Julia
En 2000 le quitaron a Julia Otero su programa de Onda Cero porque hac¨ªa un buen programa de radio. Luego se lo restituyeron, muchos a?os m¨¢s tarde, y ha seguido haciendo ah¨ª un trabajo excelente. Ha estado en la televisi¨®n y ah¨ª ha hecho tambi¨¦n el papel que se espera de una periodista como ella, culta y empe?ada, adem¨¢s, en ser cada vez m¨¢s culta y por tanto mejor periodista, m¨¢s capacitada para entender a los otros, para no tolerar lo intolerable y para tolerar tambi¨¦n aquello con lo que ella no est¨¢ de acuerdo. Una buena periodista, sin duda, porque no es c¨ªnica y porque, como quer¨ªa Kapucinski de los que hacen periodismo, es una buena persona.
Ahora le han propuesto hacer un programa de entrevistas en Televisi¨®n Espa?ola. Y, como dec¨ªa Francisco Candel que ocurri¨® tras la publicaci¨®n de su libro sobre Barcelona, ?Dios la que se arm¨®! Los que consideran que al que no les baile el agua no hay que darle ni agua han salido a las palestras cavernarias a avisarle al partido que gobierna ahora que evite por todos los medios que entre en esa Casa esta enemiga de la sacrosanta verdad que ellos creen que predican.
Al tiempo que surgen esas voces que le piden al PP que ejerza el poder que tiene y que haga imposible el acceso de Julia a esa pantalla viene de Almer¨ªa la noticia de que un alcalde desavisado por la historia ha decidido retirar el nombre de Rafael Alberti de la fachada del teatro que hasta ahora ha tenido el nombre del autor de Sobre los ¨¢ngeles.
Son s¨ªntomas graves de un desentendimiento de la realidad que resulta peligroso en un pa¨ªs cuyo aprendizaje democr¨¢tico pasa por entender, por ejemplo, que la historia democr¨¢tica de la cultura no se puede tachar, en el caso de Alberti, y por saber que Radiotelevisi¨®n Espa?ola se ha dotado de un estatuto que deja a los profesionales que manden en ella el arbitrio de las decisiones relativas a su programaci¨®n, en todos sus t¨¦rminos.
Apelar al cambio pol¨ªtico para tratar de condicionar el futuro de ese medio p¨²blico tambi¨¦n en la libre contrataci¨®n de los periodistas es una mezquindad que el partido al que se dirigen deber¨ªa cortar de ra¨ªz.
Como en Almer¨ªa alguien deber¨ªa controlar el martillo con el que quieren eliminar el nombre de Rafael Alberti, en la televisi¨®n p¨²blica alguna mano ha de venir que impida que la tachen como si no hubiera existido.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.