Robado un cuadro de Dal¨ª de una galer¨ªa de Nueva York

Nuevo y extra?o robo en el mundo del arte. La polic¨ªa de Nueva York busca a un hombre que supuestamente se llev¨® el pasado martes un cuadro de Salvador Dal¨ª de una galer¨ªa de arte en el barrio del Upper East Side, en el distrito de Manhattan. La polic¨ªa neoyorquina ha informado de que el individuo meti¨® la peque?a acuarela Cartel de don Juan Tenorio (1949) en una bolsa y se march¨® de la galer¨ªa Venus Over Manhattan, sin que nadie se percatase. La obra est¨¢ valorada en 150.000 d¨®lares (unos 93.000 euros), seg¨²n la polic¨ªa.

Las im¨¢genes de las c¨¢maras de vigilancia de la galer¨ªa muestran al sospechoso, un individuo de entre 35 a 45 a?os, con poco pelo, camisa remangada a rombos blancos y negros, vaqueros oscuros y zapatos que lleva una bolsa negra de gran tama?o en la mano izquierda, informa en su web The New York Times. Tras acceder a la galer¨ªa en la tercera planta del edificio, el hombre pregunt¨® a un agente de seguridad si pod¨ªa tomar una foto del cuadro del artista espa?ol. El agente le dio permiso pero con la condici¨®n de que no usara flash y abandon¨® esa sala.

Supuestamente el ladr¨®n descolg¨® entonces el cuadro. De lo que ocurri¨® despu¨¦s s¨ª se sabe que el hombre cogi¨® el ascensor y sali¨® con toda tranquilidad del lugar con la bolsa negra en la que se intuye que lleva dentro un objeto. El vigilante se percat¨® unos minutos despu¨¦s de la desaparici¨®n del cuadro.

Ahora, los agentes est¨¢n investigando si hay im¨¢genes grabadas por c¨¢maras de las calles cercanas a la galer¨ªa porque sospechan que el caco ya hab¨ªa merodeado por la zona varios d¨ªas antes de perpetrar el robo.

La galer¨ªa Venus Over Manhattan fue abierta por el millonario, coleccionista y escritor Adam Lindemann el pasado mayo con una exposici¨®n que recoge distintas obras fechadas entre el siglo XIX y la actualidad. Por el momento, Lindemann solo ha comentado que est¨¢n colaborando con la polic¨ªa pero no ha precisado si la acuarela de Dal¨ª pertenec¨ªa a su colecci¨®n particular. Una vez m¨¢s se ha demostrado que aunque parece imposible robar una obra de arte, el caso del Dal¨ª de la galer¨ªa neoyorquina vuelve a demostrar la facilidad con la que, en ocasiones, puede uno llevarse un Dal¨ª a casa.