¡°En el tema del racismo, a¨²n hay gente que quiere volver al pasado¡±
Tras su ¡®show¡¯ en Rock in Rio Lisboa, Lenny Kravitz lleva a Madrid el grito contra el racismo de su ¨²ltimo ¨¢lbum, ¡®Black and White America¡¯
A mediados de los ochenta el joven Leonard no se gustaba demasiado. Tanto que, para probar fortuna en la m¨²sica, prefiri¨® buscarse otra identidad. Y se bautiz¨® Romeo Blue. ¡°Era un ¨¢lter ego, al principio no estaba c¨®modo siendo yo mismo. Nunca lleg¨® a nacer del todo, aunque al fin y al cabo Romeo me ha llevado hasta m¨ª¡±, cuenta el m¨²sico conocido como Lenny Kravitz (Nueva York, 1964). Parad¨®jicamente, justo cuando renunci¨® a un apodo y apost¨® por su propio nombre el estadounidense empez¨® a hacerse famoso. Aunque Romeo Blue no est¨¢ muerto del todo: ¡°Es la primera vez que lo cuento, pero creo que podr¨ªa aparecer en uno de mis pr¨®ximos ¨¢lbumes¡±.
A la espera de Romeo, Lenny sigue a lo suyo. Ha vendido millones de copias de sus discos, ha llevado su guitarra y sus gafas de sol por todo el planeta y este s¨¢bado se asomar¨¢ al escenario principal de Rock in Rio Madrid. Visitante frecuente del festival, que considera ¡°un cl¨¢sico¡±, Kravitz estuvo tambi¨¦n en la edici¨®n lisboeta. De hecho, justo antes de la entrevista acababa de terminar un show de dos horas ante las 74.000 personas que hab¨ªan acudido a ver su actuaci¨®n. Una performance que, por cierto, no le entusiasm¨®: ¡°Est¨¢bamos algo lejos, algo desconectados. Estoy acostumbrado a m¨¢s cercan¨ªa con el p¨²blico¡±.
La gira mundial del guitarrista recalar¨¢ en Arganda el s¨¢bado
Son casi las dos de la madrugada. En un sof¨¢ de su camerino, el m¨²sico est¨¢ relajado. Descalzo, sin gafas y con una camiseta sudada que delata el enorme esfuerzo que implica una actuaci¨®n para las masas, Kravitz se recupera ante una cesta de fresas y una taza de la que de vez en cuando toma un sorbo. Habla despacio, y con un tono de voz bajo. Los fuegos artificiales que celebran el final del d¨ªa a veces le obligan de cuando en cuando a gritar para que se le entienda.
S¨ª le han escuchado, y bien, los miles de personas que han asistido a su concierto. Dos veces a lo largo del show Kravitz se ha tomado la molestia de darles las gracias. ¡°Si no tocara en estos grandes escenarios, aun estar¨ªa en bares y clubes. He tenido y estoy teniendo una vida incre¨ªble y todo se lo debo a esta gente¡±, vuelve a referirse a su p¨²blico. Entre ellos, algunos hab¨ªan llegado hac¨ªa 12 horas para verle desde la primera fila. Y Kravitz no lo olvida: ¡°Es un privilegio. Sacrifican su tiempo y su dinero, pese a las dificultades econ¨®micas, por ti. No tiene porque ser as¨ª, por lo que siempre hay que agradec¨¦rselo¡±.
A cambio, el m¨²sico estadounidense les ofreci¨® un viaje roquero por el tiempo. Desde pilares de su carrera como Fly Away y Let love rule, hasta Black and White America, extra¨ªda del ¨²ltimo disco, hom¨®nimo, de Kravitz. En realidad, el estadounidense se encontraba trabajando en otro ¨¢lbum, titulado Negrophilia, pero la musa le hizo cambiar de idea: ¡°Lo ten¨ªa casi terminado. Sin embargo, de golpe lleg¨® la inspiraci¨®n y tuve que decidir entre seguir con lo que cre¨ªa que deber¨ªa hacer o dejarme llevar¡±. Finalmente, escuch¨® su instinto. Y el resultado, te?ido de funky y soul, se lo est¨¢ llevando de gira por Europa. Junto con su equipo y con un perro que, de repente, abre la puerta y se cuela en la entrevista.
¡°Obama es un buen hombre: seguir¨¦ escuch¨¢ndole en la campa?a¡±
Al d¨ªa siguiente, tropa, estrella y animal se iban a Barcelona. Y ven¨ªan de A Coru?a. De hecho, su furgoneta lleva semanas recorriendo las carreteras del Antiguo Continente. El 3 de julio, en cambio, el m¨²sico estar¨¢ en Ibiza, para el Bacard¨ª 123 Festival, un evento que mezcla rock y m¨²sica electr¨®nica. Su primera vez en suelo ibicenco le provoca cierta curiosidad: ¡°Hay amigos m¨ªos que tienen casas all¨ª y he visto fotos. Los paisajes y la naturaleza son preciosos. ?Las fiestas? Debe de ser el para¨ªso. A saber qu¨¦ me espera¡±.
Por lo pronto, le esperan m¨¢s conciertos del Black and White American Europe Tour. Quedan decenas de ciudades donde gritar el manifiesto contra el racismo que caracteriza su ¨²ltima creaci¨®n. ¡°Sigue siendo un gran problema. Estamos mucho mejor que antes, pero hay gente que en el tema del racismo lucha en contra de los avances y querr¨ªa volver al pasado¡±, asegura Kravitz. En su mismo bando lucha el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, al que el m¨²sico apoy¨® hace cuatro a?os. Y que a¨²n respalda, a pocos meses de las elecciones. ¡°Llevo mucho fuera de EE UU pero justo hoy le he o¨ªdo hablar del paro y de econom¨ªa. Seguir¨¦ escuch¨¢ndole a lo largo de la campa?a: Obama es un buen hombre¡±.
Una buena mujer es lo que busca Lenny Kravitz desde hace tiempo. Cuando en 2008 desvel¨® que llevaba tres a?os de abstinencia sexual, a la espera de la chica que mereciera la pena, se mont¨® un esc¨¢ndalo may¨²sculo. Ahora no aclara si sigue en ello ¡ª¡°se ha hablado demasiado de eso¡±¡ª pero s¨ª contin¨²a a la caza de su alma gemela: ¡°Mi esposa debe de estar por ah¨ª. Y tarde o temprano llegar¨¢. Aunque no sabes ni c¨®mo ni cu¨¢ndo. Al fin y al cabo es lo m¨¢s bonito de la vida¡±. Una vida incre¨ªble. Hay que ver lo que se ha perdido Romeo Blue.
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