Examen
El examen m¨¢s absurdo es el que plantea preguntas de una asignatura pero pide respuestas de otra Las estrategias econ¨®micas no solucionan esta crisis
En el mundo del espect¨¢culo, el fracaso es siempre una opci¨®n posible. Algunos profesionales, los m¨¢s desafortunados, conocen un ¨¦xito temprano y rutilante y caen en la idea equivocada de que el triunfo es duradero, o la a¨²n m¨¢s perversa sensaci¨®n de que todo lo bueno que les pasa es fruto de sus merecimientos. Pero el resto, en cada proyecto que acomete, siente el emocionante aliento del fracaso en su nuca y por eso cada propuesta es tambi¨¦n un examen. Por desgracia, la familiaridad con el fracaso no est¨¢ del mismo modo presente en la organizaci¨®n social. Los pol¨ªticos se encargan de la dif¨ªcil tarea de ilusionar al contribuyente, de proponerle un futuro mejor al alcance del voto. Prestidigitadores de las grandes palabras caen en la adulaci¨®n interesada de la sociedad, que los medios acogen y proyectan porque en ello les va la vida a ambos. Pero ?qu¨¦ hacer cuando sus p¨®cimas est¨¢n aguadas? ?Qu¨¦ pensar cuando descubrimos a los magos metiendo los conejos a pu?etazos en las chisteras o cuando el tragasables se perfora la tr¨¢quea?
La primera sensaci¨®n es de desconcierto. Si los ilusionistas no ilusionan, es un fracaso a ambos lados del escenario. Las estrategias econ¨®micas no solucionan esta crisis. El examen m¨¢s absurdo es el que plantea preguntas de una asignatura pero pide respuestas de otra. Y puede que estemos contestando con matem¨¢ticas a asuntos de filosof¨ªa. Si de lo que se trata es de convertir a Europa en China, el ¨¦xito est¨¢ cerca. El desprecio a los emprendedores, al trabajo bien hecho, al producto original, al esfuerzo y la creatividad para premiar la copia, el robo, la degradaci¨®n y lo precario ha terminado por contaminar la sociedad desde su m¨¢s pura esencia. Resulta que s¨ª est¨¢bamos enfrentados a una batalla moral y no era posible sobrevivir ni tan siquiera econ¨®micamente a lomos del cinismo. Las sociedades, como las cadenas, son mecanismos colectivos, y cada eslab¨®n corrupto es un ataque a su continuidad. Ajustar las cuentas es una expresi¨®n ambivalente. Habla del rigor contable, pero tambi¨¦n es expresi¨®n del rencor y el resentimiento. Estamos en el punto medio entre ambos sentidos. Por eso en este examen lo primero que hay que resolver es de qu¨¦ asignatura se trata.
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