El amigo americano de Barcel¨®
Michael Damiano publica la biografia del pintor ¡®Porque la vida no basta¡¯
"In¨¦dito, an¨®nimo y extranjero¡±. Michael Damiano (Nueva York, 1986) se aproxim¨® as¨ª, en 2008, al pintor Miquel Barcel¨® (Felanitx, 1957) para trazar de cerca un perfil. Estudiante en Georgetown, olvid¨® pronto el previsto "trabajo acad¨¦mico que no leer¨ªa nadie" de diez folios y emprendi¨® la investigaci¨®n para construir una biograf¨ªa de 340 p¨¢ginas: Porque la vida no basta (Encuentros con Miquel Barcel¨®) publicada en Anagrama, con edici¨®n en catal¨¢n en Emp¨²ries. Damiano vivi¨® cerca del protagonista en Par¨ªs y le sigui¨® por Mallorca, Mal¨ª, Ginebra, Nueva York y Barcelona. Trabaj¨® durante m¨¢s de tres a?os en su obra.
Pregunta. ?Hizo un puzle de Barcel¨® tras escrutar sus 300 diarios y entrevistar a doscientas personas?
Respuesta. Es un trabajador obsesivo y solitario, absorbente, hambriento, seductor sin querer; puede que algo vampiro y ogro, sin hacer da?o a nadie. Toda su vida gira alrededor de la pintura. Alcanz¨® la cumbre del arte en Europa con un vac¨ªo a¨²n pendiente de Nueva York. Adem¨¢s su escritura es literaria.
P. ?C¨®mo nace la primera historia, el libro?
Es un trabajador obsesivo y solitario, absorbente, hambriento
R. No sab¨ªa c¨®mo hacer un libro, ni c¨®mo venderlo. No sab¨ªa nada de nada. Ni quer¨ªa ser escritor de no ficci¨®n, como ser¨¦. Ten¨ªa la idea de hacer una obra en ingl¨¦s para los Estados Unidos, donde no aparecer¨¢ y la escrib¨ª en castellano. Aprend¨ª el idioma en Salamanca y traduciendo folletos en Madrid.
P. Al lado del pintor naci¨® un escritor.
R. En plena investigaci¨®n directa tuve claro esa obra y mi proyecto profesional. Viv¨ª seis meses, invitado, sobre el estudio de Miquel Barcel¨®, en Par¨ªs, pero durante un a?o y medio no le vi ni contact¨¦ con ¨¦l, quer¨ªa escribir la obra sin sentir que me miraba de reojo. El 3 de mayo en Nueva York le di el libro impreso. Estaba bien acabar, relacionarme con ¨¦l sin el tema; el libro, interpuesto entre nosotros.
P. ?Barcel¨® vio el original antes de la imprenta?
R. Le pas¨¦ el primer manuscrito. Es un buen lector y actu¨® como si la obra no fuera con ¨¦l. Me hizo comentarios, claro est¨¢. Toqu¨¦ alguna cosa, no imprescindible. Subsan¨¦ un error de enfoque: elimin¨¦ mis comentarios sobre su obra. No soy especialista en cr¨ªtica de arte. Pero intent¨¦ hacer un libro completo.
P. ?Es una investigaci¨®n consentida, c¨®mplice?
R. No es un libro pelota, un paneg¨ªrico o una hagiograf¨ªa entregada. Hay bi¨®grafos que adoran a un mito, se identifican con ¨¦l y terminan protegiendo su reputaci¨®n.
P. Biograf¨ªa autorizada, pues.
R. Es mi obra. El pintor y yo ten¨ªamos un entendimiento algo especial. Barcel¨® me mostr¨® sus dietarios pero no ten¨ªa el derecho de censurar. No es una biograf¨ªa autorizada, avalada. Claro que no es un libro distante.
P. Las ciudades explican al artista.
R. Las personas, sus escritores, los lugares donde trabaja. No busqu¨¦ hacer un listado de acontecimientos o una cronolog¨ªa vital. Pero no dej¨¦ de lado a la gente de su entorno. Es artista cada minuto del d¨ªa. Una de las caracter¨ªsticas es su hambre por todo, por el trabajo y la vida.
P. Al aire de Picasso.
Escrib¨ª sin que me mirara de reojo
R. ?Ah!, el suceso. No es buena idea compararle con ¨¦l, en general, en la vida y la obra, aunque hay similitudes interesantes entre los dos. No escrib¨ª mucho sobre Picasso pero s¨ª pens¨¦ en ¨¦l y la importancia que tiene para Barcel¨® . Entendemos mejor el arte de Picasso por lo que sabemos de su vida y de su personalidad. Lo mismo pasa con Barcel¨®. Artista y persona, no hay ninguna diferencia.
P. Es un libro bastante intimista.
R. El libro tiene sentido por haber descubierto historias suyas que nadie m¨¢s hab¨ªa recopilado. Quiz¨¢s hay otras. La idea no era publicarlo todo. Conozco a Miquel y la historia de su vida, simplemente. En Europa quiz¨¢s eso sorprende. En Estados Unidos, no. Mire, Barcel¨® no es como el resto. Es alguien especial, de quien tambi¨¦n, creo, he desvelado algunas debilidades.
P. Usted se distancia al explicar su eco en Nueva York.
R. Barcel¨® funcion¨® muy bien all¨¢, al principio, en los 80 con Leo Castelli. Ten¨ªa 28 a?os y expuso a lo mejor galer¨ªa del mundo. Lo vendi¨® todo, un ¨¦xito. Pero Castelli muri¨® y Miquel se centr¨® de nuevo en Europa. Perdi¨® parte de aquel impacto.
P. Su escultura Gran elefan dret se levanta sobre la trompa Manhattan.
R. Profesionalmente su carrera ha estado en alza y el ¨²nico vac¨ªo era Nueva York. A Barcel¨® no le queda nada por alcanzar en Europa. Hizo cumbre. Pero por ser aceptado por las instituciones m¨¢s potentes del mundo debe tener todav¨ªa m¨¢s presencia a los Estados Unidos.
R. ?Es una biograf¨ªa a la americana?
P. Soy americano y he estudiado el periodismo americano. Me gusta The New Yorker. No lo s¨¦ hacer de otra manera. Sigo a David Foster Wallace, Dave Eggers, Erik Larson y John Berendt. El mejor libro en espa?ol que le¨ª es Los girasoles ciegos, de Alberto M¨¦ndez. Me gusta Rodrigo Rey Rosa por su estilo directo y elegante y en catal¨¢n; El cuaderno gris, de Josep Pla y el poeta Andreu Vidal.
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