?Qu¨¦ dolor de toreros¡!
Alguien debe explicarle a Esa¨² Fern¨¢ndez antes de que sea tarde que el toreo es ce?imiento
?Qu¨¦ dolor de corrida triunfal que pudo ser y se esfum¨® por las rendijas del triunfalismo¡! ?Qu¨¦ dolor de toreros, que han dejado volar para siempre una oportunidad de oro que la vida les present¨® como un manjar exquisito¡! ?Qu¨¦ pena de toros, que ofrecieron lo mejor que ten¨ªan y nadie se deleit¨® con ello¡! ?Qu¨¦ pena de Maestranza, otrora sabia, incapaz de distinguir entre el toreo de calidad y la bisuter¨ªa barata¡!
Enhorabuena al ganadero. Entre comillas, pero enhorabuena. Su corrida estuvo bien presentada y derroch¨® nobleza y calidad a borbotones. Las comillas se las gan¨® porque todos mansearon en los caballos y flojearon en demas¨ªa. Pero fue una excelsa corrida moderna, con codicia, bondad y recorrido en la muleta para que un necesitado de gloria tocara con los dedos su sue?o.
Pero, no. Ni Cort¨¦s, que tuvo entre sus manos al mejor de la tarde, el primero, ni Nazar¨¦, ni Fern¨¢ndez estuvieron, ni mucho menos, a la altura que exig¨ªan sus muy bondadosos oponentes. Hubo dos orejas, pero de mentira. No las merecieron por su conformismo, por su toreo insulso y, sobre todo, porque sus toros eran de l¨ªos gordos.
YMBRO/CORT?S, NAZAR?, FERN?NDEZ
Toros de Fuente Ymbro, bien presentados, mansos, blandos, muy nobles y con clase.
Salvador Cort¨¦s: estocada (ovaci¨®n); dos pinchazos y media atravesada (silencio). Antonio Nazar¨¦: estocada baja (silencio); media atravesada (oreja). Result¨® herido leve en la regi¨®n gemelar de la pierna derecha. Esa¨² Fern¨¢ndez: estocada (silencio); estocada baja (oreja).
Plaza de la Maestranza. 18 de abril. S¨¦ptimo festejo. Media entrada.
Salvador Cort¨¦s no tiene perd¨®n. O, quiz¨¢, s¨ª; a quien da lo que tiene no se le puede exigir m¨¢s. Le toc¨® en primer lugar un bomb¨®n con un cortijo en cada pit¨®n, y se qued¨® con la hipoteca del piso. Cit¨® a Jopeo de lejos desde la boca de riego; acudi¨® el animal al trote codicioso y al encuentro le falt¨® destello y pellizco. Y se sucedieron las tandas por ambas manos ¡ªincansable el toro en su nobleza¡ª y, a excepci¨®n de unos naturales templados, todo son¨® como hueco y diluido, sin gracia, sin intensidad, sin emoci¨®n. Torear no es dar pases; es cargar la suerte, ligar los muletazos y llevar al toro embebido en los vuelos del enga?o. Justo lo que no hizo Cort¨¦s, vamos. Despu¨¦s del fiasco, sali¨® muy desmotivado ante el cuarto, otro noble animal, que lo desbord¨® completamente, y se mostr¨® sin ideas y con poco sitio. En fin, que hay toros que descubren a los toreros; a unos, para bien, y a otros..., como a Salvador Cort¨¦s.
El segundo no cuenta porque se lesion¨® en el caballo y no pod¨ªa embestir a pesar de su buena intenci¨®n. Pero el quinto, un pavo con dos largos y muy respetables pitones astifinos, puso el triunfo en bandeja a Nazar¨¦, que tuvo el ¨¢nimo cogido con alfileres. Muy conformista con el capote, como deseando quitarse de en medio con rapidez, y acelerado y con escaso compromiso en la muleta. Una tanda cort¨ªsima de buenos naturales y se acab¨®.
Y alguien debe explicarle a Esa¨² Fern¨¢ndez antes de que sea tarde que el toreo es ce?imiento y hondura. Tuvo el valor de esperar a su lote de rodillas en la puerta de toriles, pero todo lo ech¨® por tierra con un toreo despegado, con la muleta retrasada, y siempre fuera de cacho. ?Qu¨¦ por qu¨¦ se concedieron las orejas? Porque la fiesta naufraga. As¨ª de claro.
Babelia
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.