Luces, c¨¢mara... ?novela!
Cineastas como Medem, D¨ªaz Yanes o Guti¨¦rrez Arag¨®n inundan la mesa de novedades literarias El autor de ¡®Tierra¡¯ publica una obra sobre Aspasia de Mileto
Podr¨ªa ser la crisis, la frustraci¨®n por no llevar una pel¨ªcula a buen puerto, la b¨²squeda de nuevas salidas profesionales (ese ansiado plan B), o un mero movimiento vocacional. Lo cierto es que en la mesa de novedades coinciden varias novelas firmadas por cineastas. Ayer Julio Medem present¨® Aspasia, amante de Atenas (Espasa), una inmersi¨®n de 810 p¨¢ginas en la vida de Aspasia de Mileto, compa?era de Pericles, en el siglo V a. C. En mayo, Agust¨ªn D¨ªaz Yanes tambi¨¦n publica su primera novela, Simpat¨ªa por el diablo (Espasa), thriller sobre la crisis econ¨®mica y los bancos. Ese mismo mes aparecer¨¢ Gloria m¨ªa (Anagrama), la segunda novela de Manuel Guti¨¦rrez Arag¨®n, quien gan¨® el Premio Herralde en 2009 con La vida antes de marzo.
Y para m¨¢s adelante, pasado el verano, se esperan los nuevos libros de Santi Lorenzo (Los huerfanitos) y Roberto Santiago (Alexandra y las siete pruebas, en Edeb¨¦). Caso aparte es Gonzalo Su¨¢rez, tan escritor como cineasta, que publica desde 1963 y que el a?o pasado sac¨® la selecci¨®n de cuentos Las fuentes del Nilo (Anagrama) y la novela El s¨ªndrome de albatros (Seix Barral). Tambi¨¦n tiene personalidad literaria el director David Trueba (Saber perder, Anagrama).
¡°Creo que el fen¨®meno, si lo hay, es porque primero somos escritores y luego nace el cine¡±, asegura Guti¨¦rrez Arag¨®n, y por eso escoge a dos figuras para explicarse: ¡°Para m¨ª los dos mejores ejemplos son Gonzalo Su¨¢rez y Agust¨ªn D¨ªaz Yanes. Aunque mi primera vocaci¨®n fue escribir; de la provincia profunda que yo vengo nadie pod¨ªa imaginarse algo relacionado con el cine¡±, confiesa. La misma sensaci¨®n atraviesa a Roberto Santiago, director de El penalti m¨¢s largo del mundo y con una larga carrera como escritor de literatura infantil y juvenil: ¡°Yo siempre he escrito, lo hice antes de mi primer corto, antes incluso de pensar en escribir. En el fondo est¨¢ el querer contar historias, y como guionista llegas a un l¨ªmite: por eso pasas a dirigir, para ampliar ese l¨ªmite¡±. A Santiago le surgen las historias y les da el formato que le piden. ¡°Siempre escribir¨¦. Sin dirigir puedo vivir, sin escribir no¡±.
Julio Medem, que ayer vio por primera vez impresa su novela, empez¨® tambi¨¦n muy pronto a escribir: ¡°Mi padre me dec¨ªa que por mi timidez ser¨ªa mi salida. Ya escrib¨ª una novela adolescente y varios relatos cortos. Ha sido mi esfuerzo creativo m¨¢s grande, mucho m¨¢s que una pel¨ªcula. En cambio, me he sentido muy a gusto con el resultado final¡±. Medem usa mucho lenguaje simb¨®lico en su cine, ¡°en el libro tambi¨¦n hay, claro¡±, y eso le llev¨® a dudar al inicio de sus once meses encerrado en el garaje de su casa en Los ?ngeles, donde vive actualmente y donde prepara su pr¨®xima pel¨ªcula.
¡°Comenc¨¦ tomando muchas notas. Not¨¦ que funcionaba. Me met¨ª en Aspasia, so?aba incluso como si fuese ella. Al final me he planteado c¨®mo no hab¨ªa escrito antes. Seguro que voy a hacer m¨¢s¡±. Su Aspasia, otro buen ejemplo de sus fuertes personajes femeninos, naci¨® antes de Ca¨®tica Ana (2007). Medem hab¨ªa escrito sobre Pericles. ¡°Despu¨¦s de Habitaci¨®n en Roma empec¨¦ la producci¨®n de la pel¨ªcula¡ Pero comenz¨® a reducirse el presupuesto, yo a cortar secuencias y a saber m¨¢s de Aspasia, y hubo un momento en que no pod¨ªa recortar m¨¢s y el personaje que me apetec¨ªa era el femenino¡±. Adi¨®s a un drama hist¨®rico en 3D, hola a la novela de 810 p¨¢ginas. Otro de los mencionados, D¨ªaz Yanes, uno de los guionistas espa?oles m¨¢s prestigiosos, agradece los halagos de los compa?eros, pero declina hacer comentarios: la editorial prefiere que no hable hasta que llegue su momento de promoci¨®n. Lo nunca visto en cine s¨ª ocurre en el mundo literario.
A Santiago Lorenzo, el realizador de un t¨ªtulo de culto, Mam¨¢ es boba, en cambio, le ha costado escribir: ¡°Para m¨ª el salto no ha sido nada fluido. Empec¨¦ en una hoja y parec¨ªa una redacci¨®n del colegio. No s¨¦ si he mejorado¡±. Lorenzo se autodefine como ¡°un expulsado del cine¡±. ¡°Mi primera novela, Los millones, era un guion que acab¨¦ dirigiendo en el ordenador de casa. Los huerfanitos tambi¨¦n se cre¨® como libreto cinematogr¨¢fico, hasta que lo tir¨¦ y empec¨¦ de cero con la novela. No encaj¨¦ en el cine, qu¨¦ le vamos a hacer. Tambi¨¦n es cierto que para que sancionen tus pasos 10.000 personas, como ocurre en el celuloide, mejor ser yo quien ponga en duda cada coma, y que luego dos o tres amigos de confianza me lean. En literatura dedico el 95% de mi tiempo a que quede bien la novela, en el cine el tiempo se va m¨¢s en otras cosas¡±.
Y a pesar de todo lo anterior, evitan decir que la crisis econ¨®mica empuje a los cineastas al papel para abandonar los fotogramas. Ellos se sienten m¨¢s cercanos a creadores como Peter Handke, Marguerite Duras, Paul Auster o David Mamet, a narradores que deciden el d¨®nde seg¨²n la historia. ¡°Pienso que no habr¨¢ trasvase. Yo he dejado el cine y claro que lo a?oro, pero no creo que este sea el momento de volver a ¨¦l¡ No me refiero solo a los problemas econ¨®micos. Dej¨¦ el cine antes, por mi crisis personal¡±, concluye Guti¨¦rrez Arag¨®n. ¡°Esto no se hace porque sea m¨¢s barato¡±, remata Medem.
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