Nick Cave, un m¨²sico metido a guionista de ¨¦xito
El cantante firma la trama de ¡®Lawless¡¯, de John Hillcoat
Los a?os, benditos a?os, est¨¢n convirtiendo al roquero Nick Cave (Warracknabeal, Australia, 1957) en un antol¨®gico vino reserva. No es que haya perdido fuelle en la m¨²sica, en la que contin¨²a para solaz de sus seguidores, es que est¨¢ ampliando sus artes. Ha picoteado en la actuaci¨®n (m¨¢s bien por placer) y, sobre todo, en los ¨²ltimos tiempos, ha encontrado el placer de la escritura cinematogr¨¢fica, lo que le llev¨® ayer a participar en la rueda de prensa del thriller Lawless, la historia de tres hermanos contrabandistas y su enfrentamiento contra un agente del orden en plena ley seca en Estados Unidos. John Hillcoat, su director, es el culpable del cambio de rumbo de Cave: las tres pel¨ªculas que ha escrito el australiano han sido para Hillcoat (Ghost¡ of the civil dead, La proposici¨®n y Lawless). M¨¢s a¨²n, en la primera, de 1988, hasta actuaba Cave.
Amigos desde hace a?os, Hillcoat y Cave han encontrado un territorio com¨²n muy muy similar al que crea el m¨²sico en sus canciones. Como ayer contaba el artista, ¡°es cierto que la novela original une el sentimentalismo con una violencia muy cruda, es decir, brutalidad y pasado, y eso la hac¨ªa muy atractiva; m¨¢s a¨²n, ha sido un sue?o escribir ese guion¡±.
A Cave no le ha hecho gracia que le mencionaran en Cannes lo del poso de la edad: ¡°?Que si me siento c¨®modo envejeciendo? ?No soy viejo! Bueno, se me va la memoria, tengo que aumentar el tama?o de las letras en la pantalla el ordenador¡ No le recomiendo a nadie lo de envejecer¡±. Se divirti¨® m¨¢s contando el m¨¦todo creativo de un m¨²sico metido a adaptador de novelas, en este caso de The wettest county in the world: ¡°No puedo escribir sin tener en la cabeza la m¨²sica. Por eso me hago responsable de la banda sonora y del libreto. Puede que sea cierto que los di¨¢logos de Lawless sean musicales, pero lo siento, no son m¨ªos, los he pillado tal cual del libro¡±, rechazando una alabanza. ¡°En La proposici¨®n descubr¨ª la importancia de este binomio ¡ªm¨²sica y palabras¡ª cuando escrib¨ªa, ahora he repetido el proceso¡±. Tambi¨¦n escoge los temas musicales de la pel¨ªcula ¡ª¡° que hemos buscado que suenen aut¨¦nticamente americanos, de aquellos a?os veinte¡±¡ª, y suya es la afortunad¨ªsima selecci¨®n de dos versiones de White light / White heat, de The Velvet Underground (grupo que obviamente debe estar en parte del ADN de Cave) que lleva a¨²n m¨¢s lejos la faceta fant¨¢stica y mitol¨®gica del thriller. ¡°Hay una prohibici¨®n que se mantiene en EE UU desde despu¨¦s de la Segunda Guerra Mundial, y es la de las drogas. Su persecuci¨®n falla ¨¦picamente, y por eso Lawless es muy actual. Toda esta reflexi¨®n me llev¨® a usar esa canci¨®n y no otra¡±. Con el tono en que lo dijo, nadie se atrevi¨® a chistar algo en contra de las drogas.
En cuanto a la violencia, Cave confiesa un curioso requiebro moral: no le interesa en general (¡°me parece tediosa¡±), excepto cuando la retrata Hillcoat. ¡°La trata de una forma muy particular. Establece una relaci¨®n con la violencia brutal y r¨¢pida, y eso para m¨ª es apasionante y refrescante¡±. Cave, sempiterna melena morena, esta vez afeitado, con su aspecto de tipo listo y tah¨²r peligroso, se levanta. Mira a la prensa y se despide con media sonrisa burlona.
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