El guion estaba en la Puerta del Sol

Al fondo de la sala de montaje surge una gran pantalla exhibiendo una potente imagen: una imagen que resume en un fogonazo la algarab¨ªa de varios j¨®venes en la Puerta del Sol de Madrid durante las jornadas que marcaron el 15-M. A sus 81 a?os, Basilio Mart¨ªn Patino, uno de aquellos insistentes y semiclandestinos mosqueteros del cine espa?ol en la larga noche del tardofranquismo, ha decidido volcar todas sus energ¨ªas, que son muchas, en el movimiento de indignaci¨®n que recorri¨® las calles del centro de Madrid y de otras ciudades de Espa?a.

Todo surgi¨® de repente, de manera espont¨¢nea. Aquel domingo, Mart¨ªn Patino regresaba a Madrid tras unos d¨ªas en Salamanca ¡ª ¡°all¨ª tenemos un jard¨ªn grande en el que estamos muy a gusto¡±, dice a modo de explicaci¨®n¡ª. Nada m¨¢s llegar, ya not¨® algo diferente en los alrededores de su vivienda, cercana a Sol. ¡°O¨ªmos gritos, m¨²sica, canciones¡±. All¨ª se dirigi¨® Mart¨ªn Patino y lo que se encontr¨® fue la mejor y m¨¢s grande fiesta callejera que uno pudiera imaginarse. All¨ª se encontr¨® con su operador de siempre, Alfonso Parra, y con m¨¢s gente de su equipo. Se miraron y, sin asomo de duda, se dijeron: ¡°Esto lo tenemos que rodar¡±. Al d¨ªa siguiente, lunes, a las nueve de la ma?ana Basilio Mart¨ªn Patino ya estaba en la c¨¦ntrica plaza madrile?a con una c¨¢mara. Fueron casi 30 d¨ªas de rodaje, ma?ana, tarde y noche, de manifestaci¨®n en manifestaci¨®n, corriendo de un lado a otro de Madrid para captar las im¨¢genes y los momentos m¨¢s impactantes de ese movimiento que ha dado la vuelta al mundo. El resultado, en forma de pel¨ªcula documental: Te quiero libre, t¨ªtulo de inequ¨ªvocas resonancias: las de los versos hom¨®nimos del poeta Agust¨ªn Garc¨ªa Calvo, fervoroso asiduo del movimiento del 15-M.

En la misma Puerta del Sol, el realizador y su equipo cruzaban cada d¨ªa de lado a lado la plaza para buscar el ¨²ltimo mitin, el ba?o de unas j¨®venes en la fuente, el reparto de la comida, el cuidado de la huerta o ese divertido n¨²mero de baile de una chica en tacones negros. Nada se escap¨® a la mirada de este cineasta rompedor, rebelde y experimental, autor de pel¨ªculas vocacionalmente arriesgadas de los 70 como Canciones para despu¨¦s de una guerra, Nueve cartas a Berta, Mis querid¨ªsimos verdugos o Madrid.

Hoy, all¨ª mismo, muy cerca de la Puerta del Sol, dos mujeres de edad, frente a frente, cada una en su balc¨®n de un tercer piso y con la calle por medio se est¨¢n dando una receta de cocina a eso de las doce de la ma?ana. No tienen que alzar la voz demasiado. Apenas les separan unos metros. Unos n¨²meros m¨¢s arriba, a pie de calle, espera Basilio Mart¨ªn Patino. Un antiguo garaje en un s¨®lido edificio del siglo XIX en el Madrid de los Austrias es el nuevo lugar de trabajo del director. Lo muestra con entusiasmo. ¡°Se ve a la gente pasar y conversar, a los ni?os correr, a las mujeres pasear. Es delicioso¡±, comenta con una sonrisa. Una cancela de hierro, siempre abierta, y un par de tiestos con arbolitos separan el espacio interior de la soleada calle.

Libre te quiero es el primer trabajo que Mart¨ªn Patino lleva a cabo sin guion previo. ¡°El guion estaba en Sol¡±, se?ala frente a una pantalla y un par de ordenadores en la sala donde se ultima el montaje de este gran retrato de lo que el director califica de ¡°renovaci¨®n¡±. ¡°Es un fen¨®meno social nuevo que yo no he conocido. Dicen que en la II Rep¨²blica s¨ª se vivieron situaciones parecidas, pero a m¨ª me sorprendi¨® esa fiesta y esa alegr¨ªa en las calles. Yo nunca he visto una manifestaci¨®n tan gozosa. Era otra Espa?a, algo nuevo estaba sucediendo. Este pa¨ªs necesitaba esas dosis de alegr¨ªa¡±.

No habr¨¢ voces en off ni un discurso narrativo. De las 25 horas m¨¢s o menos que rodaron, Libre te quiero se quedar¨¢ en poco m¨¢s de una. El documental ya tiene distribuci¨®n y su estreno en salas depender¨¢ del festival en el que se presente. La Seminci de Valladolid y el Festival de Cine de San Sebasti¨¢n ya han mostrado inter¨¦s. La m¨²sica ser¨¢ la de las bandas y grupos que poblaron de sonidos aquellos d¨ªas, adem¨¢s de la canci¨®n Libre te quiero que interpreta Amancio Prada: Libre te quiero / como arroyo que brinca / de pe?a en pe?a / Pero no m¨ªa. Cuando suena la canci¨®n en el ordenador Mart¨ªn Patino sonr¨ªe: ¡°En ning¨²n rodaje he sido tan feliz como en este. Fueron d¨ªas de camarader¨ªa, de respeto colectivo¡±, a?ade el director, que califica de ¡°tremendo¡± el af¨¢n de algunos por ¡°ridiculizar¡± el 15-M.

¡°Detr¨¢s de la alegr¨ªa hab¨ªa discusiones pol¨ªticas de altura, espont¨¢neas, apasionantes. La pol¨ªtica estaba all¨ª¡±, asegura el realizador, convencido de que todo ello tendr¨¢ consecuencias pol¨ªticas, de que la lucha por la moralidad y la ¨¦tica de aquella gente que estaba dormida y se despert¨® ver¨¢ sus luces. Como su propia hija, a la que sorprendi¨®, sin ella saberlo, colocando una placa en un lateral de la plaza. Rezaba: ¡°Dorm¨ªamos, despertamos¡±. Apenas dur¨® unas horas colgada. Al d¨ªa siguiente, fue retirada por los barrenderos.