Artistas unidos... ?jam¨¢s ser¨¢n vencidos?
Diversas agrupaciones se consolidan como suplemento a la carencia de apoyos institucionales y de espacios de creaci¨®n
Si las galer¨ªas tienen capacidad para representar a un n¨²mero (bastante) limitado de artistas; si las ayudas estatales llegan hasta donde llegan (cada vez menos y a menos); y si las instituciones privadas aportan un presupuesto (crecientemente) escaso para el apoyo y difusi¨®n de los creadores, ?qu¨¦ posibilidades quedan? Antes de tirar la toalla, y haciendo honor a la imaginaci¨®n que se les presume, muchos artistas ¨Cespecialmente los m¨¢s j¨®venes- est¨¢n agrup¨¢ndose para compartir espacios, recursos y puntos de vista. Enfocados desde la autopromoci¨®n a la educaci¨®n, pasando por la experimentaci¨®n y el intercambio de conocimientos, muchos de estos proyectos est¨¢n echando ra¨ªces no como alternativa, sino como entidades con vida propia.
Tal es la consolidaci¨®n de estos espacios, que sus preceptos ya han entrado en las aulas de la universidad: la Facultad de Bellas Artes de la Complutense de Madrid, en colaboraci¨®n con la asociaci¨®n Hablar en Arte, una plataforma independiente de proyectos, impartir¨¢ entre el 18 y el 20 de abril el taller Agrupaciones de artistas en Madrid ¨C Experiencias Asociativas, en el que seis asociaciones expondr¨¢n sus casos a los alumnos de ¨²ltimo curso. ¡°El taller busca suplir una carencia de las universidades, que nosotros mismos vivimos cuando acabamos de estudiar historia del arte en el a?o 2000, y es que nadie, absolutamente nadie, vino a hablarnos sobre las posibilidades laborales despu¨¦s de la carrera¡±, cuenta Javier Mart¨ªn, el presidente de Hablar en Arte.
Hipster's cleaning, de Ignacio Ch¨¢varri, artista integrado en el Espacio Mediod¨ªa Chica
Aunque Hablar en Arte es una asociaci¨®n de gesti¨®n de proyectos culturales, los invitados al taller que organizan s¨ª son artistas que, por diferentes motivos y en distintas etapas de su carrera, decidieron recurrir a la fuerza que hace la uni¨®n para abrirle un hueco a su trabajo. ¡°En muchos casos los artistas de esas asociaciones estaban hasta hace un par de a?os sentados en las aulas donde tendr¨¢ lugar el taller, y nos pareci¨® muy interesante que pudieran compartir sus experiencias para ver qu¨¦ se puede llegar a hacer¡±, apunta Mart¨ªn. Y eso que se puede llegar a hacer es mucho, y muy variado.
En el caso de Proyecto Rampa, nacido hace dos a?os de un grupo de amigos con ganas de encontrar un lugar donde trabajar, la deriva del concepto inicial ha desembocado en un espacio donde sus seis integrantes articulan propuestas en com¨²n. ¡°Es interesante tener al lado a personas que son tus amigos, es un proceso enriquecedor, en el que puedes compartir opiniones, debatir sobre lo que estamos haciendo y ayudarnos¡±, se?ala Karlos Gil, uno de los integrantes. Paralelamente, su local en el madrile?o barrio de Carabanchel sirve tambi¨¦n de centro para organizar talleres, presentaciones y programas de investigaci¨®n. ¡°Nos interesa crear una tangente en torno al modelo de arte establecido¡±, puntualiza Gil.
Similares aspiraciones llevaron a la creaci¨®n en 2007 del espacio Mediod¨ªa Chica: j¨®venes reci¨¦n salidos de la carrera que buscan la manera de asomar la cabeza por la puerta del mercado del arte, pero que sin experiencia ni contactos, no encuentran por d¨®nde empezar. A diferencia de Rampa, adem¨¢s de compartir estudio y programar actividades, en Mediod¨ªa Chica tambi¨¦n se expone, tanto obra de los propios socios como de artistas externos. Aunque eso no significa que la asociaci¨®n sea una galer¨ªa, ni tampoco un suced¨¢neo. ¡°No queremos competir con el mundo de las galer¨ªas¡±, explica Ignacio Ch¨¢varri, uno de los miembros. ¡°Quer¨ªamos proponer un lugar que fuera un t¨¦rmino medio, disponible para personas que no est¨¢n en el circuito profesional del arte, y que pudieran exponer en una sala que no fuera un bar¡±.
Al estar situadas en ese punto intermedio, una especie de limbo entre lo comercial y lo p¨²blico, la financiaci¨®n y su proveniencia se adivina como uno de los ejes que definen la supervivencia y el desarrollo de estas agrupaciones. ¡°Varias asociaciones hemos creado la Federaci¨®n de Agentes Art¨ªsticos Independientes de Madrid¡±, se?ala Javier Mart¨ªn, de Hablar en Arte. ¡°Y desde all¨ª defendemos la prestaci¨®n de ayudas p¨²blicas plurianuales¡±. Y es que son las subvenciones (anuales a lo sumo), junto con el dinero que puedan generar los talleres y actividades que se realizan, adem¨¢s de las aportaciones de particulares, las que definen las posibilidades de estas asociaciones. ¡°Lo que hacemos son proyectos minoritarios, pero tambi¨¦n es importante que haya un espacio para ellos¡±, defiende Mart¨ªn.
