¨®mica. Emergi¨® de verdad en los a?os cincuenta. En los sesenta, adquiere esplendor¡±, dice el escritor.
Esplendor que se manifiesta en sus cap¨ªtulos dedicados a los a?os del guitarrista con Anita Pallenberg, la modelo que se desenvolv¨ªa con estilo y derroche entre la aristocracia londinense, una de las musas de la Factory de Andy Warhol, que terminar¨ªa en los brazos de Richards. Para Ferrero, ¡°los Stones se teatralizaron mucho m¨¢s tras juntarse con la aristocracia de Londres, gracias a los contactos de Anita Pallenberg. ?A qui¨¦n amarga un arist¨®crata enrollado? Les ense?aban algunas cosas que por su condici¨®n solo ellos sab¨ªan. Se influ¨ªan unos a otros. Las estrellas del pop y el rock adquirieron todav¨ªa aires m¨¢s enf¨¢ticos y teatrales¡±.
La m¨²sica y sus canciones
Al escritor japon¨¦s Haruki Murakami le sirvi¨® la canci¨®n Norwegian Wood (The Bird Has Flown) de Los Beatles de excusa perfecta para desarrollar la historia de amor y nostalgia de Tokio Blues (Tusquets). El personaje de Naoko hace muchas referencias a la banda m¨¢s famosa de Liverpool, aunque es la canci¨®n la que domina la narraci¨®n en tanto en cuanto la evocaci¨®n sentimental de su m¨²sica se desprende en el libro.
Jes¨²s Ferrero comparte esa necesidad de encontrar una sonoridad a las narraciones que tienen la m¨²sica como trasfondo, e incluso utilizar determinadas canciones como perchas vitales de la historia. Como Paint it black, de los Rolling Stones, que se cita en el libro, y que, con su tel¨®n sonoro a base de tres acordes y una bater¨ªa, dice aquello de ¡°p¨ªntalo todo de negro¡±. A¨²n con toda la mitoman¨ªa que gira en torno a Brian Jones, fue un personaje contradictorio, como tantas estrellas del rock, con sus sombras y sus luces, con sus ataques de c¨®lera, su personalidad narcisista, su tiran¨ªa y su violencia f¨ªsica y verbal con las mujeres.
¡°No soportaba el estatus ante el que le hab¨ªa colocado el mundo", afirma el escritor. "Era mucho m¨¢s fr¨¢gil que sus compa?eros, en parte porque le devor¨® el ¨¦xito prematuro, como a muchas estrellas del rock. Emprendi¨® el camino hacia la destrucci¨®n a una velocidad pasmosa¡±.
La m¨²sica y sus emociones
M¨²sica y literatura. Dos disciplinas art¨ªsticas que se unen para, al final, intentar plasmar emociones. El escritor norteamericano Kevin Major public¨® en 1988 Querido Bruce Springsteen (Ediciones B), una sencilla historia donde un adolescente escribe cartas al famoso m¨²sico de Nueva Jersey y le va exponiendo todo tipo de inquietudes vitales. Major reflejaba los miedos y las ilusiones del adolescente de clase media con una obra humilde que recordaba a la radiante honestidad del protagonista de El guardi¨¢n entre el centeno (Alianza), de J.D. Salinger.
Emociones como las que desprende Alexis con respecto a su vida y su padre. ¡°Algunas mujeres iban con sus hijos en brazos al apartamento de Brian Jones, cuando se cre¨ªa el rey del mundo, y las expulsaba¡±, explica Ferrero. En el libro, se habla de la madurez de un joven marcado por la relaci¨®n de un padre ausente, tan propio de aquellos sesenta. ¡°Los padres del personaje de Alexis no quieren que se acabe la fiesta. Los de los a?os 20 se escandalizaban porque hab¨ªan estado diez a?os de fiesta, as¨ª lo dec¨ªa Fitzgerald. ?La generaci¨®n de Jones estuvo treinta a?os de fiesta!¡±, se?ala el escritor.
Con la figura del hijo ileg¨ªtimo, un personaje de ficci¨®n, Ferrero crea los contrastes entre la maldad y el genio de Jones, pero tambi¨¦n se reflexiona sobre las contradicciones existenciales, la inocencia de la juventud, la responsabilidad paternal y, sobre todo, el miedo a envejecer. M¨²sica y literatura, a fin de cuentas, para explicar las vicisitudes de la vida. O, como dir¨ªa el dependiente de la tienda de discos de Alta Fidelidad, utilizar la m¨²sica que elegimos para definirnos, tambi¨¦n en la literatura.
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