El bloqueo aduanero amenaza la Feria del Libro de Buenos Aires

El Gobierno de Argentina aprob¨® el pasado 12 de marzo una resoluci¨®n por la que se dictamina que los libros no posean en sus tintas un contenido de plomo superior al 0.06%. Y para ello, se realizar¨¢n controles exhaustivos en las aduanas. La intenci¨®n manifiesta en la norma es preservar ¡°la salud o integridad f¨ªsica de los consumidores o usuarios¡±. La intenci¨®n oculta, aunque casi evidente, es fomentar la impresi¨®n nacional, controlar el d¨¦ficit comercial y ayudar a que salga del pa¨ªs el menor n¨²mero posible de d¨®lares. Aparte de los cientos de comentarios jocosos sobrevenidos en las redes sociales, la medida ha planteado gran pol¨¦mica y confusi¨®n. El diario Clar¨ªn abr¨ªa su edici¨®n de ayer con la noticia de que hab¨ªan sido bloqueados en la aduana todos los libros importados. Por su parte, el presidente de la C¨¢mara Argentina del Libro, Isaac Rubinzal, declar¨® que no era cierto que faltaran libros y se?al¨® que las resoluciones del Gobierno ¡°seguramente tienen una l¨®gica para la salud de la poblaci¨®n¡±.

La semana pasada, las empresas de mensajer¨ªa DHL y Fedex informaban al usuario residente en Argentina de que si quer¨ªan recibir un libro desde el exterior deber¨ªan acudir al aeropuerto para retirarlo, no ser¨ªa posible la entrega a domicilio. Sin embargo, este peri¨®dico envi¨® desde Madrid un libro el pasado lunes y fue entregado ayer en la direcci¨®n indicada sin ning¨²n problema ni coste adicional. Otras personas, no obstante, han debido personarse en el aeropuerto de Ezeiza, a 35 kil¨®metros de la capital.

Seg¨²n la directora, "las medidas empiezan a afectar a la industria"

En este sentido, la C¨¢mara Argentina del Libro envi¨® ayer un comunicado a sus socios en el que dec¨ªa: "La Secretar¨ªa de Comercio Interior nos ha informado que los problemas que ha habido con env¨ªos v¨ªa Courier se han resuelto. A partir de los pr¨®ximos d¨ªas se normalizar¨¢ el sistema".

Gabriela Adamo, directora de la fundaci¨®n organizadora de la Feria del Libro de Buenos Aires, cree que las medidas presentan un panorama ¡°muy preocupante¡±. La Feria comienza el pr¨®ximo 19 de abril y se prolongar¨¢ tres semanas. En lo superficial, poco se notar¨¢ el efecto de las nuevas medidas. Pero a medio plazo, seg¨²n Adamo, los lectores argentinos se ver¨¢n afectados. ¡°A lo largo de este a?o el lector se va a encontrar con menor diversidad, menor circulaci¨®n y menor acceso a los libros. Me parece algo muy preocupante¡±, se?ala. ¡°Para que esta Feria pueda existir y sea la fiesta de la lectura que es, con el mill¨®n de personas que nos visita, se necesita una industria editorial s¨®lida. Y estas medidas est¨¢n reci¨¦n empezando a afectar a la industria. Horacio Gonz¨¢lez, el director de la Biblioteca Nacional, ha escrito que esta medida deber¨ªa repensarse. Ser¨ªa conveniente escucharle¡±.

El responsable de la Biblioteca Nacional ha pedido que se replantee la pol¨ªtica

Gabriela Adamo no dispone de cifras para calcular en cu¨¢nto se benefician las arcas p¨²blicas de los nuevos controles a la importaci¨®n del libro. Pero cree que las cifras deben ser ¡°¨ªnfimas¡± en relaci¨®n a la balanza comercial del pa¨ªs. Adamo lamenta ¡°la incertidumbre¡± que se crea en el sector editorial con unas normas que parecen producto de la ¡°improvisaci¨®n¡±. ¡°Han sido varias las medidas que se han anunciado y luego se da marcha atr¨¢s. Con cada una de ellas las c¨¢maras del libro van y tratan de resolverla. Pero es un proceso de desgaste bastante complicado. Esto ya viene desde el a?o pasado. De momento se frenaron las importaciones en el puerto y enseguida se habilitaron. Fue muy corto ese periodo, pero gener¨® una l¨®gica preocupaci¨®n y miedo en el sector¡±.

Lo que m¨¢s le preocupa a la directora de la Feria es el da?o que las nuevas medidas est¨¢n infligiendo en ¡°la profesionalizaci¨®n de la industria editorial argentina, conocida por su calidad y su solidez¡±. ¡°Esto es un trabajo que venimos haciendo hace much¨ªsimos a?os. Hay empresas que han invertido mucho en las traducciones, en sus dise?o, en todas las peque?as partes de la cadena de producci¨®n del libro. Y esto obliga a frenar ese proceso e incluso a dar marcha atr¨¢s en alguna de las cuestiones. Es grave porque eso no se recupera tan r¨¢pido¡±.

En la Feria de este a?o habr¨¢ una ausencia notable: la federaci¨®n de gremios espa?oles. ¡°Ellos representaban en un mostrador a la industria espa?ola. Tra¨ªan much¨ªsimos editores, distribuidores, libreros de Espa?a que vienen y hacen sus negocios no solo con sus colegas argentinos sino con todos los de Am¨¦rica latina. Al anunciarse estas medidas y, sumada la crisis que est¨¢ viviendo Espa?a, nos mandaron una carta en enero diciendo que este a?o no iban a venir. Pero las relaciones de los editores, los libreros y el p¨²blico son de largo plazo, son gotas que van llenando el vaso de a poquito. Interrumpirlo de una manera dr¨¢stica no nos parece la actitud m¨¢s inteligente. Est¨¢bamos dispuestos a buscar otras soluciones. Si Espa?a hab¨ªa perdido ciertos subsidios que le facilitaban venir, est¨¢bamos dispuestos a complementarlo desde ac¨¢. Pero ha sido una medida muy rotunda. A pesar de eso, muchos de los editores y distribuidores espa?oles est¨¢n viniendo por su cuenta¡±.

En todo lo aparente, la Feria de este a?o volver¨¢ a ser un ¨¦xito. Pero Adamo cree que si contin¨²a la ¡°incertidumbre¡± que asedia a las editoriales en Argentina, el principal perjudicado ser¨¢ el lector.