¡°?La cantidad de veces que lo he visto!¡±

¡°?La cantidad de veces que lo he visto!¡±. El mundillo period¨ªstico madrile?o, especialmente los m¨¢s veteranos, desayun¨® ayer con la sorpresa de descubrir que Juan Ram¨ªrez de Lucas, ese cr¨ªtico de arte y arquitectura, tan reconocido tambi¨¦n por sus propios compa?eros, hab¨ªa sido la gran pasi¨®n amorosa de Federico Garc¨ªa Lorca. Con toda seguridad, a casi ninguno se le hab¨ªa pasado por la cabeza que esa persona, con la que en un tiempo se cruzaban casi a diario en ruedas de prensa y presentaciones, pudiera tener una historia oculta tan luminosa y dram¨¢tica a la vez.

¡°Era muy culto y muy atractivo, de joven debi¨® ser una belleza. Ten¨ªa encanto, sentido del humor y simpat¨ªa. Aun jubilado se le ve¨ªa por muchos sitios. Era una de esas personas inquietas que no se retiran nunca. Acud¨ªa con regularidad a exposiciones y conferencias¡±, cont¨® un excompa?ero. Otro periodista destac¨® su importancia como pionero en la cr¨ªtica de arquitectura, de los primeros en su ¨¦poca, que no siendo arquitectos escrib¨ªa cr¨®nicas. Le gustaba mucho hablar de las casas ecol¨®gicas. Era tan riguroso como fiable¡±.

Trat¨® a la mayor parte de los pintores de su ¨¦poca y fue el que mont¨® la primera exposici¨®n de Antonio L¨®pez, pero la gran pasi¨®n de Ram¨ªrez de Lucas fueron el arte popular y la pintura na¨ªf, a su juicio injustamente valorados hist¨®ricamente como artes menores. Gracias a su profesi¨®n tuvo ocasi¨®n de viajar por todos los continentes, situaci¨®n que aprovech¨® para reunir una de las colecciones de arte popular m¨¢s importantes de Espa?a. All¨¢ donde iba volv¨ªa con las maletas cargadas de objetos tan curiosos como valiosos. En una entrevista, concedida a un peri¨®dico de Albacete, contaba c¨®mo en los a?os del tel¨®n de acero descubri¨® en un mercado sovi¨¦tico, entre frutas, patatas y coles, unos juguetes de madera que lo volvieron loco. Se los llev¨® todos. Cuando abandonaba el pa¨ªs, la polic¨ªa los descubri¨®, guardados en una maleta: ¡°Es que tengo muchos sobrinos¡±, le respondi¨® al polic¨ªa, que no entend¨ªa d¨®nde iba con aquellas baratijas.

Entre otros objetos, Ram¨ªrez de Lucas coleccionaba belenes, m¨¢scaras y juguetes antiguos. A su muerte don¨® una parte importante de su impresionante colecci¨®n al Museo Municipal de Albacete, su ciudad natal con la que siempre mantuvo cierta relaci¨®n.

Julia Sa¨¦nz-Angulo, vicepresidenta de la Asociaci¨®n de Cr¨ªticos de Arte, asociaci¨®n a la que pertenec¨ªa Ram¨ªrez de Lucas, lo calific¨® como un ¡°excelente¡± poeta.