Los fantasmas de Jos¨¦ Tom¨¢s
En la reciente presentaci¨®n madrile?a de los carteles de las Colombinas de Huelva ¡ªmuy atractivos, por cierto¡ª se disip¨® la inc¨®gnita: Jos¨¦ Tom¨¢s solo actuar¨¢ tres tardes esta temporada (el pr¨®ximo lunes, 25, en Badajoz, junto a Padilla y El Juli; el 3 de agosto, en Huelva, mano a mano con Morante, y el 16 de septiembre en Nimes, en solitario ante seis toros). No lo anunci¨® el torero, de quien ya se conoce su inveterada costumbre de resguardarse de los periodistas espa?oles, sino su apoderado, Salvador Boix, que, como es habitual, no explic¨® la causa de tal decisi¨®n, sino que se limit¨®, como suele hacer, a vender su valiosa mercanc¨ªa.
?Qu¨¦ tristeza final tan grande que quien naci¨® para ser reverenciado como un redentor de esta alica¨ªda fiesta haya decidido tirar la toalla y hacer una minitemporada, de esas que parecen dise?adas para hacer caja y no para engrandecer al torero ni emocionar al aficionado! A Jos¨¦ Tom¨¢s le avala todo el derecho para decidir el curso de su carrera como torero. Faltar¨ªa m¨¢s. Ha optado por hacer el pase¨ªllo en Badajoz, Huelva y Nimes, tres plazas de muy escaso peso espec¨ªfico en el planeta taurino, donde el n¨²mero de forofos y curiosos ser¨¢ inversamente proporcional al trap¨ªo de los toros que matar¨¢; es decir, que cuanto m¨¢s espectadores ¨¢vidos de emociones fuertes se agolpen en los tendidos, m¨¢s cara de sardinas presentar¨¢n los animales que salgan por los chiqueros. Pierde Jos¨¦ Tom¨¢s prestigio y cr¨¦dito ante los aficionados, pero all¨¢ penas si esa es su decisi¨®n.
Lo que no est¨¢ bien es que su apoderado insista en seguir jugando a prestidigitador y pretenda darnos gato por toro. En esa presentaci¨®n lleg¨® a decir que ¡°en cada una de las tres citas de Tom¨¢s se ha procurado que haya un acontecimiento, por los compa?eros que har¨¢n el pase¨ªllo con ¨¦l y la configuraci¨®n misma de los carteles¡±; justific¨® su inclusi¨®n en Huelva ¡°porque le hicieron un ofrecimiento digno y con claridad, pensando en generar la m¨¢xima ilusi¨®n, y Tom¨¢s ha querido volver a esa plaza porque para ¨¦l es emblem¨¢tica por la acogida que siempre le ha dispensado¡±; ¡°Jos¨¦ Tom¨¢s¡±, insisti¨® en otro momento, ¡°entiende que hay que crear grandes eventos que generen la m¨¢xima expectaci¨®n e ilusi¨®n en la gente¡±; ¡°y su intenci¨®n¡±, termin¨®, ¡°es convertir estas tres corridas en los tres puntos de inflexi¨®n de la temporada¡±.
Hay que frotarse los ojos y releer varias veces estas palabras para llegar a la conclusi¨®n de que, efectivamente, se trata de una broma. Sin gracia alguna, pero de una broma. No parece serio que el apoderado de quien ha sido considerado como primer¨ªsima figura del toreo diga tal c¨²mulo de insensateces que no pueden producir m¨¢s que un rictus de desolaci¨®n en todos aquellos que admiramos al torero. No es posible que Jos¨¦ Tom¨¢s rubrique estas fantasmadas.
El torero sabe que ¡°un gran evento que genere la m¨¢xima expectaci¨®n e ilusi¨®n en la gente¡± es hacer el pase¨ªllo en Sevilla, Madrid o Bilbao, con compa?eros de primera fila y ganader¨ªas de similar categor¨ªa. Y ser¨¢ consciente de que un acontecimiento es estar presente en todas las ferias importantes a las que acuden las figuras, y erigirse en el torero revolucionario al que un d¨ªa fue llamado. El resto son milongas. Pretender que las tres corridas se conviertan en los puntos de inflexi¨®n de la temporada es de las frases m¨¢s humor¨ªsticas que jam¨¢s se han podido escuchar en este malaje y desabrido mundo del toro.
El se?or Boix ha perdido una gran ocasi¨®n para guardar silencio. Cualquiera con dos dedos de frente es capaz de adivinar que el torero no est¨¢ para empresas mayores, y que su estado actual solo le permite acudir all¨¢ donde el billete es grande y el toro chico. As¨ª son las circunstancias y as¨ª hay que aceptarlas. Pero intentar que una temporada fantasma, inexistente a todas luces, se convierta en un suceso es, como m¨ªnimo una burla de mal gusto y una falta de respeto a quienes se juegan la vida en las plazas exigentes a las que, ojal¨¢, vuelva alg¨²n d¨ªa Jos¨¦ Tom¨¢s para protagonizar un verdadero acontecimiento. Que se reponga cuanto antes el maestro; mientras, que se cuide del envanecimiento propio y de los fantasmas que le rodean, que le pueden restar parte del cr¨¦dito que tanto sacrificio le ha costado alcanzar.
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