C¨®mo sobrevivir a la pel¨ªcula de tu vida
Michel Hazanavicius y Jean Dujardin repiten en ¡®Los infieles¡¯, una comedia formada por episodios, tras el Oscar de ¡®The artist¡¯ ¡°Ni siquiera me he planteado si lo merec¨ªa¡±, dice el director
El lunes por la tarde, Michel Hazanavicius cruzaba Par¨ªs de una reuni¨®n a otra. Director de The artist, el ¨²nico largometraje no anglosaj¨®n que ha ganado el Oscar a la mejor pel¨ªcula (y otras cuatro estatuillas), uno se lo imagina respondiendo al tel¨¦fono desde una limusina con una secretaria cribando antes las llamadas y con champ¨¢n fr¨ªo a su vera. ¡°Puede que se corte, porque voy en bicicleta...¡±. ?En bicicleta? ¡°Pero es el¨¦ctrica, tiene motor para las cuestas¡±. Ah, bueno, si tiene motor... ¡°El Oscar, al menos, no ha cambiado mi medio de transporte. No soy yo quien debe decirte si ha afectado mi vida. Ser¨¢n quienes me rodean. Desde luego s¨ª me ha abierto otras v¨ªas de financiaci¨®n. The artist fue un proyecto postergado durante una d¨¦cada porque nadie cre¨ªa en ¨¦l. Como me venga otro productor a decirme ¡®no va a funcionar¡¯, le responder¨¦ que se lo piense un poquito m¨¢s¡±. Hazanavicius ha logrado lo que no consiguieron ni Bergman, Fellini o cualquier maestro franc¨¦s: el Oscar m¨¢s importante. ¡°No pienso en ello. Me da alegr¨ªa, felicidad, orgullo... Es tambi¨¦n una cuesti¨®n de suerte porque el Oscar y la pel¨ªcula son cosas distintas. Ni me planteo si me lo merezco¡±.
Hoy se estrena en Espa?a Los infieles, una pel¨ªcula de episodios que coprotagonizan Jean Dujardin (The artist) y Gilles Lellouche: los dos actores han sido los motores del proyecto, que coescriben y en el que incluso dirigen alguna pieza. ¡°?Que c¨®mo es Dujardin como director? No lo s¨¦, porque yo solo le dirig¨ª, no fui a su rodaje. Vi la pel¨ªcula ya en el estreno. No puedo responder a la cuesti¨®n, ni me gusta en general juzgar los dem¨¢s. ?T¨² qu¨¦ opinas?¡±. Siguiente pregunta. Hazanavicius lleg¨®, obviamente, a Los infieles de la mano de su ¨ªntimo amigo, protagonista tambi¨¦n de sus OSS 117, El Cairo, nido de esp¨ªas y OSS 117, perdido en R¨ªo. ¡°Me lo plante¨¦ como un mediometraje, como un episodio para una serie de televisi¨®n, formato que conozco. Lo extra?o estaba en no controlar el producto final. Entr¨¦ en el proyecto cuando me propusieron el guion. Acept¨¦, s¨ª, por amistad con Jean. Luego reescrib¨ª todo lo que pude. En mi caso el tema no es tanto la infidelidad, porque es la ¨²nica historia en la que no consigue ser infiel, como s¨ª hablar de un personaje que describimos con un humor cruel, algo grueso. No buscamos un h¨¦roe a la vieja usanza, sino un desgraciado, y eso era lo que me divert¨ªa¡±.
En cuanto al esc¨¢ndalo montado en Francia con los dos carteles de la pel¨ªcula, en los que se ve a Dujardin en una clara postura sexual sujetando las piernas de una chica y a Lellouche con una cabeza femenina entre sus piernas mientras le dice a su mujer por el m¨®vil ¡°Se va a cortar, voy a entrar en un t¨²nel¡±, el cineasta reconoce no saber mucho del asunto: ¡°Estaba en plena promoci¨®n de los Oscar en Los ?ngeles. Yo no lo llamar¨ªa esc¨¢ndalo. Pas¨® por el despacho de la Autoridad de Regulaci¨®n Profesional de la Publicidad (ARPP) sin que dijeran nada, algunas asociaciones protestaron y el distribuidor decidi¨® retirar los p¨®sters. No me enter¨¦... El reto de perder el Oscar era m¨¢s importante que un jale¨ªllo con los carteles [risas]¡±. Exactamente no ocurri¨® as¨ª, sino que la ARPP, que efectivamente hab¨ªa dado el visto bueno previo, orden¨® quitarlos de la calle tras, eso s¨ª, solo dos quejas.
Hazanavicius conoce al dedillo todos los matices de Jean Dujardin: el gesticulero de las OSS 117, el alocado de Los infieles o el m¨¢s sobrio de The artist. ¡°Lo mejor de un actor es que puede fundirse en diferentes personajes, sentimientos, incluso conceptos. Y yo no separo al Jean de una pel¨ªcula de otro. Veo toda una carrera, una cinematograf¨ªa y luego puede parecerte m¨¢s moderno o cl¨¢sico: en Los infieles recrea varios papeles perfectamente cre¨ªbles, que te recuerdan a gente que conoces; en las otras pel¨ªculas sus personajes son pura fantas¨ªa¡±.
?Las reuniones a las que va en bicicleta tienen relaci¨®n con su nueva pel¨ªcula? ¡°No, para nada. Estoy escribiendo, s¨ª, pero ahora voy a un encuentro con una asociaci¨®n de realizadores y productores¡±. ?Y ese nuevo argumento? ¡°Trabajo en la adaptaci¨®n de Los ¨¢ngeles perdidos a la actualidad. Es la pel¨ªcula de Fred Zinnemann que supuso el debut en el cine de Montgomery Clift, y que cuenta c¨®mo un soldado estadounidense ayuda a un ni?o checo a buscar a su madre en el Berl¨ªn del final de la II Guerra Mundial. Estoy trabajando en ello con mi coguionista habitual, Jean-Fran?ois Halin. Al traerla a la actualidad se convertir¨¢ en un filme muy, muy pol¨ªtico¡±.
The artist ha funcionado bien en la taquilla mundial, pero no tanto como Intocable, que ha arrasado en Europa: ha ganado cinco veces m¨¢s que el filme de Hazanavicius en Francia, casi el doble en Espa?a... ¡°No estoy sorprendido porque de vez en cuando ocurren estas carreras incre¨ªbles. Me alegra porque sus creadores son amigos y porque tiene un buen nivel cinematogr¨¢fico. S¨ª me sorprende que esa calidad obtenga el benepl¨¢cito popular¡±.
Y Hazanavicius sigue pedaleando. Ser¨¢ bicicleta nueva, ?no? ¡°S¨ª, fue un regalo de mi esposa [B¨¦r¨¦nice Bejo, la actriz de The artist], pero porque ella rompi¨® la m¨ªa y porque era mi cumplea?os. No por el Oscar. Bueno, al menos tengo una bici el¨¦ctrica¡±.
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