Arte salvado de los escombros

Bajo los soportales que recorren Pieve di Cento circula una leyenda: hace muchos siglos, los vecinos del pueblo de al lado intentaron llevarse el crucifijo de la Collegiata de Santa Maria Maggiore. Cuando el carro alcanz¨® la puerta de la aldea, las bestias rehusaron seguir. Cuentan algunos de los 7.000 pobladores de esta localidad, a 40 kil¨®metros de Bolonia, que los mismos animales se dieron la vuelta y restituyeron al p¨¢rroco la milagrosa reliquia. Algo similar pas¨® cuando el terremoto del 29 de mayo tumb¨® la c¨²pula de la iglesia: una avalancha de ladrillos y tejas cubri¨® parte de su nave central y hubo que plantearse ad¨®nde trasladar las obras contenidas en su interior. Los vecinos se negaron a cederlas a otros pueblos o instituciones.

Esta semana, los bomberos sacaron el crucifijo, la Asunci¨®n de la Virgen de Guido Reni del a?o 1600 (4x3 metros de altura), la Anunciaci¨®n de Guercino de 1646 (3x2 metros de altura) y otros lienzos de menor importancia. Despu¨¦s, una procesi¨®n de 1.500 ciudadanos las vel¨® hasta el Museo Magi 900, un espacio privado dedicado al arte contempor¨¢neo.

Carla de Francesco, representante de la delegaci¨®n del Ministerio de Cultura en Emilia Roma?a tiene encima del escritorio una lista de m¨¢s de 1.300 edificios hist¨®ricos da?ados, 400 iglesias afectadas, 150 campanarios en estado ruinoso, en los que se aprecia un pasado pr¨®spero. Los bomberos ya han rescatado unas 400 obras. En Crevalcore han salvado del castillo de la ciudad ¡ªfechado en el 700¡ª, lienzos del pintor de la Contrarreforma Agostino Carracci (1557-1602) y un valioso cristal paleocristiano. En San Francesco, en Mirandola, sacaron los cuadros de la familia Pico, cuyo miembro m¨¢s c¨¦lebre fue el fil¨®sofo humanista Giovanni (1463-1494). A trav¨¦s de la c¨²pula derruida de la iglesia de San Felice se extrajo un tr¨ªptico de Bernardino Loschi (1460- 1540). En la localidad de San Carlo, se rescataron en condiciones p¨¦simas algunos lienzos de la escuela de Guercino (1591-1666), que se encontraban en el oratorio Ghisilieri.

La mayor¨ªa de estas piezas se trasladaron al Palacio Ducal de Sassuolo (M¨®dena), que presume de tener un sal¨®n seguro, adem¨¢s de un taller de restauraci¨®n. Algunos Ayuntamientos han conseguido mantener sus bienes, como es el caso de Pieve y Cento.

El rescate de las v¨ªrgenes y del Cristo de Pieve se ha convertido en el s¨ªmbolo de una tierra azotada por el terremoto que, tras llorar a los 24 fallecidos, dar cobijo a 15.000 desplazados, apuntalar centenares de edificios y enumerar da?os por 5.000 millones de euros, ahora cuenta las heridas de su patrimonio cultural. ¡°No se trata solo de tutelar bienes de inestimable valor art¨ªstico y econ¨®mico [la Anunciaci¨®n de Guercino est¨¢ asegurada por seis millones de euros y la Asunci¨®n de Reni por cuatro], sino de preservar la memoria colectiva, la identidad de esta gente¡±, comenta De Francesco.

Las cuatro iglesias de Pieve est¨¢n precintadas, la misa se da en el campo de f¨²tbol detr¨¢s de Santa Maria Maggiore, el templo principal del lugar. La amplia explanada rebosa de personas mientras los bomberos intentan vaciarla. El alcalde Sergio Maccagnani y el p¨¢rroco Polo Rossi con los encargados de planificar la restauraci¨®n. ¡°Podr¨ªa durar unos 10 a?os y requerir de una inversi¨®n de millones de euros¡±, dice el alcalde mientras el p¨¢rroco afirma que se trata del ¡°icono del pueblo¡±.

