El relevo en la SGAE busca acabar con la mala fama de la sociedad
Los socios votan una nueva junta directiva menos de un a?o despu¨¦s de los ¨²ltimos comicios La instituci¨®n se vio salpicada de esc¨¢ndalos de corrupci¨®n. Se presentan 170 candidatos Fern¨¢ndez Sastr¨®n, Reixa, Garc¨ªa-Pelayo y Sisa lideran las candidaturas con m¨¢s posibilidades
Despu¨¦s de dar cien mil vueltas sobre s¨ª misma durante 10 meses, la SGAE ha vuelto esta noche al escenario donde se desat¨® la tormenta. El pasado 30 de junio la entidad de gesti¨®n celebr¨® sus ¨²ltimas elecciones mancilladas por las denuncias de manipulaci¨®n. 24 horas despu¨¦s, la Guardia Civil entr¨® en su sede del Palacio de Longoria y destap¨® el mayor esc¨¢ndalo que ha vivido desde su fundaci¨®n. Varios directivos, incluido su omnipresente presidente, Eduardo Teddy Bautista, fueron detenidos e imputados por el juez acusados de colaborar, participar o consentir una trama de desv¨ªo de fondos de la instituci¨®n a un entramado de empresas de uno de los m¨¢s cercanos colaboradores de Bautista. Las elecciones quedaron en papel mojado y durante todo este tiempo una junta de transici¨®n y los trabajadores de la casa han tratado de sentar las bases para una refundaci¨®n. Por primera vez en estos meses y en unos comicios hist¨®ricos, podr¨ªa decirse que los siempre alborotados autores parec¨ªan unidos.
Parece que casi nadie quiere ya m¨¢s l¨ªos. Ni los que miran al futuro ni el grupo de nost¨¢lgicos que reivindica los logros de la anterior etapa. La SGAE asume ahora el dif¨ªcil reto de enterrar el pasado y afrontar sus propias batallas, las que le interesan. Porque adem¨¢s de gestionar derechos, deber¨¢ volver a colocar en la agenda pol¨ªtica sus asuntos, como reclamaban muchos de sus socios. Eso es, entre otras cosas, negociar una compensaci¨®n por la pol¨¦mica copia privada, participar activamente en la reforma de la ley de la propiedad intelectual o definir su papel en la aplicaci¨®n de la Ley Sinde-Wert. Y restituir su da?ada imagen p¨²blica a trav¨¦s de una gesti¨®n m¨¢s transparente y una relaci¨®n de m¨¢s confianza con sus clientes (aquellos a los que se cobra por hacer uso de la obra de sus autores).
El recuento del voto por correo alarg¨® el escrutinio y los resultados no se conocer¨¢n hasta la madrugada. De los 173 candidatos que se presentaron, saldr¨¢n elegidos 39 miembros que configurar¨¢n la nueva Junta Directiva. Cuatro candidaturas acudieron a las urnas con un equipo suficiente para formar una junta del mismo color. AUNIR, liderados por Ant¨®n Reixa; DOM, equipo comandado por Jos¨¦ Miguel Fern¨¢ndez-Sastr¨®n; Centrados, cuyo portavoz es Iv¨¢n Garc¨ªa-Pelayo; y Autores M¨¢s que Nunca, liderado por el cantautor Jaume Sisa. El resto son candidatos aislados con afinidades de todo pelaje. Pero las votaciones se hicieron mediante listas abiertas. Es decir, los miembros de cada lista unitaria tambi¨¦n se eligieron de forma independiente y el resultado final arrojar¨¢ un equipo humano hecho de retales: miembros de diferentes familias condenados a entenderse para que uno de ellos salga elegido nuevo presidente.
Pese al revuelo medi¨¢tico en el que ha vivido la SGAE en los ¨²ltimos meses, la participaci¨®n en estos comicios ha bajado un 3,5%. El censo de votantes, debido a la reforma estatutaria, se ha ampliado de 8.220 a 21.129. Esta vez han votado 3.691 socios, mientras que en los anteriores comicios fueron 1.723. Pero al mismo tiempo, al ampliar el censo electoral para democratizar la insitituci¨®n, muchos de los nuevos electores lo hacen con un poder de decisi¨®n muy peque?o (los votos se reparten en funci¨®n de lo que recauda cada autor). Fuentes de la SGAE atribuyen a la dificultad de movilizar a esos electores con menos fuerza la bajada de la participaci¨®n.
La jornada electoral parec¨ªa a ratos un encuentro de viejos amigos hartos de pelear. En p¨²blico no hubo ni rastro de las viejas rencillas ni de las enquistadas posturas que separan a los Capuletos y Montescos de esta instituci¨®n desde hace a?os. Bautista, la mano de hierro que mantuvo el orden durante a?os, no se acerc¨® a votar. Lo dec¨ªan todos, y parec¨ªa verdad, ¡°toca mirar hacia delante¡±. La primera decisi¨®n que deber¨¢ tomar la nueva junta, en su reuni¨®n del 8 de mayo, ser¨¢ elegir a un nuevo presidente. Todos le ped¨ªan lo mismo al futuro l¨ªder: transparencia y eficiencia para gestionar sus derechos. Nada de proyectos inmobiliarios ni figuras presidencialistas. Pero a¨²n as¨ª, muchos segu¨ªan preocupados por lo que queda por saber. ¡°Estoy contento por la posibilidad de cambio que se nos abre pero preocupado por la confusa gesti¨®n de la Sociedad, que creo que es a¨²n mayor de lo que se ha transmitido. Todos estamos implicados, todos tenemos que dar un paso al frente¡±, sosten¨ªa Santiago Auser¨®n tras depositar su voto.
Babelia
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