Otra disposici¨®n econ¨®mica ha marcado el arranque de Noestudio, que se inaugur¨® el pasado mes de febrero en Madrid. Los artistas Abraham Lacalle, Jacobo Castellano, Jaime de la Jara y Miki Leal, junto a la comisaria Mar¨ªa Jos¨¦ Solano y el dise?ador Esteban Navarro, han estrenado este proyecto multidisciplinar en un amplio local de 450 m2, en el barrio de Salamanca de Madrid. Para cubrir sus costes, han contado con la ayuda de un mecenas an¨®nimo, ¡°que nos ayuda como uno m¨¢s: no solo aporta dinero, sino tambi¨¦n ideas¡±, cuenta Miki Leal. Para ¡°cubrir gastos, porque sabemos que recuperar el dinero ser¨¢ pr¨¢cticamente imposible¡±, Noestudio albergar¨¢ ¡°unas tres o cuatro grandes exposiciones al a?o de artistas que presenten proyectos que nos gusten, presentaciones de libros y discos, adem¨¢s de talleres, la producci¨®n de objetos art¨ªsticos que venderemos en el local, y una peque?a editorial¡±, apunta Leal.
Otra peculiaridad de Noestudio es que los artistas que lo componen ya tienen su carrera hecha. ¡°Todos estamos representados por galer¨ªas¡±, se?ala el artista, ¡°pero es que este espacio no nace con esa visi¨®n. Queremos ser un complemento, algo que sume m¨¢s que reste¡±. Ni buscarse la vida, ni pretensiones de reivindicar nada. ¡°El proyecto no nace de ninguna carencia en el mundo del arte, aunque evidentemente las hay, sino que surgi¨® de una manera espont¨¢nea¡±, reconoce Leal. Adem¨¢s de hacerles las veces de estudio de trabajo, los cuatro artistas compartir¨¢n tambi¨¦n el local con residentes, que acceder¨¢n a las dos habitaciones disponibles a trav¨¦s de convocatoria. ¡°Es una de las bases del proyecto, y servir¨¢ para generar un intercambio¡±.
El Intercambiador es precisamente otro grupo que surgi¨® hace un a?o en Madrid con esa pretensi¨®n: la de generar sinergias a partir de la reciprocidad. ¡°Somos un colectivo de artistas que empezamos a trabajar en un estudio conjuntamente, y se nos ocurri¨® la idea de hacer una residencia¡±, cuenta Juan Garc¨ªa. Despu¨¦s de tres experiencias satisfactorias con artistas de su entorno, y una cuarta prevista para abril, pronto dar¨¢n el salto al resto del mundo. ¡°Vamos a establecer una residencia de artistas extranjeros que funcionar¨¢ por convocatoria¡±, explica Garc¨ªa. Cada creador con el que realizan el intercambio tiene adem¨¢s exposici¨®n asegurada, gracias a la cesi¨®n de locales por parte de proyectos como el Espacio F de la capital. ¡°La idea surgi¨® a ra¨ªz de ver c¨®mo estaban apareciendo asociaciones de artistas, pero que en casi ning¨²n caso expon¨ªan, y de ah¨ª pasamos a la idea de gestionar una residencia¡±.
Formada tambi¨¦n a partir de una agrupaci¨®n, con un artista pl¨¢stico entre sus cinco integrantes, Fast Gallery presenta un concepto en una l¨ªnea diferente. ¡°El t¨ªtulo lo define perfectamente: el una galer¨ªa, en la que se presenta la obra de artistas, y es r¨¢pida, porque est¨¢ limitada en un periodo de tiempo¡±, expone Norah Delgado. Desde una hora a unos d¨ªas, y con ¡°presupuesto cero¡±, los proyectos multidisciplinares que comisar¨ªan informalmente -y que ellos llaman ediciones- se han presentado en espacios ef¨ªmeros que van desde un local cedido o la terraza de un piso a ferias o centros de arte que les invitan a promover sus iniciativas. Coincidiendo con el resto de las formaciones, el origen del experimento, que ahora se encuentra en un momento de pausa y redefinici¨®n, se sit¨²a m¨¢s en la necesidad que en la contestaci¨®n. ¡°No ten¨ªamos intenci¨®n de movernos en el entorno institucional, porque no nos llamaban. Nunca hemos tenido la intenci¨®n de desmarcarnos ni oponernos, no es una respuesta a la crisis¡±, aclara Delgado. ¡°Lo que pasa es que tampoco hemos conocido nunca otra situaci¨®n¡±.
Babelia
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