¡°En L¨ªbano no tenemos un gobierno con el cual identificarnos¡±
El liban¨¦s Rabih Alameddire publica 'La mujer de papel', tras su exitosa 'El contador de historias' Es la historia de una anciana encerrada desde los 16 a?os y enamorada de los libros La religi¨®n y el poder como c¨¢rceles, son dos de los temas aboradados en la novela
Discurren por las p¨¢ginas de la nueva novela del liban¨¦s Rabih Alameddine (Jordania, 1959) algunos de sus escritores preferidos: Pessoa, Lampedusa, Javier Mar¨ªas y Roberto Bola?o. En La mujer de papel (Lumen), editada tras el ¨¦xito que cosech¨® con El contador de historias (Lumen, 2008), no pod¨ªa faltar en la lista de libros el Cor¨¢n, no porque sea santo de su devoci¨®n, m¨¢s bien al contrario: la protagonista, una mujer de 70 a?os que ha pasado su vida encerrada en casa desde los 16, al ser repudiada por la sociedad por ser viuda, es una devota lectora de ese libro.
Alameddine que vive entre Oriente y Occidente, entre Estados Unidos y Beirut, es un apasionado de los libros desde la infancia y antes de so?ar con ser escritor viv¨ªa dentro de ellos. ¡°Comenc¨¦ con los c¨®mics, los le¨ªa en los tres idiomas en que se editaban en el L¨ªbano ¨Cfranc¨¦s, ingl¨¦s y ¨¢rabe-. Luego fueron llegando otros autores hasta que mi pasi¨®n por la lectura se convirti¨® en mi profesi¨®n¡±.
Incluso en medio de la violencia. El escritor vivi¨® parte de las guerras que se sucedieron en el L¨ªbano desde 1975 hasta 1990. ¡°Ahora no hay guerra pero es un lugar donde las tensiones y fricciones son permanentes entre cristianos y musulmanes, Oriente y Occidente, conservadores y liberales. No es un lugar en el que se pueda vivir tranquilamente. Tal vez ya me he acostumbrado a vivir en la intranquilidad y por eso me gusta. En L¨ªbano no tenemos un gobierno con el cual identificamos, ni un s¨ªmbolo. Se vive de manera tensa y dif¨ªcil. No s¨¦ c¨®mo es vivir en paz y armon¨ªa, y me resulta dif¨ªcil imaginarlo¡±. El autor de La mujer de papel critica duramente a los dirigentes pol¨ªticos "que distraen al individuo con problemas como el conflicto en Siria mientras existen otras circunstancias que ata?en m¨¢s a las personas, como el seguir comiendo todos los d¨ªas".
Cuanto m¨¢s personas est¨¦n dominadas por las religiones y m¨¢s ignorantes sean es mucho mejor para los gobernantes
Rabih Alameddire se mueve entre su pasi¨®n y cierto odio por un pa¨ªs, L¨ªbano, que es incapaz de vivir en paz aunque las balas no se crucen ya entre las calles. Eligi¨® una mujer como protagonista de su libro porque son ellas precisamente las que m¨¢s padecen la tiran¨ªa del Cor¨¢n. Aaliya, es una mujer de unos 70 a?os, con el pelo azul, que lleva desde los 16 a?os encerrada en un viejo apartamento de Beirut por ser viuda. ¡°Cualquier religi¨®n ya sea el cristianismo, el juda¨ªsmo o el islamismo es opresiva. Unas m¨¢s que otras, pero todas ellas oprimen al individuo de alguna manera¡±, puntualiza el escritor¡±. Los 54 a?os que Aaliya lleva prisionera entre las paredes de su casa lee a diario el Cor¨¢n: ¡°Para ella es literatura y un libro del que no puede prescindir, aunque la obligue a estar encerrada y limite su libertad¡± y, sin embargo, el autor que da vida a esta mujer sostiene que ¡°no puede tomar en serio la religi¨®n y hay mucha gente a la que le resulta dif¨ªcil renunciar a la idea de la existencia de Dios. Cuanto m¨¢s personas est¨¦n dominadas por las religiones y m¨¢s ignorantes sean es mucho mejor para los gobernantes. De ah¨ª que en muchos pa¨ªses los recortes m¨¢s importantes se est¨¢n produciendo en educaci¨®n. Eso limitar¨¢ el acceso a la cultura a muchos ni?os que sus familias no tengan dinero para darles una buena educaci¨®n y, por supuesto, se ver¨¢n imposibilitados para leer a los grandes de la literatura¡±.
A Alameddine le gusta escribir libros que no son f¨¢ciles de leer. Se considera un provocador y por eso cuando narra una historia trata de "mover las mentes enjauladas". No tiene duda de que todo el mundo deber¨ªa leer dos veces cada libro "porque en una primera lectura es posible que te dejes palabras en el camino que luego te hagan reflexionar¡±..
Todo el mundo deber¨ªa leer dos veces cada libro porque la primera vez es posible que te dejes palabras en el camino
En La mujer de papel, Aaliya le¨ªa entre las viejas paredes de su casa de Beirut los libros que le llevaban a otros lugares del mundo, mientras en su ciudad ca¨ªan las bombas y retumbaban los ecos de una guerra. Una guerra que en aquellos a?os, entre 1975 y 1990, convirti¨® a muchos j¨®venes pac¨ªficos en esp¨ªas y matones, y que para protegerse de los ataques oblig¨® a una mujer sola a dormir con un rifle al lado de la cama. Aaliya es un personaje peculiar que encuentra en los libros el refugio y el amor que su familia no le dio.
Hay un momento en que en la novela se habla de la muerte y Alameddien escribe un pasaje que capta a su protagonista y la historia que quiere contar: "?Qu¨¦ dir¨¢ la inscripci¨®n de la l¨¢pida de mi tumba? Hay tantas posibilidades, hay tanto de donde elegir.
Aqu¨ª yace Aaliya, nunca del todo viva, ahora muerta, todav¨ªa sola, todav¨ªa temerosa.
Muerte, no te enorgullezcas, pues aqu¨ª solo has derrocado a una part¨ªcula".
Babelia
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.