Pereiro, del malditismo a la bendici¨®n
El poeta gallego, icono de la contracultura por obra y biograf¨ªa fallecido en 1996, se convierte en un fen¨®meno editorial

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Tras una visita involuntaria a un semicoma, Lois Pereiro (1958-1996) se reanud¨® poco antes de morir. ¡°Tendr¨ªa que regresar a mi propia vida sin contagiarme otra vez de m¨ª mismo¡±, escribi¨® en el poema Desde la superficie de un nuevo e imprevisto salvamento. Renunci¨® a viajes t¨®xicos y alter¨® su ritmo creativo: la lenta cadencia con la que trabajaba las palabras se esfum¨®. Ten¨ªa prisa. Por delante le restaban pocos a?os, aunque no supiese cu¨¢ntos, en los que se decantar¨ªa una de esas obras agigantadas con el tiempo. Para el escritor Manuel Rivas, su libro Poes¨ªa ¨²ltima de amor y enfermedad es el texto po¨¦tico en gallego ¡°m¨¢s ¨ªntimo y conmovedor¡± desde Follas novas, publicado por Rosal¨ªa de Castro en 1880. Su editor en castellano, Gonzalo Canedo (Libros del Silencio), cree que Pereiro, un pol¨ªglota que escrib¨ªa en gallego, pag¨® un impuesto por su elecci¨®n: ¡°Si su poes¨ªa y ensayo se hubiesen escrito en castellano habr¨ªa tenido una difusi¨®n similar a Jos¨¦ ?ngel Valente¡±.
El dudoso poeta punk escrib¨ªa como un solitario que, ante la segunda oportunidad, descubre que no tiene miedo a la muerte ¡ª¡°si la muerte es un incidente necesario, que nos penetre sin furia¡±¡ª pero que la vida proporciona emociones m¨¢s fuertes ¡ª¡°todos aquellos que me hab¨ªan amado muerto / me amaban m¨¢s vivo¡±¡ª.
La muerte le lleg¨® sin furia en 1996. Dej¨® una novela inacabada y un diario epistolar, Conversas ultramarinas. Quince a?os despu¨¦s le llega una furibunda recuperaci¨®n de su figura entre todos los que le amaron vivo y todos los que le han descubierto muerto. No solo su imagen y sus versos se esparcieron en 2011 como protagonista del D¨ªas das Letras Galegas (un d¨ªa que se celebra durante un a?o), sino que rompieron las costuras del Noroeste. Su obra se ha traducido por vez primera al castellano por Daniel Salgado (Libros del Silencio) y al ingl¨¦s (Small Station Press, en versi¨®n de Jonathan Dunne), se han editado dos docenas de libros, ha inspirado documentales, un espect¨¢culo teatral ideado por Ant¨®n Reixa, una exposici¨®n comisariada por el pintor Ant¨®n Pati?o, discos y la novela gr¨¢fica Breve encontro (Xerais en gallego, Sins Entido en castellano), de Jacobo F. S., que decidi¨® dibujar la vida del poeta, al que nunca conoci¨®, por simple admiraci¨®n.
La biograf¨ªa de Pereiro fue fiel a los planes de Pereiro: ¡°Soy un relato breve¡±. A los 16 a?os hab¨ªa augurado que escribir¨ªa un libro y morir¨ªa joven. Public¨® dos y muri¨® a los 38. Lo que no hab¨ªa previsto fue que su vida se acortar¨ªa debido al cruce de secuelas entre un veneno masivo llamado colza y una revoluci¨®n enga?osa llamada hero¨ªna. ¡°Mi generaci¨®n cabalg¨® sobre varias revoluciones, la pol¨ªtica, la sexual, la de la contracultura y las drogas. Al final salimos un poco quemados de todo eso¡±, cont¨® a la televisi¨®n gallega. Todav¨ªa no hab¨ªa publicado ning¨²n poemario, pero le entrevistaban porque ya era el s¨ªmbolo de algo. ¡°Las drogas son como todos los abismos de los que, para huir de ellos, muchas veces es necesario medirlos, sondearlos y bajar a ellos¡±, a?ad¨ªa. ¡°Sin ¨¢nimo de llevar la contraria¡±, escribi¨® su hermano, el periodista Xos¨¦ Manuel Pereiro, a prop¨®sito de la vertiente morbosa de la recuperaci¨®n en el cat¨¢logo Lois Pereiro: Quen corta os f¨ªos do so?o?, ¡°no creo que la droga influyese de forma determinante en su obra, exceptuando ciertas referencias. S¨ª influyeron los literatos drogadictos¡±.
