Edificios contra el franquismo
Una muestra celebra los 50 a?os del monogr¨¢fico sobre Espa?a de la revista suiza ¡®Werk¡¯ Esa prestigiosa publicaci¨®n dio carta de naturaleza europea a la nueva arquitectura espa?ola
![Ana Marcos](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/https%3A%2F%2Fs3.amazonaws.com%2Farc-authors%2Fprisa%2F6b66c00d-554d-4551-812d-506b193ba153.png?auth=2e03873311b4b51ee9258f603cf10ee62bb9ef053b380395dbf31efc028e5b80&width=100&height=100&smart=true)
![Laboratorios de Seat, en Barcelona (1958-1959), de los arquitectos Rafael Echaide y C¨¦sar Ortiz-Echag¨¹e.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/VLRLXKEX5VE6PVASPG7EOJL3E4.jpg?auth=817199e7115c5ebbc61e0c44a002ee6ac5a0a1c548886949c3de9e6ce042314b&width=414)
Cuando el r¨¦gimen franquista pas¨® del ataque al desprecio ante cualquier manifestaci¨®n art¨ªstica, los arquitectos espa?oles amarraron m¨¢s fuerte sus aperos y se pusieron manos a la obra conscientes de que ten¨ªan un pa¨ªs entero que construir. Hab¨ªan pasado dos d¨¦cadas del final de la Guerra Civil y la autarqu¨ªa y el aislacionismo se hab¨ªan adherido tan fuerte a las costuras que los espa?oles llegaron a creer que hab¨ªan nacido con ese traje puesto. Tal vez por eso, el trabajo de Jos¨¦ Luis Fern¨¢ndez del Amo, Jos¨¦ Luis I?iguez de Onzo?o, Antonio V¨¢zquez de Castro y Oriol Bohigas, entre muchos otros, tuviera que esperar a que la insistencia de C¨¦sar Ortiz-Echag¨¹e, un joven arquitecto de Madrid, encontrara una v¨ªa de salida para ¡°una arquitectura que se rebel¨® contra un tipo de construcci¨®n grandilocuente, cara y oficialista, en favor de otra con vocaci¨®n social¡±, explica el arquitecto.
La Universidad de Navarra celebra estos d¨ªas con una exposici¨®n, Werk 6/62, y un congreso, el 50? aniversario del monogr¨¢fico que la revista especializada en arquitectura Werk dedic¨® a Espa?a. La publicaci¨®n suiza, precisa como sus relojes, tuvo que improvisar su planificaci¨®n editorial en 1962 cuando C¨¦sar Ortiz-Echag¨¹e, que hab¨ªa aparecido unos a?os antes en sus p¨¢ginas como ganador del premio Reynolds por sus comedores de la f¨¢brica de autom¨®viles Seat en Barcelona, les envi¨® un dossier con ¡°propuestas mucho m¨¢s interesantes y originales¡± de las que se hac¨ªan en su pa¨ªs, como expresar¨ªan Philip Roth, primer responsable de Werk y William Dunkel, profesor de arquitectura, en una conferencia en Z¨²rich, a principios de los sesenta.
¡°Despu¨¦s de haber tenido ciertos reparos respecto a la publicaci¨®n de un n¨²mero sobre Espa?a ¨Cpor el hecho de que una parte de la anterior generaci¨®n de arquitectos y de cr¨ªticos de arte no est¨¢n dispuestos a olvidar, tan pronto, el pasado¨C la selecci¨®n a la que llegamos nos convenci¨® de que pod¨ªamos afrontar el monogr¨¢fico con segura conciencia¡±, escribe en una carta Lucius Burckhardt, director de Werk a Ortiz-Echag¨¹e. ¡°Es evidente que despu¨¦s de 1945, terminada la Segunda Guerra mundial, el r¨¦gimen de Franco ten¨ªa una p¨¦sima imagen en los pa¨ªses de r¨¦gimen democr¨¢tico, entre los que Suiza se consideraba en cabeza, especialmente entre los intelectuales¡±, explica el arquitecto, retirado desde los setenta en Alemania. ¡°Es muy probable que les llegasen fotos de algunos edificios construidos en esos a?os con un estilo inspirado en la arquitectura de los Austrias, y que concluyeran que los arquitectos espa?oles se hab¨ªan sometido a las presiones de un r¨¦gimen dictatorial¡±.
