Las ferias como oasis literarios
La cita del libro de Bogot¨¢ celebra sus 25 ediciones. Confirma la vitalidad y necesidad de estos eventos en un mundo cada vez m¨¢s virtual
Entre tanto augurio apocal¨ªptico para el libro en papel, las ferias del libro, sin embargo, pugnan con vitalidad por reinventarse. ?C¨®mo? Convertidas en oasis literarios para lectores, escritores, agentes o editores en un mundo que vive entre la paradoja de la hipercomunicaci¨®n virtual y la amenaza de naufragio de las relaciones humanas de carne y hueso. La Feria del Libro de Bogot¨¢, que ayer inaugur¨® su edici¨®n 25? es una buena muestra de ello. Es una de las m¨¢s importantes de Am¨¦rica Latina, as¨ª como un ejemplo de la necesidad e importancia de estos acontecimientos. ¡°La gran aportaci¨®n de una feria es la vida social, el trato real que requieren... y del que carece Internet y las recomendaciones de los peri¨®dicos¡±, asegura la escritora Rosa Montero, que ha ido en tres ocasiones a la Filbo, como llaman los colombianos al evento. La peculiaridad de esta cita, agrega Montero, ¡°es ese trato ¨ªntimo y familiar que la hace especial. Tiene una afluencia incre¨ªble, una tradici¨®n arraigada¡±.
Esta primavera, periodo de florecimiento de estos encuentros en todo el mundo, servir¨¢ de term¨®metro sobre el futuro y el sentido de estas citas; acaban de terminar el Sal¨®n de Par¨ªs y la Feria de Londres y hoy abre sus puertas la de Buenos Aires. Y todos juegan con, m¨¢s o menos, las mismas armas. Son eventos que convocan a j¨®venes autores y a consagrados; a editoriales establecidas y a nuevos intermediarios que tiran de la autoedici¨®n; a profesionales y a lectores, que de eso se trata.
Sin perder de vista las bondades digitales, Fernando Valverde, presidente de la Confederaci¨®n Espa?ola de Gremios y Asociaciones de Libreros, (CEGAL), asegura que ¡°es justo en estos momentos cuando el espacio f¨ªsico recobra todo el sentido¡±. ¡°Y cobra m¨¢s fuerza el hecho de poder encontrarnos, escucharnos e intercambiar opiniones sobre nuestras lecturas¡±, a?ade.
Estos cert¨¢menes tambi¨¦n han alentado un fen¨®meno reciente, pero que podr¨ªa contribuir a su mismo futuro: la conversi¨®n de los escritores en ¨ªdolos. Los autores, en muchos sentidos, han pasado a ser tambi¨¦n celebridades y este tipo de citas, el escenario perfecto para el encuentro con los practicantes de sus religiones. El p¨²blico hace colas para conocerlos y poder dialogar con ellos. De eso sabe mucho Nubia Mac¨ªas, directora de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara (M¨¦xico), para quien, adem¨¢s, ¡°las ferias literarias tienen que ser eventos de promoci¨®n de la lectura, estar organizadas al margen de los programas profesionales y de negocios, y concentrar todos sus esfuerzos en crear lectores¡±.
Porque las ferias exclusivamente profesionales, como las de Fr¨¢ncfort, seg¨²n el cr¨ªtico Manuel Rodr¨ªguez Rivero, ¡°para lo ¨²nico que sirven es para poner cara a aquellos con quien negocias¡±. Ver y dejarse ver, ¡°cada d¨ªa tiene menos sentido, porque la edici¨®n se ha globalizado y las ferias se vuelven demasiado caras¡±.
Las que convocan al personal que vive alrededor del libro y la lectura parecen tener otro destino. La de Bogot¨¢, de momento, no presenta s¨ªntomas de fatiga: espera una asistencia de 400.000 visitas, hasta el 1 de mayo que cierra sus puertas. Ocupar¨¢ todos los 58.000 metros cuadrados del Centro Internacional de Negocios y Exposiciones de Bogot¨¢, donde estar¨¢n m¨¢s de 500 expositores y un centenar de escritores en conferencias, mesas redondas y lecturas p¨²blicas.
Este a?o entre los principales invitados figuran el escritor estadounidense Jonathan Safran Foer y el legendario periodista Gay Talese. Junto a ellos, nombres clave de la literatura, el pensamiento y, por qu¨¦ no, la narrativa comercial en espa?ol como Laura Restrepo, Santiago Gamboa, Javier Moro y Enrique Krauze.
El narrador y poeta Dar¨ªo Jaramillo, que no se ha perdido ninguna edici¨®n de la Filbo, asegura que la oferta de libros ha aumentado: ¡°Eso es muy atractivo para las bibliotecas, pero lo m¨¢s importante de esta feria es la cantidad de gente que acude. Y no hay que olvidar que hay un p¨²blico que compra libros solo estos d¨ªas¡±.
La Filbo celebra sus 25 a?os con Brasil como invitado: ¡°Es una gran oportunidad para intercambiar conocimientos de derechos de autor y traducciones del portugu¨¦s al espa?ol y viceversa, aprovechando que el espa?ol acaba de ser declarado la segunda lengua oficial en las escuelas brasile?as¡±, explica Amalia de Pombo, directora de la feria.
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