Lois representaba una generaci¨®n y al mismo tiempo era rabiosamente singular. Peregrin¨® en autoestop a la casa de Flaubert en Rouen, estudi¨® idiomas para acercarse a sus referencias literarias (muchas desconocidas entonces como Paul Celan o Thomas Bernard), huy¨® de los c¨ªrculos art¨ªsticos excepto el creado en torno a la revista Loia en Madrid (junto a los pintores Ant¨®n Pati?o y Menchu Lamas y los periodistas Manuel Rivas y Xos¨¦ Manuel Pereiro) y el de los poetas De Amor y Desamor y dio contados recitales. Sin embargo su obra (publicada en gallego por vez primera por Edici¨®ns Positivas en 1995) se expand¨ªa incluso en letras de rock, tal vez porque respond¨ªa a un principio: ¡°La verdadera poes¨ªa nunca miente, por hiriente que sea¡±.
Compuso un ensayo de t¨ªtulo imposible (Modesta proposici¨®n para renunciar a hacer girar la rueda hidr¨¢ulica¡.) a partir de una invitaci¨®n de Manuel Rivas , amigo desde sus tiempos de Madrid, donde Lois ya dejaba huella: ¡° Daba la sensaci¨®n de que ¨¦l manejaba una radiofon¨ªa secreta y que las cosas que val¨ªan la pena en el mundo le hab¨ªan elegido a ¨¦l como depositario (¡) No hab¨ªa en ¨¦l nada de gur¨². Era un muchacho enjuto y despierto que andaba a zancadas por el lado curioso de la vida, con aquel abrigo que parec¨ªa heredado de Samuel Beckett¡±.
Tras la enfermedad, su delgadez se acentu¨®. ¡°Pese a ello, o gracias ello, pose¨ªa una luz especial que no dejaba a nadie indiferente y, cuando se acercaba a un grupo se transformaba la atm¨®sfera produciendo una especie de instante m¨¢gico¡±, se?ala el editor Gonzalo Canedo, que coincidi¨® con ¨¦l en algunos tugurios coru?eses. En su pr¨®logo a la edici¨®n biling¨¹e de la Obra completa (Xunta de Galicia, Libros del Silencio), Pere Gimferrer le considera el s¨ªmbolo claro de que escribir en una lengua aut¨®ctona no conduce a lo agrario o tel¨²rico: ¡°Lois Pereiro transita por la geograf¨ªa de los mapas y por la cartograf¨ªa literaria universal de la modernidad¡±.
En ¨¦l conviv¨ªan los cl¨¢sicos, los modernos; los santones y los malditos. Bernhard, Beckett, Cioran, Lou Reed, David Lean, Pound, Poe, Brecht, Dylan Thomas, Eliot, Dante, Fritz Lang y Valente, que escribi¨® algo que le iba como anillo al dedo: ¡°Vivir es f¨¢cil. Arduo sobrevivir a lo vivido¡±. Pero Lois tambi¨¦n practicaba otra idea: ¡°Lo escrito se arrebata la muerte¡±. Tanto su est¨¦tica como su ¨¦tica le convierten en un icono de la contracultura y el malditismo, pero leerle le eleva sobre etiquetas. En un ¨²ltimo alarde de iron¨ªa se fue el dia que se hizo p¨²blica la sentencia de la colza el 24 de junio de 1996. En otro alarde de clarividencia dej¨® escrito c¨®mo: ¡°Solitario, enfermo y fatigado, la muerte se anticip¨® y lleg¨® antes¡±.
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