Hot Chip, 'In our heads'
"Un quinto ¨¢lbum excelso. Su mejor trabajo, as¨ª, sin sacarla".
?C¨®mo se supone que debe ser un quinto disco? Sabemos que en el debut se vuelcan las experiencias de toda una vida, un torrente de emociones adolescentes que, aunque puede conducir a la gloria eterna, en un par de d¨¦cadas est¨¢ garantizado que avergonzar¨¢ a sus creadores. Tambi¨¦n sabemos que unos piensan que el dif¨ªcil es el segundo, mientras que otros est¨¢n convencidos de que el que es realmente fastidioso es el tercero. El cuarto, por norma general, es el que pide a gritos que la siguiente referencia sea un disco de grandes ¨¦xitos, que se empiecen a desarrollar proyectos en paralelo, que la banda deje, en fin, de ser la principal preocupaci¨®n de los miembros de la misma. As¨ª pues, llegar al quinto tal vez sea como construir un aeropuerto en Castell¨®n: lo puedes acabar, pero eso no garantiza que eches a volar.
G¨¦nero: pop
T¨ªtulo: In our heads
Sello: Domino
A?o: 2012
Puntuaci¨®n: * * * *
Todo esto es pura especulaci¨®n reduccionista, m¨¢s si lo aplicamos al caso de Hot Chip, una banda que jam¨¢s deber¨ªa haber llegado al quinto disco. Demasiado hipsters para eso. Su sino era que el tiempo les negara cualquier raz¨®n. Y es que si algo sabemos ya a estas alturas es que no necesitamos otra banda que mezcle cosas del bailar con las cosas del indie. Desde EMF hasta Late Of The Pier, la mayor¨ªa de experimentos alrededor de este siempre minado campo lo ¨²nico que han conseguido ha sido que cada vez recordemos con m¨¢s cari?o a New Order. Y es que James Murphy solo hay uno; y Justice, uno de m¨¢s.
Lo que ha sucedido aqu¨ª ha sido que una banda que estaba destinada a hacer grandes cosas, hizo cuatro de medianas, y cuando ¨¦se parec¨ªa su sino, entreg¨® un quinto ¨¢lbum excelso. Su mejor trabajo, as¨ª, sin sacarla. Aprovechando que la velocidad de las cosas pop se ha ralentizado en los ¨²ltimos a?os, Hot Chip han sabido mantener sus constantes sin sentir que perd¨ªan pie, han podido permitirse el lujo de crecer sin necesidad de madurar, de cambiar sin alienar a ninguno de sus fans, de evolucionar sin que se note y, sobre todo, sin que nadie les exija la revoluci¨®n, y la sangre que siempre conlleva. As¨ª, desde el arranque de la magn¨ªfica Motion sickness hasta los ¨²ltimos beats de Always been your love, el combo repasa sus obsesiones recurrentes, desde el funk setentero entendido como tendencia ochentera y revisado desde la perspectiva Spotify de Don¡¯t deny your heart hasta el baladismo digital que tan buenos resultados les ha dado en el pasado y que en Look at where we are se gana una vida extra, pasando por el pop electr¨®nico de How do you do, o la artesan¨ªa sobre la que se sustenta esa bestia llamada Flutes. El fracaso de la modernidad les ha sentado estupendamente.
Valoraci¨®n: 0 ABERRANTE, el mundo ser¨ªa mejor sin ¨¦l; 1 PRESCINDIBLE, nadie se acordar¨¢ de ¨¦l; 2 PASABLE, para incondicionales; 3 ACONSEJABLE, en su estilo merece la pena; 4 INDISPENSABLE, un ¨¦xito asegurado; 5 OBRA MAESTRA, uno entre un mill¨®n.
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