La generaci¨®n de los cincuenta se despidi¨® de los dejes escurialenses
Para vencer el prejuicio, Ortiz-Echag¨¹e comenz¨® una ofensiva para lograr que sus compa?eros le enviaran el material necesario para convencer a la publicaci¨®n. ¡°Casi ning¨²n estudio dispon¨ªa entonces del tiempo y de los medios para preparar documentaci¨®n publicable en revistas: buenas fotograf¨ªas y planos simplificados. Tuvo que pasar alg¨²n tiempo hasta que algunos fot¨®grafos, sobre todo Catal¨¢-Roca en Barcelona y Pando en Madrid, se especializaran en fotograf¨ªa de edificios. Uno de los pocos que estaba organizado era el estudio de Coderch¡±, recuerda el arquitecto. ¡°El problema es que entonces se dedicaban a construir, no pensaban en sus monograf¨ªas o futuras posibles publicaciones porque no hab¨ªa revistas en Espa?a y fuera eran unos desconocidos¡±, apostilla Jos¨¦ Manuel Pozo, comisario de la exposici¨®n.
De las casi 30 obras que el arquitecto madrile?o envi¨®, la revista seleccion¨® 11, la mayor¨ªa realizadas en equipo. Adem¨¢s de art¨ªculos sobre Chillida, Oteiza y T¨¤pies. La generaci¨®n de los cincuenta se parapet¨® tras una causa com¨²n, demostrar que hab¨ªan desechado los dejes escurialenses y eran capaces de adoptar las maneras europeas. ¡°Surgi¨® un sentimiento de solidaridad entre ellos, como en una cruzada, m¨¢s de tipo est¨¦tico que pol¨ªtico porque ten¨ªan la pretensi¨®n de convertirse en arquitectos de vanguardia¡±, explica Pozo. ¡°Tambi¨¦n ayudaron mucho los peque?os congresos que organiz¨® el entonces director de la Revista Nacional de Arquitectura, Carlos de Miguel, en Madrid, Barcelona y San Sebasti¨¢n¡±, acompa?a Ortiz-Echag¨¹e.
![Manuel Barbero (izquierda), Mies van der Rohe y C¨¦sar Ortiz-Echag¨¹e, en 1957](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/ILU2HLRJRMPNJXODOWBA6WAZKI.jpg?auth=e6305d2f765dbbcad9effe58421fe700a0591bf827e41484fde025b8331777ba&width=414)
La irrupci¨®n de la arquitectura espa?ola en el circuito internacional a trav¨¦s de Werk no solo supuso el final de un velo que cubr¨ªa un pa¨ªs que despertaba poco a poco del letargo, sino la vuelta del bumer¨¢n en forma de nuevas t¨¦cnicas y materiales que hasta entonces, y pese al empe?o de los arquitectos, se desconoc¨ªan. ¡°No solo consiguieron cierta autoridad que permiti¨® que su criterio perdurase, sino que se produjo un salto tecnol¨®gico y se empezaron a importar nuevos materiales¡±, dice Pozo.
Hasta ese momento, Ortiz-Echag¨¹e y sus compa?eros hab¨ªan exprimido la creatividad del ladrillo en armon¨ªa con la vocaci¨®n de sus centros de ense?anza, viviendas, y dem¨¢s construcciones sociales, en unos medios constructivos ¡°pegados a la tierra y con una gran tradici¨®n en la arquitectura popular¡±, relata el arquitecto.
El camino que se abrir¨ªa con la llegada de la democracia en la Transici¨®n se bifurcar¨ªa en una multiplicidad de escuelas de arquitectura que culminar¨ªan en el boom de los ochenta. Para entonces, el legado de Ortiz-Echag¨¹e, ya retirado en Alemania tras ser ordenado sacerdote en 1983, quedar¨ªa en el recuerdo. ¡°Sus obras fueron muy maltratadas¡±, asegura Pozo. ¡°La arquitectura espa?ola se hubiera conocido igual sin la aportaci¨®n de Ortiz-Echag¨¹e, pero de otra manera, con otros tiempos, no con el pu?etazo en la mesa que supuso el monogr¨¢fico¡±.
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