Alejandro Zambra, el relevo chileno

El profesor chileno Alejandro Zambra vivi¨® su boom literario hace seis a?os, a los 30, con la novela Bonsai. Ahora lo invitan a las ferias internacionales del libro como la de Buenos Aires y lo traducen hasta al japon¨¦s. Pero no pretende renunciar a la docencia. ¡°La escritura tiene que estar libre de obligaciones. Si te tienes que demorar 10 a?os en un libro¡­ ?adelante!, eso es lo que hay que hacer. Yo tard¨¦ cinco a?os en escribir los 40 folios de Bons¨¢i¡±. En Espa?a se acaba de publicar No leer (Alpha Decay), una colecci¨®n de art¨ªculos y ensayos sobre literatura que llegar¨¢ a Argentina en julio. En el libro escribe, entre otros, sobre Borges, Roberto Bola?o, Cesare Pavese, S¨¢ndor M¨¢ray. Trata de responder a la ¡°t¨ªpica pregunta¡± de ?qu¨¦ piensas sobre la literatura latinoamericana? y explica c¨®mo fue el proceso de creaci¨®n de sus anteriores obras. Pero su art¨ªculo preferido es Elogio de la fotocopia, algo que no se entender¨ªa igual sin tener presente la realidad de la industria editorial en Chile.

¡°Muchas grandes obras que fueron importantes para m¨ª las le¨ª en fotocopia. Los libros en Chile son objetos de lujo, car¨ªsimos. Parecen dise?ados como para que la gente no lea. Las fotocopias me recuerdan los tiempos que uno le pasaba sus poemas a la amiga que estabas conociendo y hac¨ªas como un libro, o cuando un amigo fotocopiaba Guerra y paz, de 30 en 30 p¨¢ginas. Por eso me interesan los e-books. Si finalmente puedes pagar mucho menos por un libro, ?por qu¨¦ no? El libro es solo un producto, lo importante es el texto. Y a la vez soy hiperfetichista de los libros. Me interesan todos los formatos. Tambi¨¦n me gustan mucho los audiobooks, porque creo que un buen texto debiera uno poder escucharlo en voz alta. La prosa tiene que tener ritmo. Y ese ritmo tiene que sorprenderte, provocar efectos espec¨ªficos. No hay que olvidar que as¨ª era la literatura. La costumbre de leer en silencio es relativamente nueva. En las ventas del Quijote se lee una novela para que varios la escuchen¡±.

A Zambra le hicieron una oferta para llevar sus tres novelas ¡ªBons¨¢i, La vida privada de los ¨¢rboles y Formas de volver a casa¡ª al audiobook. Y puso como condici¨®n que lo leyera un chileno o un latinoamericano, no un espa?ol. ¡°En la novela hay algunas reflexiones sobre el lenguaje. Y me parec¨ªa muy falso eso le¨ªdo por un espa?ol, porque era una forma de hablar totalmente distinta. Me dijeron que no hab¨ªa problema, que iba a ser un espa?ol est¨¢ndar. Pero luego me mandaron un ejemplo de lo que ellos consideraban un espa?ol est¨¢ndar y era puro espa?ol. Iba a sonar muy rara mi prosa en ese acento¡±.

A sus estudiantes suele repetirles que no busquen un mensaje claro en las obras, que si la literatura entrega ese mensaje de forma n¨ªtida, probablemente no se encuentren ante un buen libro. Sin embargo, la realidad es otra cosa. Zambra cree que la sociedad chilena, a trav¨¦s de las protestas estudiantiles del a?o pasado, entregaron al Gobierno el mensaje inequ¨ªvoco de que el pa¨ªs no puede seguir con la misma pol¨ªtica educativa que ¡°atornill¨®¡± la dictadura de Augusto Pinochet. ¡°El a?o pasado se vivi¨® una sensaci¨®n de comunidad como nunca antes se hab¨ªa visto. Era la sociedad entera la que sal¨ªa a la calle. Fue un despertar que nunca hab¨ªa sido tan radical, tan masivo. Yo estudi¨¦ en el Instituto Nacional, que es el ¨²nico colegio p¨²blico con un proceso de selecci¨®n muy exigente. Fui el a?o pasado acompa?ando a un periodista extranjero y me impresion¨® ver c¨®mo esos chicos, apoyados por sus padres, estaban dispuestos a repetir de curso llevados por ideales muy nobles. Creo que ese tipo de solidaridad le hace muy bien a Chile. Muchos ni?os decidieron repetir curso. No es una decisi¨®n menor en la vida de una persona. Pero no creo que este a?o est¨¦n dispuestos a repetir tambi¨¦n. Finalmente, no se consigui¨® casi nada. Y por eso, ahora se est¨¢ volviendo a hablar de protestas. Espero que las autoridades est¨¦n a la altura. Es dif¨ªcil, porque Chile est¨¢ totalmente amarrado. Ese es el estado de cosas que la dictadura atornill¨® en Chile con la educaci¨®n. Y la Concertaci¨®n ¡ªla coalici¨®n de Gobiernos de centro y de izquierda¡ª se atrevi¨® a so?ar poco¡±.