¡°Querido Juan, es preciso que vuelvas a re¨ªr...¡±
Una carta y un poema simbolizan la pasi¨®n de la pareja
Los recuerdos no curan las heridas pero ayudan a mitigar la nostalgia. Tras confirmarse el fusilamiento de Federico Garc¨ªa Lorca, Juan Ram¨ªrez de Lucas guard¨® como oro en pa?o los restos en papel de aquel amor de juventud que le hab¨ªan arrebatado. La ¨²ltima noticia del poeta lleg¨® en forma de carta a la casa de los Ram¨ªrez de Lucas, en Albacete, cuatro d¨ªas despu¨¦s del alzamiento nacional.
Datada el 18 de julio de 1936 en Granada, la misiva sali¨® en el correo antes de que se interrumpieran las comunicaciones. Lorca la escribi¨® el d¨ªa de San Federico, una fecha se?alada para su familia, acostumbrada, como en casi toda Andaluc¨ªa, a festejar los santos m¨¢s que los cumplea?os. Impregnada del olor que hab¨ªa dejado una flor del jazm¨ªn de la Huerta de San Vicente, oculto entre los folios, el mensaje de Lorca incid¨ªa en que Juan Ram¨ªrez de Lucas deb¨ªa ser fuerte y tratar de convencer a sus padres para que respetaran sus ideas. Se trataba de su familia, las personas m¨¢s importantes de su vida junto con los amigos. ¡°Conmigo cuentas siempre. Yo soy tu mejor amigo y te pido que seas pol¨ªtico y no dejes que el r¨ªo te lleve. Juan: es preciso que vuelvas a re¨ªr. A m¨ª me han pasado tambi¨¦n cosas gordas, por no decir terribles, y las he toreado con gracia¡±, se lee en uno de los p¨¢rrafos. Precisamente como ¡°amigo¡±, Federico le aseguraba que siempre estar¨ªa a su lado. Se desped¨ªa deseando que todo acabara felizmente sin hacer ninguna referencia a la situaci¨®n pol¨ªtica.
La carta pas¨® a formar parte de los recuerdos que guardaba Juan Ram¨ªrez junto a otros documentos del poeta. Entre ellos el poema que le dedic¨® cuando ambos viajaban hacia C¨®rdoba. Seg¨²n los testimonios reflejados en su diario, Lorca lo escribi¨® sobre la marcha, en el ¨²nico papel que llevaban encima, un recibo de la Academia Orad, situada en el n¨²mero 3 de la madrile?a Carrera de San Jer¨®nimo, donde estudiaba Ram¨ªrez de Lucas. Se trata del pago del mes de mayo de 1935, por valor de 10 pesetas. El escritor Manuel Francisco Reina tiene clara la enorme importancia del documento, dedicado a su ¡°rubio de Albacete¡±, porque desvelar¨ªa finalmente a qui¨¦n iban dedicados sus Sonetos del amor oscuro. ¡°Lorca, que correg¨ªa hasta la extenuaci¨®n como muchos de los poetas, empez¨® a redactarlos en Valencia en 1935, un poco en paralelo a los avances de su nueva relaci¨®n sentimental con Juan Ram¨ªrez. Los escribi¨® como un homenaje a San Juan de la Cruz pero tambi¨¦n como un s¨ªmbolo del sufrimiento silencioso hasta encontrar el verdadero amor. Seguramente hab¨ªa muchos restos de otras pasiones, fruto de la experiencia dejada por cada uno de sus amores en esos versos, pero siempre el ¨²ltimo amor, como pasa tambi¨¦n con los amigos, es el que m¨¢s pesa¡±.
En el terreno de las hip¨®tesis en que nos movemos, otros estudiosos de la obra de Lorca, incluido el bi¨®grafo Ian Gibson, se?alan como protagonista de esos encendidos versos en los que se desnudaba sentimentalmente al futbolista Rafael Rodr¨ªguez Rap¨²n, con el que Lorca tuvo un idilio anterior. El autor de la novela Los amores oscuros resta importancia a esa suposici¨®n. ¡°La relaci¨®n de ambos se rompi¨® antes del viaje de Federico a Nueva York y Uruguay¡±, apunta Gibson. De entre el mucho material que maneja en su novela, el escritor destaca que Luis Rosales le entreg¨® a Ram¨ªrez de Lucas, a?os despu¨¦s de la muerte del poeta, una carpeta con todos los sonetos mecanografiados que hab¨ªan encontrado en la buhardilla de su familia. ¡°Pensaban que esos documentos deb¨ªan quedar en su poder¡±.
El poema, escrito a mano por Federico Garc¨ªa Lorca, ha sido auditado por el reconocido cal¨ªgrafo Luis Alamancos Pamp¨ªn. ¡°Del an¨¢lisis pericial caligr¨¢fico al que se ha sometido el cuerpo de escritura estampado en este documento, podemos determinar que no se aprecian rasgos de falsificaci¨®n por imitaci¨®n de la graf¨ªa, a?adidos directos o superposici¨®n de trazos¡±, a?ade en el informe que concluye: ¡°El texto tiene las mismas caracter¨ªsticas morfol¨®gicas que otros escritos autentificados del poeta¡±.
'Romance'
Aquel rubio de Albacete
vino, madre, y me mir¨®.
?No lo puedo mirar yo!
Aquel rubio de los trigos
hijo de la verde aurora,
alto, s¨®lo y sin amigos
pis¨® mi calle a deshora.
La noche se ti?e y dora
de un delicado fulgor
?No lo puedo mirar yo!
Aquel lindo de cintura
sent¨ª gal¨¢n sin...
sembr¨® por mi noche obscura
su amarillo jazminero
tanto me quiere y le quiero
que mis ojos se llev¨®.
?No lo puedo mirar yo!
Aquel joven de la Mancha
vino, madre, y me mir¨®.
?No lo puedo mirar yo!
Babelia
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