¡°La m¨²sica es como un lenguaje, y en ella puedes escuchar conversaciones¡±
El pianista Lang Lang protagoniza una conferencia en el Reina Sof¨ªa organizada por EL PA?S
El estatus de celebridad que el pianista chino Lang Lang ha adquirido en los ¨²ltimos a?os habla de una nueva mentalidad sobre la m¨²sica cl¨¢sica. La conferencia que tuvo lugar ayer en el auditorio del museo Reina Sof¨ªa de Madrid, moderada por el periodista Jes¨²s Ruiz Mantilla y auspiciada por Telef¨®nica, es la prueba de c¨®mo de ser pr¨¢cticamente desconocidos para el gran p¨²blico, estos m¨²sicos comienzan a abrirse camino al estrellato medi¨¢tico, y con ¨¦l, a la mayor difusi¨®n de su obra. Unas 200 personas, que religiosamente hicieron cola a la intemperie bajo una llovizna que acab¨® en aguacero, acudieron a ver y o¨ªr a Lang Lang hablar de su arte, s¨ª, pero tambi¨¦n de sus viajes, de sus proyectos filantr¨®picos, de su infancia o de su visi¨®n de un mundo en crisis.
Por partes. De la m¨²sica -de su m¨²sica- el pianista cont¨® que esa misma tarde hab¨ªa estado grabando una pieza de flamenco. Del flamenco, la conversaci¨®n deriv¨® en las diversas m¨²sicas espa?olas, y de ah¨ª a las europeas. ¡°Cuando era peque?o no me daba cuenta de que los europeos eran tan diferentes entre ellos, lo mismo que pasa cuando los europeos piensan en los asi¨¢ticos¡±, explicaba Lang, que ahora tiene 29 a?os. ¡°Luego te das cuenta de que la m¨²sica es como un lenguaje, y en la m¨²sica de un pa¨ªs puedes escuchar las conversaciones de un idioma¡±.
En el repaso por su infancia y adolescencia, relat¨® Lang c¨®mo una de sus primeras profesoras de piano casi le hizo desistir de su pasi¨®n. ¡°Ten¨ªamos problemas de incomunicaci¨®n, y al final ella me despidi¨®¡±, contaba entre las risas del p¨²blico en un ingl¨¦s fluido, al que el periodista Ruiz Mantilla daba r¨¦plica en castellano. Despu¨¦s de ella, lleg¨® Pek¨ªn, adonde se mud¨® desde su Shenyang natal junto a su padre. ¡°Al principio fue duro adaptarme, y sobre todo echaba de menos a mi madre¡±. (Quiz¨¢ para no sentirse en el extranjero, el pianista acudi¨® con ella a la conferencia). M¨¢s tarde, el salto a EE UU. ¡°All¨ª aprend¨ª a abrir mi mente en vez de enfocarme solo en un periodo musical o en un pa¨ªs. Todo el mundo deber¨ªa tener la oportunidad de aprender de todo¡±.
Ese car¨¢cter generoso que ya hab¨ªa sugerido, sali¨® a relucir de pleno con su trabajo con doce ni?os -unos con talento musical, otros m¨¢s desaventajados-, a quienes la fundaci¨®n que cre¨® en 2008 concede becas de estudio. El origen de su filantrop¨ªa, apunt¨®, quiz¨¢ naciera en el viaje que realiz¨® en 2004 a ?frica como embajador cultural de Unicef. ¡°La situaci¨®n de alguna gente all¨ª me hizo sentir triste¡±, asegur¨® el pianista, al que Ruiz Mantilla defini¨®, acertada y asentidamente por el aludido, como ¡°un m¨²sico global¡±.
Llegado el turno de preguntas del p¨²blico, algunas cuestiones t¨¦cnicas: ¡°?Por qu¨¦ toca la Rapsodia h¨²ngara n? 2 de manera diferente a otros pianistas?¡±; ?Aprendi¨® a tocar usando escalas?¡±. ¡°Son preguntas dif¨ªciles¡±, dec¨ªa risue?o el m¨²sico. Otras intervenciones fueron tan entra?ables que arrancaron los aplausos de los presentes, como cuando un ni?o de 12 a?os le agradeci¨® que se acordara de los m¨¢s peque?os a trav¨¦s de su fundaci¨®n. A la cuesti¨®n de cu¨¢ndo comprendi¨® que era m¨²sico, que esa era su vida, Lang Lang respondi¨® que fue a los cinco a?os, subido ya sobre un escenario. ¡°Me d¨ª cuenta de que tocar ante el p¨²blico es c¨¢lido, es muy satisfactorio¡±. Quiz¨¢, tras la acogida de ayer, volviera a sentir lo mismo.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.