Carlos Fuentes, la chispa del 'boom'

Mirando, como siempre, el fen¨®meno desde mi punto de vista personal, aparece Carlos Fuentes como primera agente activo y consciente de la internacionalizaci¨®n de la novela hispanoamericana de los a?os sesenta. ?l me ofreci¨® una visi¨®n nueva y una necesidad de hacerla tambi¨¦n m¨ªa, tanto en lo estrictamente literario como en campos m¨¢s profanos. [...]

El posible que La regi¨®n m¨¢s transparente no sea la mejor novela de Carlos Fuentes. La muerte de Artemio Cruz, Aura y las novelas posteriores han cambiado la ¨®ptica con la que vuelvo a encontrarme con su primera novela. Pero, fuera de sus infinitas cualidades ¨Cla famosa ambici¨®n totalizadora, por ejemplo, y la fuerza l¨ªrica que la distinguen-, es necesario notar que pertenece a una estirpe de libros profundamente latinoamericana: la de los que conscientemente se adjudican la tarea de escarbar debajo de la superficie de nuestras ciudades y nuestras naciones para desentra?ar su esencia, su alma. ?Qu¨¦ es ser mexicano, lime?o, argentino? Pocos escritores de hoy se dan el trabajo de preguntarse qu¨¦ es ser ingl¨¦s, franc¨¦s, italiano, y s¨ª lo hacen, escasas personas no especializadas dan importancia a esos libros. [...]

Quiz¨¢ el mayor deslumbramiento que provoc¨® en m¨ª la lectura de La regi¨®n m¨¢s transparente fue su no aceptaci¨®n de la realidad mexicana un¨ªvoca; fue su rechazo ¨Cy su utilizaci¨®n literaria- de lo espurio, de las apariencias. Su actitud no era la de documentaci¨®n, como la de los novelistas que en mi ambiente me ce?¨ªan, sino de indagaci¨®n: preguntas, no respuestas. [¡­] La mirada de Carlos Fuentes se dirig¨ªa en La regi¨®n m¨¢s transparente hacia fuera, hacia la sociedad y sus problemas, hacia la historia y la antropolog¨ªa; pero por otro lado, en una aventura existencial del autor en busca de s¨ª mismo, la mirada se vierte tambi¨¦n hacia dentro, hacia el individuo que est¨¢ mirando y escribiendo y a la vez haciendo cr¨ªtica de su propia mirada y de su propia escritura. [...]

La regi¨®n m¨¢s transparente, que era l¨ªrica y adem¨¢s intelectual, no era pretenciosa, era m¨¢s bien ambiciosa, lo que es muy distinto: no propon¨ªa el microcosmos de la aldea tolstoiana descrita por uno de sus habitantes, sino, al contrario, propon¨ªa una cosmovisi¨®n que abarcaba todas las clases sociales, el panorama mexicano en su presente y su pasado y sus mitos y sus luchas, su actualidad nacidas de la pugna de lo espa?ol con lo indio, de lo mestizo con lo yanqui, del cura cat¨®lico vestido de negro con los esplendorosos sacerdotes de las viejas religiones sangrientas, era la antropolog¨ªa y el conocimiento de la pol¨ªtica de ayer y de hoy examinando la supervivencia de trescientos sesenta y cinco santuarios aztecas, y sus relaciones con la m¨²sica popular y con el colorido, las razas, las revoluciones, la agricultura, los h¨¦roes, los traidores¡­ [...]

No solo por el est¨ªmulo literario de sus primeras novelas, sino tambi¨¦n por su generosidad en forma de admiraci¨®n y ayuda, Carlos Fuentes ha sido uno de los factores precipitantes del boom; para bien o para mal, su nombre anda unido tanto con su realidad como con su leyenda de mafia y su far¨¢ndula.