El patinazo hispano de Hollywood
La comedia ¡®Casa de mi padre¡¯ es un nuevo intento de la industria por atraer al p¨²blico latino Su mofa de los estereotipos se ha vuelto en su contra
La pel¨ªcula ha causado tanto revuelo en Estados Unidos como para que el diario The New York Times arrancara su cr¨ªtica de la obra con un ¡°?Por qu¨¦ est¨¢ hablando en espa?ol Will Ferrell en su nueva filme?¡±. Y es que el actor protagoniza Casa de mi padre, un trabajo que ¨¦l mismo ha definido a medio camino entre la telenovela y el spaguetti western, y que gira en torno a Armando ?lvarez (Ferrell), hijo de un ranchero mexicano. Cuando la familia encuentra dificultades econ¨®micas, su hermano reaparece y, gracias a su experiencia en (oscuros) negocios internacionales, promete salvar la finca. Para enrevesar la trama, Armando se enamora de la novia de su hermano, y eso desencadenar¨¢ varias disputas familiares hasta acabar enfrent¨¢ndoles con un c¨¢rtel mexicano.
Casa de mi padre ha logrado un ¨¦xito mediano en Estados Unidos ¡ªse estren¨® el pasado fin de semana, y entr¨® novena en el listado de las m¨¢s taquilleras con 1,7 millones de euros, aunque logr¨® unos estupendos 4.567 euros por pantalla¡ª a pesar de estar grabada casi en su integridad en espa?ol. Sin embargo, tambi¨¦n ha resucitado las viejas cr¨ªticas contra la industria de Hollywood por recuperar clich¨¦s que los hispanos querr¨ªan ver enterrados. ¡°A las generaciones m¨¢s mayores de hispanos les preocupa la imagen con la que se les representa, y esta es la peor que pod¨ªan ver¡±, afirma Rub¨¦n Navarrete, columnista y analista pol¨ªtico en medios como la cadena de televisi¨®n CNN.
Lo sorprendente de esta pel¨ªcula, comenta el analista, es que hayan dado el papel principal a un estadounidense blanco. En cambio, los papeles del hermano de negocios turbios (Diego Luna) y el del l¨ªder del c¨¢rtel (Gael Garc¨ªa Bernal) recaen en actores hispanos. Para completar la lista de estereotipos que han encorsetado a casi todo personaje hispano que ha salido de la industria estadounidense, los personajes masculinos derrochan valent¨ªa y coraje, la novia (G¨¦nesis Rodr¨ªguez, la hija de El Puma) viste con todas las cualidades que se atribuye por defecto a las latinas; hay violencia y pasi¨®n, desierto y mariachis.
Y as¨ª el filme, que pretend¨ªa re¨ªrse de la imagen que han construido los estadounidenses de los hispanos, corre el riesgo de reforzar los cimientos en los que se asentaron desde un principio. ¡°Hollywood, a excepci¨®n de Washington, puede que sea el ¨²ltimo lugar de este pa¨ªs donde se enteren de que las cosas han cambiado¡±, dice Navarrete. ¡°La comunidad de actores hispanos lamenta que no se haya dado el papel m¨¢s importante a ninguno de ellos¡±.
Navarrete alega, adem¨¢s, que la industria del cine estar¨ªa enviando un mensaje claro: el rol principal debe ser para un wasp y la pel¨ªcula debe de ser valorada por haber dado tantos personajes a actores hispanos.
En los a?os cuarenta y cincuenta fue la imagen del mexicano tumbado bajo un cactus, con el rostro cubierto por el sombrero. En los sesenta eran los trabajadores de la tierra. En los setenta, los sirvientes. En los ochenta, la serie Corrupci¨®n en Miami les retrat¨® como narcotraficantes de drogas. En los noventa llegaron las bandas de criminales. Y en la primera d¨¦cada del siglo XIX, la serie Mujeres desesperadas, con Eva Longoria en el papel de hispana fr¨ªvola, ad¨²ltera y sexy que har¨ªa cualquier cosa por salirse con la suya, podr¨ªa dejar como legado, adem¨¢s, un spin-off protagonizado por cuatro ni?eras de California. Tambi¨¦n hispanas. ¡°La frustraci¨®n viene porque la comunidad latina ha vivido y protagonizado su propio progreso, pero a la hora de verse representados en cine y televisi¨®n, sienten que les obligan a dar un paso atr¨¢s¡±, dice Navarrete. Es decir, que Hollywood ha vuelto a fracasar con su ancestral ansia por atraer al p¨²blico hispano con filmes hispanos, hecho que s¨ª ha logrado con la comunidad afroamericana con sagas como La barber¨ªa o c¨®micos como Tyler Perry, uno de los m¨¢s taquilleros de la historia con los filmes protagonizados por su ¨¢lter ego femenino Madea.
¡°Si el arte refleja la vida, entonces el cine hollywoodiense reflej¨® las im¨¢genes m¨¢s comunes de las personas de color dentro del contexto de su tiempo, de manera racista a veces y frecuentemente estereot¨ªpica¡±, escribe el historiador Frank Javier Garc¨ªa en la obra La imagen del chicano / hispano en el cine americano. ¡°De ah¨ª que el hispano fuera inevitablemente retratado como vago, poco inteligente, grasiento, criminal y extranjero. Sus contribuciones culturales, econ¨®micas e hist¨®ricas nunca han sido documentadas ni apreciadas¡±.
Y puede que Casa de mi padre haya cometido el mismo error. La pel¨ªcula llega tarde y puede entenderse como una bofetada a la comunidad hispana de EE UU, que hace tiempo sobrepas¨® todos y cada uno de los clich¨¦s que ven en las producciones de Hollywood. Aunque su intenci¨®n sea precisamente mofarse de ellos.
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