El coleccionista y empresario jubilado Giulio Bargellini, de 80 a?os, abri¨® las puertas de su museo del siglo XX a los maestros de anta?o. ¡°Desde que era peque?o recuerdo las procesiones detr¨¢s del crucifijo o el Guido Reni tras el altar. Aqu¨ª controlo humedad, luz y temperatura y cumplo con las medidas antis¨ªsmicas: tengo todas las cartas en regla para protegerlos¡±, dice al referirse al Cristo de madera, unos 15 lienzos, adem¨¢s de las dos joyas de Reni y Guercino.

Las obras de la Collegiata est¨¢n ilesas. ¡°Milagrosamente¡±, afirmaba un grupo de pensionistas parapetado con gorros y bicicletas en la plaza del pueblo. Solo se han cubierto de polvo y necesitar¨¢n una buena limpieza. Hasta que el momento de la restauraci¨®n llegue, reposan empapeladas contra la pared del enorme sal¨®n que ocupa la planta baja del museo. ¡°En septiembre vamos a inaugurar una ruta para poder visitar las obras. Me conmueve pensar que artistas tan lejanos hablen entre ellos: Guido Reni saluda a Modigliani o De Chirico le agradece su ense?anza a Guercino¡±, dice en voz baja el director, como si no quisiera interrumpir este di¨¢logo imaginario.

¡°Aqu¨ª guard¨¢bamos la colecci¨®n m¨¢s importante de Guercino: 270 obras, de las cuales 150 son del maestro nacido aqu¨ª y de su taller¡±, comenta Fausto Gozzi, director de ¡°lo que queda¡± de la Pinacoteca de Cento. Con un casco amarillo y la escolta de tres bomberos, cruza las salas desnudas del palacio que desde hac¨ªa cuatro siglos albergaba la colecci¨®n municipal. El terremoto rompi¨® las cornisas, hiri¨® las paredes y movi¨® los umbrales, ahora reforzados con pilares de madera. Las obras est¨¢n a salvo en la ¡°caja fuerte¡±, un par de locales en la planta baja. ¡°Las trajimos hasta aqu¨ª a hombros mientras las escaleras temblaban por las r¨¦plicas. Ten¨ªamos que salvarlas¡±, dice emocionado Daniele Voi, jefe local de los bomberos.

Desde el 30 de mayo, v¨ªrgenes floridas, ni?os regordetes y santos arrugados yacen junto a dibujos, trozos de frescos y estatuas en madera o en barro coloreado. Tambi¨¦n reposa la Aparici¨®n de Jes¨²s a su madre, que Guercino estaba pintando en 1629, cuando Vel¨¢zquez lleg¨® hasta aqu¨ª para conocerle.

Cento, con sus 36.000 habitantes y una extensi¨®n de unos 20 kil¨®metros, tambi¨¦n result¨® afectado por los se¨ªsmos. Al igual que los otros centros ¡°tuvo m¨¢s importancia en el pasado que ahora¡±, comenta su alcalde, Piero Lodi. ¡°San Felice sul Panaro, Finale Emilia, Cento, Carpi, Mirandola, son el espejo de la Italia media, de c¨®mo su larga historia dej¨® huellas en localidades que no son Roma, Florencia o Venecia¡±, explica la delegada del Ministerio de Cultura. ¡°Estos lugares fueron fundados en la ¨¦poca romana, luego, en el medievo, crearon sus fortalezas y compitieron entre s¨ª en la ¨¦poca de las Signorie a trav¨¦s de monumentos, palacios y obras de arte¡±, cuenta De Francesca. Despu¨¦s pasar¨ªan a estar dominadas por los Estensi (se?ores de Ferrara) y el Estado pontificio, y el consiguiente desarrollo art¨ªstico y econ¨®mico. ¡°Son tierras muy cultivadas, y cada comunidad, aunque fuesen tres familias, ten¨ªa su propio templo¡±, concluye la delegada.