Como si Dickens hiciese electr¨®nica
Metronomy suma flema brit¨¢nica a uno de los sonidos pop m¨¢s interesantes de los ¨²ltimos tiempos El cuarteto encabeza el cartel del festival D¨ªa de la M¨²sica
Hay algo retorcido en The english Riviera,el tercer ¨¢lbum de Metronomy. ¡°Yo pretend¨ªa ser nost¨¢lgico, pero puedo entender que provoque esa sensaci¨®n¡±, explica Joseph Mount, el l¨ªder del grupo, que actuar¨¢ en Madrid el d¨ªa 23, como uno de los platos fuertes del Festival D¨ªa de la M¨²sica. ¡°El disco empez¨® siendo un intento de rememorar mi infancia en ese lugar. Es una especie de Barcelona, pero mucho m¨¢s fr¨ªa¡±, contin¨²a.
Cuesta ver las similitudes entre Barcelona y Torquay, el pueblo donde creci¨®. Una villa de 60.000 habitantes situada en la bah¨ªa de Devon, en el sudoeste de la costa inglesa. Uno de esos lugares que gracias a que su clima era m¨¢s suave que el del interior de la isla se convirti¨®, con la llegada del ferrocarril, a mediados del siglo XIX, en un destino vacacional interno para las clases pudientes. En su balneario, Charles Dickens dio lecturas de sus obras, y a principios del XX ya se promocionaba como lugar de vacaciones.
Pero despu¨¦s de la Segunda Guerra Mundial empez¨® lentamente a languidecer. A finales de los sesenta, un grupo de constructores se inventa el concepto La Riviera Inglesa, ¡°uno de los m¨¢s sofisticados resorts de vacaciones de Europa¡±, como se define en un curioso v¨ªdeo promocional antiguo colgado en la web de Metronomy.
Pero el mal tiempo, los vuelos baratos y los hoteles todo incluido en Canarias ganaron la partida. Hoy es uno de los destinos favoritos de los estudiantes de ingl¨¦s en busca de cursos en verano. ¡°No estaba mal, de verdad, era agradable. Cuando yo era m¨¢s joven solo quer¨ªa salir de all¨ª. Pero llega un momento en el que echas de menos aquellos a?os, y ves el lugar de una forma distinta¡±, explica Mount.
Entre otras cosas, fue all¨ª donde dio los primeros pasos con el grupo. ¡°Ahora tiene poco que ver con el principio, porque en su origen era simplemente yo, haciendo m¨²sica electr¨®nica en mi casa. Era un proyecto instrumental al que poco a poco, seg¨²n iba ganando confianza, fui a?adiendo cosas: voces, otros m¨²sicos... Hasta llegar a donde estamos ahora¡±.
Transformemos ese discurso en discos: debuta en 2005 con Pip Paine (Pay The ?5000 You Owe). Ese es el que hizo solo en su casa. En 2009 publica Nights Out. Entonces ya eran un tr¨ªo, Joseph se hab¨ªa atrevido a cantar, y hab¨ªan conseguido cierta reputaci¨®n en directo. Segu¨ªa siendo electr¨®nica, pero ya se intu¨ªa la transici¨®n al pop. Pocos meses despu¨¦s de editarlo, uno de los componentes lo deja, con lo que se ven en una extra?a tesitura. ¡°En el estudio sigue sigue siendo casi todo cosa m¨ªa, pero pens¨¦ que quiz¨¢s era el momento de montar una banda de verdad¡±, explica Mount, que adem¨¢s de letrista y compositor es el cantante y teclista del grupo.
As¨ª que ¨¦l y su guitarrista, Oscar Cash, reclutan a la bater¨ªa Anna Prior y al bajista Gbenga Adelakan. Esa es la formaci¨®n que registra The English Riviera. Editado hace m¨¢s de un a?o, en abril de 2011, parece que va a gozar de una larga vida. ¡°La gente dice que puede componer cuando van de gira, pero yo creo que mienten. A m¨ª me cuesta mucho¡±.
Tiene material de donde tirar, porque su ¨¦xito ha sido escalonado. El disco llevaba unas semanas en la calle cuando el jurado del Mercury Price le incluy¨® en la lista de los 12 mejores ¨¢lbumes publicados en Reino Unido e Irlanda aquel a?o, codeandose con James Blake o PJ Harvey (que ser¨ªa la ganadora). ¡°Fue muy importante, es cierto. Yo llegu¨¦ a pensar que ganar¨ªamos. ?Por qu¨¦ no? Pero creo que no nos hubi¨¦ra ido mucho mejor ser los vencedores¡±.
Y es entonces cuando el ¨¢lbum parece una mina inacabable de singles (de momento llevan cuatro). Hay algo encantador en su relectura del pop californiano de los setenta. A veces suena como Fleetwood Mac revisitado con sintetizadores de los ochenta. Otras, como la sinton¨ªa de una serie a lo Corrupic¨®n en Miami, protagonizada por polic¨ªas ingleses. ¡°Me parece una buena comparaci¨®n, era lo que ve¨ªamos y o¨ªamos de peque?os¡±. Ahora habr¨¢ que ver si el nuevo disco ser¨¢ otro salto mortal. ¡°No, no. Esto es un camino. Yo buscaba algo, un sonido en el que pudiera profundizar, y me ha costado encontrarlo, pero aqu¨ª est¨¢. Todav¨ªa me cuesta cre¨¦rmelo¡±.
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